Fichero Político
Angel MarioKsheratto
La incursión del Ejército en Tulijá, no ha
sido explicado por las autoridades.
El desorden, la falta de autoridad moral y la demagogia del alcalde de San Fernando, fueron suficientes para desatar por un lado, el salvajismo de los gorilitas que cobran como policías y por otro, la inconformidad de cientos de campesinos que, vista la brutalidad policíaca, se defendieron como pudieron, creando un caos que refleja la falta de capacidad de Manolo Chanona para gobernar a su pueblo, al que ha traído con engaños, mentiras y ahora, represión inusitada que creíamos en el pasado. Si en la administración pasada, San Fernando se distinguió, según decían los
diputados de la anterior legislatura, por su transparencia y trabajo en beneficio de los sanfernandenses, en ésta, el retroceso es tal, que ha obligado a los ejidatarios a recurrir a las oficinas del alcalde, teniendo como respuesta, la agresión y el encarcelamiento, como si esas hubieran sido sus promesas de campaña.
La violencia, lo hemos recalcado cada vez que se presenta, no conduce a ninguna parte; por el contrario, engendra más violencia y deja resultados verdaderamente catastróficos para la sociedad pero más, para una administración municipal que no ha podido ser, por lo menos, consecuente con las exigencias de un grupo de ejidatarios que acudió, no con la idea de provocar al inútil edil, sino con la intención de ver cumplidas sus demandas. Si a una petición justa, Chanona respondió con la fuerza bruta de su desprestigiado cuerpo de seguridad, no tenemos qué pensar mucho para entender que su poca capacidad lo está alejando de la realidad de un pueblo que clama por mejoras. Es entendible que el presidente municipal de San Fernando ignore las reglas mínimas de convivencia, pero no entendemos por qué, pese a las brutalidades que viene cometiendo, ninguna autoridad competente ha intervenido para meter en cintura a ése pequeño dictador, cuya principal hazaña es aporrear a inocentes e indefensos campesinos. Todo esto nos lleva a pensar que en ese Ayuntamiento, hay un alto grado de corrupción, explicada claramente con la exigencia campesina y la reacción del prepotente edil. Nunca más actos de represión en Chiapas, se ha dicho, pero nadie parece entender el mensaje. En síntesis, en San Fernando se ha cometido un delito que no puede quedar impune.
Incursión militar
Preocupante, muy preocupante la inexplicada irrupción del Ejército en la comunidad de Tulijá con resultados poco claros y razones que rebasan el límite de credibilidad en la lucha contra el crimen organizado. Según reportes de prensa y denuncias del Centro de Derechos Humanos, “Fray Bartolomé de las Casas”, los efectivos castrenses se metieron de manera ilegal a tres casas, las registraron y se fueron sin detener a ninguna persona. ¿Acto de intimidación contra las llamadas bases zapatistas? ¿Abierta provocación al EZLN? Ni antes ni después del allanamiento hubo explicación oficial de éste, salvo el argumento generalizado en el sentido que perseguían a supuestos narcotraficantes. Esa no es una explicación confiable, pues las casas que catearon, según se sabe, no eran lujosas como las que suelen tener las personas dedicadas a esa ilícita actividad. Eran de campesinos pobres (dos familias simpatizantes del EZLN y una del PRI) que con puras penas comen frijol con tortilla y, se dice, viven de sus empobrecidos cultivos.
Por otro lado, habrá qué revisar la legislación en materia militar y de soberanía territorial, pues según las autoridades domésticas, fue la comandancia de Tenosique, Tabasco, la que incursionó en territorio chiapaneco. Alguna razón realmente de peso y credibilidad habrán de tener para explicar una acción que ha llamado la atención y que preocupa en extremo, pues a simple vista, debe tomarse como un acto de abierta provocación. Cierto es que la lucha contra el crimen no tiene cuartel, pero también debemos estar concientes que por encima de las determinaciones de esa naturaleza, deben prevalecer el Estado de Derecho y por ende, el respeto pleno a los Derechos Humanos.
