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| Triunfo indiscutible, pese a Calderón. |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
En medio de acusaciones de malas mañas, los panistas por fin dejaron salir el humo azul de su chimenea: Josefina Vásquez Mota —que se había convertido en el blanco de los ataques de Creel y Cordero— resultó indiscutible ganadora de la contienda interna; era de esperarse si se atenían a lo que las expectativas pintaban. Lo contrario hubiese terminado en un fiasco que habría dejado al presidente Calderón como un político antidemocrático y a la ahora fallida candidatura de Ernesto Cordero, como una imposición inaceptable.
La reyerta, entonces, quedó atrás; no podemos regatear a los otros dos contendientes el espíritu democrático que mostraron al acudir a levantarle la mano a su adversaria vencedora. Civilidad. Cierto, fueron muy civilizados, acto que en el PRD es impensable y en el PRI, habría desatado a todos los demonios. Aplauso por ello.
Ahora bien, lo que viene es lo que cuenta. Josefina Vásquez Mota, quiérase o no admitir, es una candidata fuerte, competitiva. De hecho, no son pocos los analistas serios que han dicho que es la única candidata que podría rebasar a Enrique Peña Nieto, a quien desde ya, le otorgan el triunfo electoral, dada su popularidad, factor que le ha regalado concesiones que lo han arrastrado a cometer errores tácticos de consideración.
En la componenda Calderón-PRI, se visualiza un acuerdo bajo la mesa que a la hora, no salió como esperaban. El presidente tenía la intención de poner ante Enrique Peña Nieto a un candidato panista débil, uno que no pusiera en riesgo las aspiraciones del exgobernador del Estado de México. Ello explica la intención de apuntalar a Ernesto Cordero, un servidor público que durante el sexenio de Vicente Fox, figuró con poca fortuna en la administración pública.
A la asunción de Felipe Calderón, logró montarse en la estructura gubernamental, llegando a ser el encargado de debilitar la economía del país; con la carta de presentación que lo ubica como el principal artífice de la crisis financiera que atraviesa el país, sería el blanco útil de Peña Nieto para alcanzar la presidencia sin correr ningún riesgo. Porque de por sí, Manuel Andrés López Obrador, no representa competencia para la presidencia.
Su discurso sigue siendo demagógico, perturbador y poco convincente; MALO, no ha podido estructurar un discurso congruente, posible. Si revisamos sus últimas arengas, encontramos que ha prometido construir un tanto más de refinerías, sin tener idea del impacto ambiental y lo peor, ha jurado sacar al ejército de las calles en cinco meses, lo que ha llamado la atención, pues la llamada guerra contra el crimen organizado, por desgracia, ya no se para con acciones populistas.
Insistimos: les falló el plan. Sin un candidato fuerte y confiable en la izquierda y sin nadie de peso específico en la ultraderecha representada en Cordero, Peña Nieto y Felipe Calderón habrían alcanzado lo que han dado por llamar “la alternancia”, cosa que les daría un “plus” en sus aspiraciones por figurar en la historia como dos de los grandes.
Ahora, por el contrario, Josefina se convierte en una rival capaz, competente y que, como pasó con el propio Felipe Calderón que fue prácticamente desechado por la concubina del expresidente Fox, Martha Sahagún, alcanza la nominación sin el respaldo presidencial que ya es un aliciente para ella.
A Peña Nieto, lo impusieron los grupos de poder político y económico del PRI; mucha de ésta gente, ligada con el crimen organizado, otros más, con historiales de corrupción inaceptables y muchos más, con fuertes intereses financieros en el país. Manuel Andrés, mediante amenazas y chantajes, secuestró a los partidos de la menguada izquierda mexicana y se autoimpuso como candidato único.
Vásquez Mota, sin embargo, llega contra la voluntad del presidente de la República, contra la imposición de grupos de poder y contra otros factores que, en la llamada “presidencia imperial”, eran más que rituales, órdenes indiscutibles… Hoy rotas por la inercia del voto libre.
Un valor agregado de Josefina es su condición de mujer; contrario a Peña Nieto que desecho la candidatura de María Elena Orantes a la gubernatura de Chiapas “por ser mujer”, los panistas que eligieron a la ahora candidata del PAN, le dieron la confianza de llegar a la presidencia, precisamente por ser mujer.
Parecerá moda, pero ya en varios países de América Latina, gobierna una mujer; Brasil, Argentina, Costa Rica; antes ha habido mujeres presidentas en Panamá, Chile, Ecuador, Nicaragua, Bolivia y Argentina, con Isabel Perón. ¿Es el turno de México?
Tarjetero
*** Que la averiguación previa contra el director del Registro Público de la Propiedad, Omar Rolando López Aguilar, acusado desde el año pasado de violencia intrafamiliar, lesiones, amenazas y otros delitos, fue turnada a la Fiscalía de Delitos cometidos por Servidores Públicos. Esto, definitivamente, suena a dilación deliberada y ventajosa de la justicia, lo cual, si mal no estamos, constituye también un delito, pues se presume que la aplicación de la justicia debe ser pronta y expedita. Además, se incurre en corrupción de la ley y se promueve la impunidad. Seguiremos pendientes del asunto. *** Y en la COMCAFE, la corrupción y abusos de Obilfrido Gómez, sigue gozando de buena salud. Nadie quien intervenga, lo que nos obliga a decir sin la menor de las dudas que ese cuento del combate a la corrupción, es eso: un cuento chino. El Contralor, ni sus luces. Hasta se dice que él mismo presiona para que no se denuncie la corrupción. Bien van. *** Ahora resulta que Pablo Salazar se queja de “acoso” en su contra por la detención de un su familiar, en posesión de equipo de espionaje. La verdad es que con ello se explica por qué, durante una entrevista de radio, dijo no leer los periódicos, pero sí admitió estar “bien informado”. ¡Claro! Habrá qué ver a quiénes espiaba. ¿Ya se le olvidó a Pablo que tenía una casa de seguridad en la colonia Moctezuma donde, siendo gobernador, espiaban a los funcionarios federales y al mismo expresidente Fox cuando visitaba Chiapas? ¿Ya olvidó que sobre la terraza del edificio donde está la ahora secretaría de Infraestructura, también había otro centro de espionaje? Llorón salió el que en sus tiempos de poder, se creía dios. Habrá qué regalarle unos pantaloncitos para que se los ponga. *** Que ante su derrota, Ernesto Cordero no tendrá de otra que buscarse una chambita de seis mil pesos mensuales. Seguramente le alcanzará. *** Luego nos leemos.
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