Ir al contenido principal

Preocupante repunte de la corrupción en México

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto



Los discursos presidenciales que afirman
el fin de la corrupción, han quedado
en el aire; seguimos siendo un país
de funcionarios y políticos corruptos.

Los discursos callaron; los que arengaban en el sentido que ya somos un país de funcionarios honrados, agacharon la cerviz y no tuvieron otra opción que empezar a engullir sus palabras y sentarse a esperar nuevos foros para retomar su atarantado discurso que al final de cuentas, terminaba por embarrarlos más. “Estamos emplazando a la corrupción, estamos dándole duro a los corruptos”, dijo recién el Presidente Calderón y hasta ofreció algunas cifras que contenían su propio análisis de cómo, según sus colaboradores, la corrupción ha ido desapareciendo “de la cultura del servicio público”. Más aún, convocó a un concurso para premiar a quien denuncie a la dependencia con más burocratismo, madre de los chanchullos. Hace algunos meses, el Secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño, se jactó de los logros de ésta administración en materia de combate a los corruptos. “Es un avance significativo que nos ubica dentro de los estándares mundiales de lucha contra la corrupción”, dijo ante un grupo de inversores. Estaba en boga el escándalo por los negocios de él y su familia en los energéticos del país y seguía en duda su nacionalidad. Con todo y eso, le creyeron quienes tenían algún interés en creerle.
Ahora, según el estudio de de Transparencia Internacional, México sigue igual de corrupto que hace tres años. Es decir, el mismo patrón de corrupción gubernamental que implantó Vicente Fox y su concubina Martha Sahagún, sigue sin alteraciones, lo que desmiente categóricamente el anuncio oficial según el cual, se ha abatido en gran medida el flagelo institucional. No hace falta ir muy lejos para encontrar pruebas de que en México, las autoridades se niegan a actuar con firmeza contra quienes se han adueñado de dinero público. Tenemos, en Chiapas, el escandaloso robo de los recursos emergentes para ayudar a las víctimas del huracán “Stan”. Nadie, absolutamente nadie, ignora que Pablo Abner Salazar y la pandilla de bandoleros que lo acompañó en ésa pestilente administración, se llevaron más del 95 por ciento de los ciento once mil millones de pesos que se destinaron para reconstruir la zona arrasada por el mal tiempo. La misma Contraloría del Estado ha denunciado públicamente el desfalco e incluso, ha adelantado que hay más quinientas personas involucradas en el primer gran robo del siglo pero hasta el día de hoy, ninguna de éstas ha sido llevada a los Tribunales. Es más, hay razones de sobra para creer que en la lista de quinientos presuntos responsables, no aparece ninguno de los directamente beneficiados con ese dinero desaparecido. Es decir, ningún funcionario de primer nivel de la dictadura parece estar en riesgo de ser juzgado por sus crímenes financieros. Hasta donde tenemos entendido, aparecen en la lista desde albañiles hasta capturistas de datos, gente que, estamos seguros, no recibieron ni media moneda de baja denominación. Pero están a un paso de la cárcel para pagar lo que otros se robaron. Eso también es corrupción.
No perdamos de vista que los recursos enviados para las víctimas del “Stan”, son de procedencia federal y por tanto, el Gobierno de la República está obligado a castigar a los responsables directos de ése vergonzante saqueo. El informe que ubica a México como uno de los países más corruptos del mundo, obliga al gobierno de Felipe Calderón a actuar contra los corruptos. No se puede seguir en otros senderos mientras éste, el de la corrupción, esté bloqueado por gente inescrupulosa que ve en el dinero del pueblo, la oportunidad para hacerse millonarios. Hace algunos días nos enteramos que Pablo Abner Salazar, había adquirido acciones en los viñedos de Concha y Toro, en Chile. ¿Con dinero de quién? El sueldo de gobernador no le pudo haber dejado ganancias como para adquirir propiedades en por lo menos cuatro países de América del Sur, lujosas residencias en algunos estados de la República y mantener escandalosas cuentas en diversos bancos mexicanos y en el extranjero.
Pablo Abner nunca fue un hombre de dinero. Quienes le conocimos antes de ser Secretario de Gobierno –cargo que literalmente usurpó puesto que en ese entonces la legislación exigía que para ocuparlo se necesitaba ser abogado titulado y no debía ser ministro de ninguna religión– sabemos que era un sujeto que no tenía ni para pagar las tazas de café que consumía en el Café Plaza. ¡A veces nos pedía prestado para la combi! Y ahora resulta que es multimillonario. Sí, lo es, gracias a la corrupción y a la impunidad de la que ha gozado. Por asuntos como ésos, México está en los peores lugares de corrupción en el mundo. ¿Y que hacen para frenar ese flagelo? Nada. Ahí está Pablo Abner y su pandilla, gozando de completa libertad. Gran parte de culpa de la violencia que vive el país se debe a la corrupción de los jueces y policías. Y nadie hace nada. Y ni esperemos que hagan algo. Sin ser pesimistas, creemos que no se hará nada en virtud que a ninguna autoridad le interesa acabar con la corrupción. Sería el suicidio de los políticos. Eso sí, los discursos en la materia son encendidos e incendiarios. Pero de ahí no pasan.

