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| El criminal, dede ser juzgado, no perdonado. |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Cínico, mentiroso, manipulador, hipócrita y cobarde; son, por muchas razones, los adjetivos que se ganó a pulso el tirano exgobernador, Pablo Abner Salazar, durante una entrevista con Carmen Aristegui, en la que mintió como hijo del diablo, una y otra vez. En ésta, acusó a la prensa local de servir a los intereses golpistas del actual gobierno, al que señaló de actos de corrupción y favoritismos que de plano, dijo no tener una sola prueba, más que sus propias garantías.
Lo que se suponía, sería una entrevista para tratar de “esclarecer” el caso de los más de 30 niños muertos por negligencia gubernamental, se convirtió en un foro de engaños y mentiras, acusaciones infundadas y diarrea de lloriqueos en los que el exdictador trató de limpiar su imagen, lanzando los excrementos que trae sobre sí, contra los que él considera sus enemigos.
A tal grado llegó el cinismo y la hipocresía de Pablo Abner, que juró que su brazo ejecutor, Mariano Herrán Salvatti, ya está libre, en pago por las delaciones en que incurrió, al declarar contra éste en el caso de los niños muertos en el hospital comiteco. Nada más desleal, torpe y desequilibrado.
Luego habló del endeudamiento del gobierno estatal; como en todos los casos, no presentó una sola prueba, más que palabrerío hueco.
Lo que convoca a la carcajada abierta, es el llamado que hace al gobierno federal para que frenen, según su estúpida creencia, la persecución en su contra, lo cual, en serio, da risa, pues si alguien ha sido persecutor, fue él, quien encabezó, junto con la más espantosa corrupción, abusos y escandalosos saqueos.
No parece que hubiese estado hablando de sus adversarios, sino de su propio gobierno. Los movimientos bursátiles que él ahora utiliza para soñar con una remota desestabilización por la vía de lo que llama “desvío de recursos”, ¡los inició él! ¿Acaso ya olvidó los movimientos financieros que realizaron sus hermanos? ¿Cree que los chiapanecos somos estúpidos como para no darnos cuenta de la ahora inmensa riqueza de su familia cuando antes de ser él el gobernador, vivían de la caridad pública? ¡Hipócrita! ¡Mentiroso! ¡Cínico!
El menos indicado para hablar de corrupción es precisamente Pablo Abner; él sí saqueó a los chiapanecos. Debe recordar el sinvergüenza en cuestión que cuando él gobernó, su brazo ejecutor, Mariano Herrán, despojaba de su patrimonio a los acusados, a los perseguidos políticos. ¿Ya ha olvidado Pablo que una de las tantas casas que posee uno de sus hermanos se la quitaron a un empresario de la costa a quien acusaron de tráfico de drogas sin fundamento alguno?
La cobardía del exdictador, es brutal, como brutales son sus señalamientos; se dice “perseguido político”; ¡no señor! Es un delincuente que se escuda en ciertos medios de comunicación, medios tendenciosos, hambrientos de sangre y violencia. ¿Acaso estamos obligados a creer que no es un vil y vulgar ratero? ¿Solo porque se declara inocente ante uno que otro periodista?
En las declaraciones de Pablo Abner podemos encontrar a un hombre amargado, frustrado y sediento de venganza; no vemos por ninguna parte al hombre sensato, capaz de convencer con pruebas.
Se le nota cansado, dispuesto a utilizar la coacción, la presión y el chantaje, para salir de una cárcel que sí se merece. Asegura que miles de gentes están de rodillas, pidiendo por su liberación; pienso que es todo lo contrario; miles piden, exigen que se quede en la cárcel. De rodillas estuvieron todos los chiapanecos durante su sexenio porque ése, sí fue un sexenio de terror, de persecución y de robos descarados.
Si Pablo Abner tuviese un poquito de vergüenza, debería aceptar las consecuencias de sus atrocidades; que no se crea Nelson Mandela, porque aquel, sí fue un demócrata; estuvo preso por sus ideas, no por ladrón ni asesino de bebés inocentes.
Nada qué ver; Mandela es un hombre probo, culto, sabio; Pablo Abner un raterito pedestre que debe pagar cada uno de sus actos. Y que no salga con que la prensa local está toda en su contra; son los hechos los que se divulgan. ¿Ya se le olvidó que él también utilizó a los medios para descarnar mediáticamente a quienes metía presos? ¿Ha perdido la memoria y ha echado en el cesto del olvido aquellas andanadas de chingadazos que tiraba contra sus enemigos por los mismos medios que ahora acusa?
Pablo Abner, no parece un hombre consecuente con sus actos; más bien, parece una niñata ofendida por su propia fealdad.
Tarjetero
*** Ignorantes, resultaron los regidores del Ayuntamiento de San Cristóbal de las Casas, al hacer una serie de cuestionamientos a la alcaldesa, Cecilia Flores. Tenía qué ser así. Son regidores del PRI que, en la rebatinga política actual, quieren hacerse notar para ver si son tomados en cuenta para una candidatura. El resto del tiempo, mantuvieron el pico cerrado, ya por complacencia, ya por intereses o ya por idiotez. Ahora resulta que son críticos, que quieren las cosas bien hechas. Lo que llama la atención es que los ahora criticones del ayuntamiento al que pertenecen y por lo que cobran jugosos sueldos, no han querido señalar los yerros por ellos cometidos, como por ejemplo, la contratación de empresas particulares sin cumplir el reglamento, como lo hizo el regidor Manuel Morales Zúñiga en un proyecto ejecutivo, del cual tenemos documentación que sustenta la denuncia. En fin, como es época electoral, quieren sacar los chones hasta de los vecinos, para lavarlos en plena calle. *** El fiscal Rafael Martínez Ruiz, asentado en Tonalá, está siendo acusado de abuso de poder, extorsión, secuestro y otros delitos; resulta que éste mal funcionario, detienen a la gente sin que haya cometido un solo delito y posteriormente, pide dinero a las familias para dejarlos en libertad. No es la primera vez que desde éste espacio denunciamos públicamente a éste sujeto. Ya van varias y nadie hace nada. Por ahí se dice que un alto funcionario, recibe su cuota y por eso, lo protegen. ¿Será? *** Para Susana Solís, Irma Ramírez, Tomás Vásquez, Gaby Caballero, Alfonso Carbonell y Hugo Villar, amigos y colegas, un abrazo por celebrar en éste mes, su cumpleaños. *** Luego nos leemos.
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