No dudamos de la eficacia del Ejército Mexicano en ese tipo de eventos, lo que los obliga a apegarse a las normas constitucionales vigentes. En ésto, tanto el Senado de la República como la Cámara de Diputados Federales y los congresos estatales, deben permanecer alerta y vigilar que los operativos, se apeguen a derecho y se respete cabalmente a los ciudadanos. Lo de Tulijá, insisto, preocupa. En extremo.
Tarjetero
*** Las lluvias han empezado y con éstas, el temor de la gente por las ya tradicionales inundaciones. Oficialmente se ha anunciado que se han tomado las providencias de rigor, lo cual es plausible, empero no debemos olvidar que la naturaleza, en reciprocidad a nuestra irresponsabilidad, no respeta y en una de esas, puede causarnos un daño mayor. Ante ello, es importante que las medidas preventivas que se han tomado, se extremen, principalmente en los puntos vulnerables, si es que los encargados de ello ya los han localizado. *** El delegado de Tránsito de Reforma, Romeo Saldaña, está siendo acusado de vergonzantes actos de corrupción y rapiña, en perjuicio de los transportistas y conductores particulares. A tal grado llega la prepotencia y raterías de éste funcionario, que un grupo de personas busca juntar miles de firmas para exigir la destitución y castigo a éste. Según fuentes de todo crédito, Saldaña, por cualquier pretexto, detiene a los automovilistas y los consigna sin que medie un delito grave. Pero ahí no para el asunto; cuando detiene a una persona, la obliga a pagar entre 5 y 8 mil pesos a cambio de su libertad, aún cuando la infracción haya sido menor. Así se ha enriquecido; antes de asumir el cargo, viajaba en una destartalada camioneta. Hoy posee autos deportivos. La exigencia en Reforma es que sea cesado, se le investigue y castigue por los constantes abusos. ¿Quién detiene la corrupción y excesos de éste mal funcionario? *** Angel Albino Corzo, de nuevo fue a parar a la cárcel por ebrio escandaloso. Y no se trata del monumento de Tuxtla, sino de un regidor de Ocozocoautla, que lleva el mismo nombre. No es la primera vez que lo encarcelan por bolo loco. Ya es costumbre. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel MarioKsheratto
La incursión del Ejército en Tulijá, no ha
sido explicado por las autoridades.
El desorden, la falta de autoridad moral y la demagogia del alcalde de San Fernando, fueron suficientes para desatar por un lado, el salvajismo de los gorilitas que cobran como policías y por otro, la inconformidad de cientos de campesinos que, vista la brutalidad policíaca, se defendieron como pudieron, creando un caos que refleja la falta de capacidad de Manolo Chanona para gobernar a su pueblo, al que ha traído con engaños, mentiras y ahora, represión inusitada que creíamos en el pasado. Si en la administración pasada, San Fernando se distinguió, según decían losdiputados de la anterior legislatura, por su transparencia y trabajo en beneficio de los sanfernandenses, en ésta, el retroceso es tal, que ha obligado a los ejidatarios a recurrir a las oficinas del alcalde, teniendo como respuesta, la agresión y el encarcelamiento, como si esas hubieran sido sus promesas de campaña.
La violencia, lo hemos recalcado cada vez que se presenta, no conduce a ninguna parte; por el contrario, engendra más violencia y deja resultados verdaderamente catastróficos para la sociedad pero más, para una administración municipal que no ha podido ser, por lo menos, consecuente con las exigencias de un grupo de ejidatarios que acudió, no con la idea de provocar al inútil edil, sino con la intención de ver cumplidas sus demandas. Si a una petición justa, Chanona respondió con la fuerza bruta de su desprestigiado cuerpo de seguridad, no tenemos qué pensar mucho para entender que su poca capacidad lo está alejando de la realidad de un pueblo que clama por mejoras. Es entendible que el presidente municipal de San Fernando ignore las reglas mínimas de convivencia, pero no entendemos por qué, pese a las brutalidades que viene cometiendo, ninguna autoridad competente ha intervenido para meter en cintura a ése pequeño dictador, cuya principal hazaña es aporrear a inocentes e indefensos campesinos. Todo esto nos lleva a pensar que en ese Ayuntamiento, hay un alto grado de corrupción, explicada claramente con la exigencia campesina y la reacción del prepotente edil. Nunca más actos de represión en Chiapas, se ha dicho, pero nadie parece entender el mensaje. En síntesis, en San Fernando se ha cometido un delito que no puede quedar impune.
