Sami David, ¿encabeza? |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Es absurdo; inadmisible. Mientras el gobierno doméstico hace esfuerzos humanitarios para dar a los migrantes centroamericanos un trato digno y respetuoso, el Gobierno Federal insiste en aplicar su política represiva y de persecución —casi criminal— a quienes van en busca del sueño americano, ese mismo que millones de compatriotas persiguen con un costo de muerte pocas veces dimensionado con justicia. A unos días, horas casi, que el gobernador Juan Sabines Guerrero acudiese a prestar auxilio moral a los migrantes, un nuevo hecho de corrupción y abuso sacude al Instituto Nacional de Migración.
Según el rotativo Prensa Libre, de Guatemala, cinco migrantes centroamericanos fueron vapuleados y asaltados por agentes del INM en el tramo Tonalá-Arriaga. Ahí, dice el diario, los cinco migrantes —entre éstos cuatro menores de edad—, fueron despojados del dinero que poseían para costear sus gastos de traslado a los Estados Unidos. Tras el asalto, fueron dejados en libertad, lo que aprovecharon para llamar a sus familiares y solicitar más dinero para continuar el viaje.
Los asaltantes con charola de la Secretaría de Gobernación, fueron denunciados ante la Fiscalía de Atención al Migrante, curiosamente, no por las víctimas, sino por el periodista Juan José Gutiérrez, quien presenció los hechos.
La respuesta de las autoridades migratorias fue tibia; de los cuatro participantes en el asalto, solo cesaron a uno: Iván David Pérez, a quien se le señala de haber sido quien arrebató el dinero a los migrantes. Al jefe del operativo, sólo le suspendieron y al resto, se le dejó en absoluta impunidad. Ese es, precisamente, el problema: la impunidad y complicidad de los altos mandos en las garitas migratorias.
No es posible que mientras el Gobierno del Estado lucha por mantener a salvo los derechos de los migrantes, las autoridades federales desoigan el clamor generalizado de ofrecerles un trato decoroso, digno y respetuoso. Obviamente, no es la primera ni la última vez que ocurren casos de robo, asalto, abusos, torturas, violaciones, extorsiones contra migrantes. Sucede a diario y a cada rato.
De ahí la exigencia contundente y sin concesiones al Gobierno de Felipe Calderón en el sentido que ordene una inmediata depuración del personal de esa institución en Chiapas. ¡Ya basta de abusos! Lo hemos dicho siempre: no podemos exigir al gobierno estadounidense respeto a nuestros compatriotas establecidos ilegalmente en aquel país, si acá, a los migrantes del sur de México, se les da un trato indigno. Es hipócrita, pedir lo que no estamos dando.
Por otro lado, es necesario empezar el debate sobre una reforma migratoria que dé a los migrantes el estatus de “visitantes transitorios” para evitar más vejaciones: con esto, el gobierno mexicano se ahorraría miles de millones de pesos en manutención, traslado y estancia de los migrantes y, por otro lado, inhibiría a las bandas de traficantes de humanos.
Mientras siga el mismo personal en el INM, los abusos van a mantenerse. Nadie ignora los nexos del INM con las bandas de traficantes ó coyotes, ó polleros. Me ha tocado ver cómo los traficantes que llevan en autobuses a los migrantes, bajan en las garitas a pagar grandes cantidades de dinero a los agentes del INM. La corrupción solo puede ser combatida con acciones determinantes que otorguen a los viajeros al norte de México, un status que les aleje de las mafias criminales que se mueven desde dentro de la institución encargada de aplicar las leyes migratorias.
La pregunta es si el Gobierno Federal tiene la voluntad de llevar a cabo una reforma migratoria humanitaria. Debería tenerla. Solo así tendrá la fuerza moral para exigir a los Estados Unidos, respeto a nuestros connacionales radicados en aquel espacio de la tierra. Antes, todo será discursos hipócritas.
Tarjetero
*** “Millot, Etudes Politiques” es una empresa consultora con sede en Francia; ésta, recién publicó un estudio relacionado con los candidatos a la gubernatura de Chiapas. No sorprende que los nombres que aparecen en la encuesta de Millot, sean los mismos que todos hemos conocido. Por el PRD aparecen el actual secretario de Gobierno, Noé Castañón León; le sigue Juan Carlos López, “el Chapitas” (que es algo así como el Juanito, aquel loco títere de Manuel Andrés López Obrador) y por último aparece el pablista Rubén Velásquez, señalado de violar los derechos humanos de miles de chiapanecos. Por el PRI, María Elena Orantes, Sami David y César Augusto Santiago. La Nena Orantes, ha venido haciendo campaña desde siempre; su debilidad: las mentiras recurrentes, el engaño a sus electores. Pero ahí la lleva. A Sami David los chiapanecos le recriminan el haberlos abandonado cuando Pablo Abner Salazar los subyugó bajo un gobierno autoritario. Pero el que sorprende es César Augusto Santiago Ramírez. Cualquiera puede estar en el ánimo de los electores, menos éste señor. Su aparición en la lista de Millot, podría deberse a los nexos de su esposa —María de las Heras, sobresaliente encuestadora, por pedido, en México— con los directivos de la empresa francesa. No hay otra explicación posible. Por el PAN figura el también pablista Ovidio Cortázar Ramos, acusado de extorsionar a los alcaldes morosos cuando fungió como presidente de la Comisión de Hacienda del Congreso del Estado. Y por el PVEM, obviamente, Manuel Velasco Coello. El Güero, como se le conoce, se ha mantenido en permanente campaña; su debilidad son los discursos huecos y sin sentido que tira por todas partes. Lo que llama la atención es que en el documento original de Millot, aparecen como los que llevan la delantera, Santiago Ramírez, Orantes López y Velásquez. El mismo documento enviado desde la oficina de Sami David, solo aparece uno por encima de todos. ¡Adivinó! Sami David, como el que encabeza los sondeos. Es la magia de la manipulación, sin duda. ¿Y los demás aspirantes? *** René Velásquez Santiago, diputado local del PAN, tiene un largo historial de corrupción y abusos. Ya le contaré cómo está el asunto. *** Luego nos leemos.
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