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| Títere y payasita que da pena ajena. Mucha pena. Tanta pena. ¡Lloremos por ella! ¡Ternurita! |
Angel Mario Ksheratto
Una cosa es el derecho y otra, la búsqueda de impunidad. A Pablo Abner Salazar, no se le pueden negar el derecho a una defensa pulcra y tampoco el de convivir, como todo reo, con el resto de la población. Y está en su derecho de exigir que se le otorguen todas las prerrogativas a las que tiene acceso y el Estado, obligación de otorgárselas. Pero de ahí a que pretenda convertir el derecho en oportunidad para obtener impunidad, hay una distancia que se debe considerar, justamente, sobre el terreno del derecho.
Es decir, que se apegue, como procesado, a las normas institucionales, atendiendo principios que él por cierto, negó a sus perseguidos cuando usurpó grotescamente, la obligación de las instituciones. Debe, por tanto, recordar que en todo caso, el principio de justicia debe prevalecer por encima de sus pretensiones y lloriqueos.
Hasta ahora, no hemos escuchado que el tirano Salazar pida un juicio justo; exige libertades y canonjías para burlar la acción de la justicia. Exige espacios para defenderse fuera de los Tribunales, lo cual no se acerca a lo que la norma establece respecto a los “derechos” que persigue.
Al no recurrir a los instrumentos legales a su alcance, no solo renuncia per sé al derecho de una defensa legítima, sino que evidencia su intención de quebrantar las normas que rigen a la sociedad, muchas de éstas, impuestas por él en su momento, para castigar sin piedad a quienes se atrevían a contravenir sus abusos durante el tiempo que fingió ser gobernador.
En un Estado de leyes, nadie puede exentarse a sí mismo o por terceros, de la aplicación de los correctivos; uno de los delitos por los que se juzga al tirano Salazar es por la muerte de 32 niños en Comitán; según los tratados firmados por México con respecto a ese tema, no debe haber impunidad, en virtud de ser considerados delitos de lesa humanidad.
Anular el derecho mediante presiones políticas desde el Senado y la dirigencia de un partido que no se ha distinguido por tener militantes honrados, es tratar de privilegiar la impunidad. Es contraer el papel de las instituciones para convertir a la justicia en un mero retrato de la omisión de responsabilidades. Pablo Abner debe entender que la justicia, es para todos; él incurrió en delitos graves y por tanto, debe pagar cada uno de éstos. Si los perredistas buscan su impunidad, en las urnas podrían pagar el costo. Pero la ley y la justicia, no deben retorcerse para beneficiar a quien ha roto los cánones de la sociedad.
El lloriqueo constante, solo enciende la ira popular; el cinismo no es buena arma para un ladrón que trata desesperadamente, salir de donde, por justicia, no debe salir en muchos años… Por lo menos hasta que aprenda a respetar la propiedad ajena.
Propongo a mi loro
El Posh (aguardiente ilegal producido en la zona Altos de Chiapas) sería la pronunciación de las siglas de un partidito rascuache que fue fundado hace un par de años, se dice, con la intención de terminar con el monopolio electoral del PRI, el PAN y el PRD. En realidad es un partidito que le hace honores a su pronunciación y a su escritura: Posh, porque su dirigente no vive sin el santo trago y POCH, es lo que se oye cada vez que el Posh, hace efectos en él.
Guasa aparte, el POCH o Posh, se ha convertido en el hazmereír de la chiquillada política en Chiapas. Recientemente, anunciaron que postularán a Marvin Lorena Arriaga como candidata a la gubernatura. Buen chiste. Nos sacaron la risa.
Pero para miles de chiapanecos que no ven la política con humor, la noticia causó repugnancia. No por la candidata porque en realidad, no le interesa a nadie, dada su pobrísima posición política. Ha sido por la grosera forma como gastan el dinero del pueblo.
Tantos millones de pesos en apoyo a un partidito desnutrido para que salgan con una propuesta de ese tamañito, indigna, molesta. Para el colmo, la Marvincita no cubre el perfil ni siquiera para ser regidora. Es tan pobre y frágil en la política, que hasta un vendedor de discos pirata le ganaría ¡hasta un concurso de belleza!
Pobre la chamaquita, le han jugado su cabecita; su ingenuidad y la esperanza que alguien memorice su nombre, la han arrastrado a una broma de mal gusto, pero que sin embargo, será motivo para gastar dinero a raudales.
En todo caso, propongo al Posh a mi loro como candidato: se sabe 17 palabras, chifla la canción de “La rabiosa”, le mienta la madre a mi perro, masca chicle, se cuelga de las cortinas, sale a defecar al patio, le gusta el posol blanco con chile, le jala el pelo a la Lupita, dice ocho groserías, pregunta la hora, es leal, inteligente, cariñoso… y es verde. Mejor propuesta no la pueden tener. Y el gasto sería justificado.
Y ya en serio, chamacos del partidito en cuestión, ya pónganse la mano en el corazón; ese dinero que van a malgastar —y que es del pueblo, no lo olviden— mejor deberían devolverlo para ayudar a los pobres. No jueguen con los chiapanecos. No desde chamacos, se den el lujo de quedar como viles ladrones. Porque así serán vistos.
Tarjetero
*** Hilario González y Juan Carlos Mafud, exalcalde y extesorero de Tonalá, han sido acusados formalmente del desvío de casi 34 millones de pesos. Mediante los oficios números OFSCE/AEPI/DPI/SPF/0048/2011 y OFSCE/AEPI/DPI/SPF/0065/2011, de fecha 2 y 13 de junio del año pasado, se supo que este par de raterillos, no pudieron comprobar 33 millones, 634 mil 657 pesos con 26 centavos. La exigencia, claro está, es que vayan a la cárcel. Como estos dos, están otros exalcaldes que ahora quieren ser candidatos a diputados. *** Enoch Hernández, diputado local y exalcalde de San Cristóbal (por cierto, con algunas observaciones no resueltas ni explicadas a su cuenta pública) desmintió ayer, vía Twtitter que esté tratando de chantajear a la candidata del PRD con una candidatura. De tal forma que, se la den o no, esperemos seguir viéndole tan combativo como hasta hoy. *** Nada nuevo bajo el sol que alumbra a la COFEL; lo relevante es que están investigando cerca de 50 denuncias. Eso es un avance. No como quisiéramos, pero algo es algo. El chiste no es solo investigar; la cosa es actuar y hacerlo con contundencia y otra cosa: de manera pareja, no solo contra aquellos que no le guiñan el ojo a quien otros sí. ¿Cuánta barda y espectacular hay de todos los candidatos y nadie dice nada? Erik Ocaña puede ser de buena fe, pero se reafirmaría si nos da la noticia que ya se sancionó con severidad a los beneficiarios de tanta pared pintarrajeada.*** Luego nos leemos.
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