Tarjetero

*** Existe molestia y preocupación por el asunto de los laudos que el Gobierno está obligado a pagar a los despedidos de sus puestos de trabajo. Precisamente por la corrupción imperante en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje, es que es muy probable que el Gobierno del Estado se encuentre en la obligación de erogar más de novecientos millones de pesos que bien podrían servir para obras de beneficio social. Los encargados de la JLCA, culpan a los abogados de los demandantes. Falso. Es ahí, en la Junta, donde se han cometido terribles omisiones y abusos que hoy tienen al Gobierno en un serio problema financiero. Con todo lo que han hecho en actos de corrupción, bien pueden pagar ese dinero los directivos de la JLCA. Sería una buena salida y así, el Gobierno se ahorraría un buen dinero. *** La participación democrática de la ciudadanía en las acciones de gobierno y en la ejecución del gasto, es prioridad de la Contraloría Social, a cargo de Pedro López Ayanegi. Lo dijo en un discurso en San Cristóbal. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com

Las más leídas

Elba Esther Gordillo, sinónimo de corrupción y arbitrariedad

Fichero Político Angel Mario Ksheratto Cínica, la pseudodirigente magisterial no deja lugar a las dudas respecto a su debilidad por el dinero ajeno. Cuando hace unos días Elba Esther Gordillo Morales, dijo que vivía de su “modesto” sueldo como dirigente sempiterna de un grupo de maestros conocidos como “charros”, nadie le creyó; su larga historia de corrupción, mentiras, simulación y sometimiento, dijo rotundamente lo contrario. Ella misma se encargó de confirmar la incredulidad de los mexicanos, regalando doce camionetas de súper lujo a igual número de dirigentes estatales. Sin duda, un acto de inmoralidad espantosa que obliga a exigir a ésta señora, alejarse definitivamente de la espuria dirigencia que dice tener en sus manos. Vergonzosamente, en ese mismo evento la supuesta dirigente magisterial exigió al Gobierno Federal más presupuesto, según ella, para mejorar las paupérrimas condiciones de la educación en México. Imposible creer que ése dinero vaya a las escuelas de cartón que

Apunte sobre la entrevista Scherer-Zambada

Fichero Político Angel Mario Ksheratto "El narcotráfico está en toda la sociedad", dijo el capo de la droga al periodista Julio Scherer García, fundador de "Proceso". A juicio de uno de los capos más buscado y perseguido por los gobiernos de México y Estados Unidos, toda acción legal contra el narcotráfico, no modificaría el posicionamiento que han logrado y que, deja entrever, se ha alcanzado gracias a una de las enfermedades crónicas que padece el país: la corrupción. Frente al emblemático periodista mexicano, Julio Scherer García, uno de los referentes periodísticos de mayor trascendencia en América Latina, el capo suelta una verdad estremecedora, abrumadora, perturbadora: “el narco está en la sociedad”. Para los persecutores de éstos, la frase debería ser un reto; para los mexicanos, es desalentador. El flagelo ha permeado por todas partes, en todos los estratos sociales, en todos los rincones de la región. Es, quieran o no reconocerlo las autoridades de todos l

Las rabietas de MVC

Artículo Único Angel Mario Ksheratto D e manera imprevista, el senador golpea con fuerza el lujoso e impecable escritorio; suelta imprecaciones, enreda sus dedos en el cabello y, con los puños cerrados, vuelve a castigar al mueble en el que no hay un solo papel. —¡Es un malagradecido!, —explota y se queja—: ahora, ni la llamada me toma… Ni él ni sus funcionarios, ¡carajo! La urgencia de hablar con su sucesor —y no obtener respuesta—, tiene fundados motivos para enfurecerlo: seis de sus ex colaboradores, están siendo seriamente investigados y de al menos cuatro, se tienen evidencias claras de desvíos de recursos y uno, ya tiene orden de aprehensión, misma que, inexplicablemente, no se ha ejecutado. Aunque por lo pronto, las indagaciones de millones de pesos desviados no lo alcanzan a él, sí a sus funcionarios, lo que mediáticamente podría afectarle en sus aspiraciones para saltar del Senado al Gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde donde pretende construir una