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| Universidad obligatoria, entre los planes. |
Angel Mario Ksheratto
Amilcar Oney Chíu Cruz, ya está sentado junto con dos hombres alrededor de una mesa; camarones secos, quesillo, picadillo de tomate con carne tártara y refrescos de cola, frente a ellos. No es el fortachón con cara de niño que aparece en los carteles de todo el distrito electoral federal del lado oriente de Tuxtla Gutiérrez. De risa fácil y suave, acepta el reto de un par de preguntas incómodas bajo el argumento que nada debe y por tanto, no teme al cuestionamiento.
Aspirante a una curul en el Congreso, se declara surgido del esfuerzo personal y niega los epítetos que en contra suya, han aderezado sus adversarios quienes, según él, lo hacen ante la imposibilidad de lograr lo que él, a base de trabajo con las bases sociales ha podido. He aquí un extracto de la entrevista:
—¿Por qué quiere alcanzar un puesto de elección popular?
—Porque soy un luchador social y porque estando dentro del poder, es como podremos hacer muchos cambios a las reglas que conforman a la sociedad; por ejemplo, desde ciertos puestos públicos, se puede obtener las formas de beneficiar a la sociedad con nuevas leyes, nuevas reformas.
—La falta de seriedad, de congruencia y de capacidad de los políticos para construir y consensuar programas de trabajo e incluso, una agenda legislativa acorde a las necesidades del país, es un tema que está permanentemente en la mesa de análisis, ¿se inscribe usted dentro de esa larga lista de políticos poco confiables?
—La sociedad ya está cansada que los políticos solo lleguen a hablar, a decir cosas sin tener una agenda legislativa. En mi caso, me pidieron un proyecto de trabajo legislativo; dentro de ese proyecto, como abogado y ciudadano afectado por muchas leyes hechas al vapor, propusimos un trabajo legislativo que ayude a la sociedad.
—Un ejemplo de la propuesta presentada por usted…
—Que se aplique lo que dice el artículo Cuarto Constitucional, que se refiere al derecho de una vivienda digna para cada familia mexicana; ese es asunto que actualmente, no se cumple. La idea es que no solo los que cotizan en el ISSSTE o el IMSS, sino todos los trabajadores que no gozan de los beneficios de ser trabajadores del estado o de empresas que están inscritas dentro del padrón de esas instituciones. Es decir, que en el cumplimiento de esa ley, hasta los trabajadores informales puedan tener acceso a una vivienda decorosa.
—¿Qué otras leyes le parecen inaplicadas en el país?
—La de Educación. Hasta ahora, hasta la preparatoria es obligatoria. Mi propuesta es que se incluya la universidad como obligatoria y no solo de parte del estudiante, sino del gobierno y las mismas universidades. Hay muchas microrregiones en Chiapas que requieren de una universidad pública y no la tienen.
—Según su punto de vista, ¿qué ha fallado en el sistema educativo para que hoy tengamos un rezago inadmisible?
—Lo que nos han dicho es que en las microrregiones, no se reúne la cantidad de estudiantes para justificar la creación de una universidad. Incluso, hay lugares donde ni siquiera hay una preparatoria.
—Tenemos un gobierno federal poco comprometido con la educación, sindicatos magisteriales corruptos, maestros irresponsables, abusadores y haraganes, diputados ladrones y para el colmo, una sociedad pasiva, permisiva, ¿es factible alcanzar niveles educativos óptimos si consideramos que por todos lados hay irresponsabilidad?
—Es factible, pero solo a través de las nuevas generaciones de políticos que estamos actualmente luchando; yo vengo de una familia que luchó para superarse y bajo eso, creo que se pueden cambiar las cosas.
—¿No le parece demagógico eso que los jóvenes políticos van a acabar con todos los males del universo? Además, los abuelos decían, con toda razón, que una golondrina solitaria no hace verano…
—Al contrario; debemos demostrar que un solo hombre, desde la posición que tenga, puede hacer mucho por su estado, por su país; solo es cuestión de tener el coraje y la disposición de hacer las gestiones necesarias y por supuesto, quitarle el amor a las ambiciones personales para ayudar a la gente. Un legislador, un servidor público debe ser gestor incansable.
—¿Cómo, desde su perspectiva, debe ser un diputado? ¿Agachón? ¿Vendido? ¿Ratero? ¿Mentiroso? ¿Aplaudidor del presidente en turno si es de su mismo partido?
—Un diputado debe representar a su pueblo. Independientemente de las siglas que uno tenga, debe aprobar leyes que beneficien a los mexicanos en general y no solo a un grupo de poder o a un funcionario. De la misma forma, si es una ley contraria al interés general, de alzar la voz para evitar que se cometa una aberración, sin importar si el presidente es o no del mismo partido. Se debe tener siempre presente que los cargos son efímeros y en tres años, regresan a su condición de gobernados.
—En los partidos políticos hay una carencia absoluta de principios ideológicos; hoy vemos que priístas asumen candidaturas priístas, perredistas en el PAN, panistas en el PRD, en fin, ¿en qué parte de la historia reciente se perdió la congruencia?
—La han dejado en el olvido; pareciera que la modernidad los ha convertido en políticos híbridos. El abolengo ideológico, la tradición y el respeto por las ideas ya no es importante para quienes hacen política. Antes, los políticos daban la vida por defender lo que consideraban bueno para el pueblo, hoy se matan por arrebatar las siglas de los demás.
—¿Se debilita su partido, el PRD, con el reciente éxodo de priístas que venían usurpando las siglas y se fueron a otros partidos?
