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Asesinato irresoluto

Salinas, entre el sucesor fallido y el sucesor real.
Fichero Político

Angel Mario Ksheratto
@ksheratto

Han sido 20 años de hipótesis, sospechas, conjeturas, mentiras y verdades a medias. Nadie, desde las entrañas del poder que incluso, cambió de color e ideología, ha querido desmarañar el misterio en torno al asesinato de un hombre al que, solo después de muerto, reconocen virtudes cuasi divinas. A título de “versión”, han surgido historias que al final, nos recuerdan que vivimos en un país donde nada ocurre, si no es por voluntad de manos escondidas que manejan todos los hilos posibles para esconder la realidad.
Sobre el asesinato de Luis Donaldo Colosio Murrieta, ha corrido tanta tinta que hoy parece imposible encontrar la verdad. El asesino confeso, Mario Aburto, con el tiempo ha variado su cuento; con ello ha logrado sembrar dudas y revivir viejas sospechas que ponen en el centro del asunto a viejos amigos e impulsores del malogrado candidato presidencial priísta.
Habla, por ejemplo, de un tirador certero. Se trata de un hombre asesinado la misma noche en que se anunciaba la muerte de Colosio. Ernesto Rubio Mendoza, al que desde las primeras horas del magnicidio, se le relacionó con la acción, derivado de las diferencias que muchos televidentes encontraron entre el sujeto detenido en Lomas Taurinas, tras aparentemente, disparar contra el candidato y el que fue presentado ante los Medios de Comunicación, ya con uniforme de presidiario.
La PGR, que llevó a cabo la elaboración de miles y miles de hojas del expediente, desde luego, ha negado la existencia de un complot, pese a que en las primeras investigaciones, se admitió éste y se ordenó la detención de por lo menos seis personajes, a quienes se señaló de haber participado directa e indirectamente en el asesinato. Finalmente, nos dejaron con la hipótesis del asesino solitario.
El sólo término oficialmente aceptado para fincar responsabilidades contra el autor material de la muerte del aspirante priísta, confirma que aun cuando se le haya sentenciado, todo queda en una mera suposición. Es decir, que la información obtenida mediante métodos no especificados, podría no ser verdadera, como tampoco lo fue la hipótesis del complot.
Más allá de los motivos de las autoridades para desechar o admitir datos —confirmados o no— para llegar a una conclusión contundente, están los intereses políticos, sociales y económicos que pudieron ser la razón de peso para hacer a un lado al hombre que, días antes, en el monumento a La Revolución, pronunció un discurso fresco, diametralmente opuesto a los cánones del sistema unipartidista que gobernaba al país y que, para muchos, fue su sentencia de muerte.
¿Fue Aburto en realidad un asesino que actuó por sí solo? Los hechos después del crimen parecen indicar a que hubo más implicados. Recordemos que durante las investigaciones, por lo menos 16 personas murieron en circunstancias sospechosas; todas, desde luego, involucradas en el círculo de sospechosos, otros eran investigadores privados, una agente del MP Federal que investigaba el caso e incluso, algunos testigos potenciales. Ese es un claro indicativo que había quienes sabían más de lo que quisieron hacer creer a la sociedad.
Con toda la incertidumbre y la ausencia de verdad en esto, priístas y no priístas conmemoraron el pasado 23 de marzo el XX Aniversario de aquella tarde trágica en Tijuana. Hubo loas al malogrado candidato presidencial, discursos plañideros en algunos casos y palabras de aliento a la familia de Colosio… Pero todos se abstuvieron de exigir una justicia real, a fondo, verdadera.
Un altísimo porcentaje de ciudadanos, según un sondeo realizado por El Universal, cree que el expresidente Carlos Salinas de Gortari, en funciones durante el magnicidio, fue quien ordenó la acción. Luis Donaldo había empezado a marcar una sólida distancia entre su candidatura y el exacerbado presidencialismo encarnado en Salinas. Ponía en riesgo los privilegios del exmandatario, su familia y el grupo político que lo impulsó y a cuyos máximos dirigentes sometió una vez sentado en Los Pinos.
La clase política emergente que apoyaba a Colosio, lo sabía; entre éstos, Ernesto Zedillo Ponce de León. La detención de Raúl Salinas de Gortari y la cadena de sucesos contra la familia del exmandatario, no fueron gratuitos. Si Zedillo atacó los intereses financieros de la familia Salinas de Gortari, hay quienes piensan que Colosio, no solo hubiera encerrado a Raúl, sino que hubiera ido contra el mismo Carlos.
En ese contexto, desde mediados del sexenio de Zedillo, hubo sugerencias serias en el sentido que, a través del todopoderoso jefe de la oficina de la presidencia, José Córdoba Montoya y el entonces secretario de Gobernación, José Patrocinio González Blanco, Salinas habría pedido, explícitamente, su renuncia a la candidatura. La negativa de Luis Donaldo, pudo haber sido otro de los clavos en su ataúd.
Veinte años de falacias. Veinte años en que la historia, se escribe de la misma forma de siempre: fantasías y mentiras. Pese al PAN en el poder, nada ha cambiado.

Tarjetero

*** Bajo el cobijo de las siglas de la fantasmal “Federación de Pueblos Rurales” (FEPUR), Marco Antonio Godoy Rodríguez, se hace de mulas Pedro, a costilla de campesinos y productores, a quienes les ofrece gestionar todo tipo de apoyos pero que a la larga, no les llega ni medio centavo. Su método para estafar a los campesinos es el mismo de la mayoría de los de su calaña: llega, se presenta como líder de alguna organización campesina, o como funcionario de cualquier dependencia gubernamental dedicada al asunto agropecuario. Dice tener influencias. Lo que en realidad tiene, son complicidades. Saca firmas, copias de documentos oficiales y acude a las dependencias a “gestionar” los recursos. Los recibe y, obviamente, nunca más regresa a los ejidos de El Soconusco y Sierra, donde tiene sentadas sus bases de corrupción. Ahí no para el asunto: resulta que con documentación sustraída mediante engaños a cientos de campesinos en operaciones fraudulentas pasadas, pretende ahora, obligar a la SAGARPA a que le transfieran millonarias cantidades de dinero que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, otorgó a la SAGARPA para dotar de vivienda a los trabajadores del campo. El argumento de éste sinvergüenza es que es compadre y amigo del encargado de ese programa federal. Ahí, alguna autoridad debe intervenir y de manera inmediata. No se puede seguir alimentando a parásitos como Godoy Rodríguez. *** Llamó la atención la presencia de Manuel Velasco Coello en el homenaje póstumo a Luis Donaldo Colosio; las interpretaciones de su asistencia, van y vienen. Los cercanos a él, empiezan a inquietarse tantito. Y los no tan cercanos, los que habitan el edificio frente al parque Santo Domingo, empiezan a ver la luz al final del túnel. Cosas de la política. *** Bayardo Robles Riqué, ya empezó su campaña para la alcaldía tuxtleca. Es lo que se interpreta por su publicidad. Sería mejor que se ponga a trabajar en serio. *** Luego nos leemos.
amksheratto@hotmail.com

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