Incursión militar
Preocupante, muy preocupante la inexplicada irrupción del Ejército en la comunidad de Tulijá con resultados poco claros y razones que rebasan el límite de credibilidad en la lucha contra el crimen organizado. Según reportes de prensa y denuncias del Centro de Derechos Humanos, “Fray Bartolomé de las Casas”, los efectivos castrenses se metieron de manera ilegal a tres casas, las registraron y se fueron sin detener a ninguna persona. ¿Acto de intimidación contra las llamadas bases zapatistas? ¿Abierta provocación al EZLN? Ni antes ni después del allanamiento hubo explicación oficial de éste, salvo el argumento generalizado en el sentido que perseguían a supuestos narcotraficantes. Esa no es una explicación confiable, pues las casas que catearon, según se sabe, no eran lujosas como las que suelen tener las personas dedicadas a esa ilícita actividad. Eran de campesinos pobres (dos familias simpatizantes del EZLN y una del PRI) que con puras penas comen frijol con tortilla y, se dice, viven de sus empobrecidos cultivos.
Por otro lado, habrá qué revisar la legislación en materia militar y de soberanía territorial, pues según las autoridades domésticas, fue la comandancia de Tenosique, Tabasco, la que incursionó en territorio chiapaneco. Alguna razón realmente de peso y credibilidad habrán de tener para explicar una acción que ha llamado la atención y que preocupa en extremo, pues a simple vista, debe tomarse como un acto de abierta provocación. Cierto es que la lucha contra el crimen no tiene cuartel, pero también debemos estar concientes que por encima de las determinaciones de esa naturaleza, deben prevalecer el Estado de Derecho y por ende, el respeto pleno a los Derechos Humanos.
No dudamos de la eficacia del Ejército Mexicano en ese tipo de eventos, lo que los obliga a apegarse a las normas constitucionales vigentes. En ésto, tanto el Senado de la República como la Cámara de Diputados Federales y los congresos estatales, deben permanecer alerta y vigilar que los operativos, se apeguen a derecho y se respete cabalmente a los ciudadanos. Lo de Tulijá, insisto, preocupa. En extremo.
Tarjetero
*** Las lluvias han empezado y con éstas, el temor de la gente por las ya tradicionales inundaciones. Oficialmente se ha anunciado que se han tomado las providencias de rigor, lo cual es plausible, empero no debemos olvidar que la naturaleza, en reciprocidad a nuestra irresponsabilidad, no respeta y en una de esas, puede causarnos un daño mayor. Ante ello, es importante que las medidas preventivas que se han tomado, se extremen, principalmente en los puntos vulnerables, si es que los encargados de ello ya los han localizado. *** El delegado de Tránsito de Reforma, Romeo Saldaña, está siendo acusado de vergonzantes actos de corrupción y rapiña, en perjuicio de los transportistas y conductores particulares. A tal grado llega la prepotencia y raterías de éste funcionario, que un grupo de personas busca juntar miles de firmas para exigir la destitución y castigo a éste. Según fuentes de todo crédito, Saldaña, por cualquier pretexto, detiene a los automovilistas y los consigna sin que medie un delito grave. Pero ahí no para el asunto; cuando detiene a una persona, la obliga a pagar entre 5 y 8 mil pesos a cambio de su libertad, aún cuando la infracción haya sido menor. Así se ha enriquecido; antes de asumir el cargo, viajaba en una destartalada camioneta. Hoy posee autos deportivos. La exigencia en Reforma es que sea cesado, se le investigue y castigue por los constantes abusos. ¿Quién detiene la corrupción y excesos de éste mal funcionario? *** Angel Albino Corzo, de nuevo fue a parar a la cárcel por ebrio escandaloso. Y no se trata del monumento de Tuxtla, sino de un regidor de Ocozocoautla, que lleva el mismo nombre. No es la primera vez que lo encarcelan por bolo loco. Ya es costumbre. *** Luego nos leemos.
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