—No, para nada; no se ha debilitado. Al contrario, se fortalece, porque se van quienes traicionaron antes al PRI y ahora al PRD. Es una depuración que se esperaba, pero que es saludable para una izquierda que de pronto, se vio secuestrada, mutilada y desacreditada. Son gente que ha hecho daño a Chiapas. Yo creo que es mejor que se vayan y hagan sus cosas malas en otros partidos y no en el nuestro, que es un partido cercano a la gente, que surgió de la gente urgida de un cambio real para el país. Queremos una nueva generación de políticos que caminen entre la gente, que cambien al país y a Chiapas.
—Su razonamiento sobre los políticos jóvenes, es bueno, pero los políticos de nueva generación, son igual que los de antes; en el PRI, Roberto Albores, imponiendo medidas poco ortodoxas, en el PRD, Luis Raquel Cal y Mayor, como todo un títere y en el PAN, Carlos Palomeque, formando su club de amigotes de parranda… Y los demás partiditos, ni se diga, puros dirigentes borrachos y prepotentes. ¿Dónde está el cambio que ofrecen las nuevas generaciones? ¿Qué garantiza a la gente que Amilkar Oney Chiu Cruz no es de la misma calaña de “las nuevas generaciones a las que se refiere? Porque goza usted de la fama de oportunista, demagogo y ególatra…
—Al hablar de las nuevas generaciones, hablo no de juventud ni de experiencias, sino de los que vienen con una ideología firme; vienen con el don de servicio y que tienen como base, una lucha social permanente y comprometida. No son políticos de escuela ni nacidos en pañales de seda. Si una escuela tienen, es la que la realidad social les ha puesto enfrente, es decir, venimos desde cero. En cuanto a mí, soy un político nacido del esfuerzo personal y familiar y por lo mismo, hago las cosas conforme a las necesidades de la gente. No ayudo por un voto, sino vocación. Esto lo he venido haciendo desde hace años y lo único que me queda es la satisfacción de servir sin pedir nada a cambio. Y claro, es bueno que la gente lo sepa, no para que me aplauda, sino para que recurra a nuestra organización cuando así lo requiera. Es trabajar por amor a la gente.
—Me suena a la construcción de la famosa “república amorosa” de López Obrador… Solo que la base de esa “república”, es decir, lo seguidores del señor en cuestión, se agarran a cubetazos a cada rato por una migaja.
—Cuando hablo de amor al prójimo, lo digo porque todo buen político debe tener principios y valores morales y espirituales para poder ser una mejor persona. La realidad del pueblo es la que obliga a ayudar sin intercambiar un apoyo por votos. Trabajamos en materia de salud porque en muchos lugares no hay acceso a esos servicios; me refiero a los básicos, ahora te imaginas cuando alguna persona requiere de un especialista. Todo se conjunta para que en cientos de comunidades, la gente no tenga ni siquiera para una aspirina. Por eso tenemos dispensarios médicos donde la gente obtiene descuentos hasta en un 80 por ciento. Es decir, si en una farmacia un medicamento les cuesta 100 pesos, con nosotros les cueste solo 20.
—¿De dónde salen tantos recursos para sostener dispensarios, campañas médicas, apoyos al campo y todo lo demás?
—Del MOPARC (Movimiento de Participación Ciudadana) que represento; son recursos propios de la organización que se utilizan de manera íntegra para beneficiar a la población.
—¿Aportan cuotas los miembros de su organización?
—No; lo hago yo como abogado y como socio de mis empresas. El 30 por ciento delo que yo obtengo como abogado, como profesionista del Derecho, los aporto al MOPARC…
—¿Alcanza para tanta gente?
—No, pero hay gente altruista que aporta a favor de los más necesitados.
—Si Amilkar algún día tuviere la oportunidad de ser diputado o funcionario público, ¿seguiría siendo el mismo hombre de buena fe?
—Seguiré siendo el mismo para no perder identidad. El proyecto inmediato que tenemos enfrente es construir el hospital del MOPARC para contribuir a la salud de la gente. Esto, independientemente de si alcanzo un puesto de elección popular o no.
Tarjetero
*** De extracción pablista (al que terminó traicionando) de nuevo se erige en “el gran elector”. Sus tentáculos ya alcanzan a las instituciones electorales, a cuyos empelados despierta a horas de la madrugada para que le abran las puertas de los edificios para desde ahí, “trabajar”. ¿Quién es el susodicho? Ya lo sabremos en breve. Lo que sí le adelanto es que él impuso a ciertos funcionarios de las dependencias electorales, lo que le da el privilegio de ir a husmear por las noches los expedientes de los aspirantes. *** Ni el mejor chiste del mundo me había hecho reír de tal forma. ¿Marvin Lorena Arriaga, candidata a la gubernatura? ¡Por Dios! está bien que el POCH sea un partido de rufianes y niñatos pañaludos, pero de eso a poner de candidata a una chavala sin cultura ni educación, me parece una extremada falta de respeto a los chiapanecos. La muchacha en cuestión, señores, no tiene la estatura política, ética y moral para buscar el más grande cargo del estado. En todo caso, les aplaudiríamos que abanderasen al famoso “Diputado 41” que ése señor, con todo y lo que se diga y piense de él, es inteligente, respetuoso, carismático. ¿Acaso piensan que los chiapanecos son gente tonta a la que le van a poner candidatos de tan nula calidad moral? Ese es el inconveniente de crear partiditos con gente carente de sesos. Pero ni modos, de Carlos Alberto Herrera Ruiz, no se podía esperar una burla de ese tamaño. Tal para cual. *** Luego nos leemos.
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