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«¡Pero ya, cabrón!»

Artículo Único Angel Mario Ksheratto "Asesino1, gritan a MVC en Oxchuc. Foto tomada de video.     E n los estertores de su malograda administración, los aplausos a su favor, solo se arrancan con despensas; las maledicencias en su contra, en cambio, son espontáneas, mayoritarias y algunas veces, amenazantes. Tanto, que en Oxchuc —nos revela una fuente confiable—, la siempre perdida mirada de Manuel Velasco, se transformó en una de terror, cuando uno de sus asistentes le instó a apresurar el paso ante el espantajo que uno de los cientos de ciudadanos enardecidos soltó: « ¡Amárrenlo! » . No es lo mismo estar frente a un grupo de gente acarreada a fuerza de despensas y cualquier otra friturita, que estar frente a una sociedad enérgica, contestataria y sumamente encabronada; los primeros, aplauden a rabiar las ocurrencias y frases lisonjeras. Los segundos, exigen que por lo menos, sean escuchados y atendidos. Que las demandas de desarrollo, progreso y bienestar, sean r

Cuando se quiere, se puede

Artículo Único Angel Mario Ksheratto Bajo la emblemática "Plaza de la Paz... (Foto: Gabriela Figueroa.) C omo en los países más pobres del planeta, Chiapas es el estado mexicano con los más severos problemas de salud pública; todo, derivado de malas políticas y peores programas para garantizar el bienestar físico de los ciudadanos. A ello hay que sumar la interminable corrupción de los políticos que han asumido cargos de gobierno y, por supuesto, la incapacidad de éstos para solucionar los graves problemas sociales, cuyas soluciones vienen siendo “impostergables” desde hace sexenios, pero siguen ahí, como alimento para los demagogos hambrientos de poder. La crisis sanitaria que asuela a la entidad, inició desde que el exdictador Pablo Abner Salazar, desvió recursos destinados al ramo salud, para adquirir un equipo de fútbol de las grandes ligas y construir para éste, un estadio acorde a las exigencias de la FMF; resultado de ese hasta hoy impune acto, fue la muerte

Pactos salvadores

Artículo Único Angel Mario Ksheratto MVC, entre frivolidades e indiferencia. N o se le puede negar la picardía al gobernador Manuel Velasco Coello; supo, desde que ordenó a los diputados entregarle la Medalla “Miguel Álvarez del Toro” al tirano Patrocinio González Blanco-Garrido, que el evento se convertiría en un bacanal. Tuvo en la mala fama del exgobernador y el repudio en su contra, la oportunidad para desfogar las maledicencias que le pesan a raíz de la crisis política, social y financiera en que deja a Chiapas. ¿Qué mejor que revivir al tirano para que los reclamos se enfocasen en éste y dejarle descansar, por lo menos unas horas? Nadie con el historial violento y corrupto de don Patrocinio (o el de Pablo Salazar, que, nos cuentan, también fue analizado por el gobernador y sus cercanos para colgarle la hojalatita ésa), podría rescatarle del aluvión de críticas por los malos resultados de su gestión. E invitó al gobernador electo, para que fuese él, quien impusie

Crímenes galardonados

Artículo Único Angel Mario Ksheratto Del exterminio al reconocimiento legislativo. E l récord de asesinatos ocurridos durante su mandato, es solo comparable con los crímenes de las dictaduras latinoamericanas de los años 60’s hasta finales de los 90’s; fueron acciones selectivas, lo que obliga a calificar sus crímenes como “exterminio de comunidades vulnerables”. Veinticinco homosexuales, decenas de líderes indígenas, cuatro periodistas, estudiantes, dirigentes de partidos opositores, sacerdotes… Todos, sin respuesta de la justicia hasta hoy. Es, si se quiere, un saldo superficial que no refleja —ni por asomo— las dimensiones de una de las dictaduras más crueles que ha padecido Chiapas desde el siglo pasado hasta nuestros días. José Patrocinio González Blanco-Garrido, como gustaba que le llamaran (el Garrido, se lo autoimpuso para “honrar” a Tomás Garrido Canabal, uno de los más sanguinarios persecutores de la Iglesia Católica desde el primer cuarto del siglo pasado

Los “amigos” de Manuel

Artículo Único Angel Mario Ksheratto Su ser indígena, no le ayuda en nada. E n el círculo íntimo del gobernador Velasco, se empieza a respirar un clima de orfandad inducida, aunque algunos de ellos, son menos discretos y hablan de traiciones e ingratitudes por parte del mandatario, a quien por debajo de la solapa, acusan de haber buscado el fuero constitucional solo para él y no para quienes operaron cuentas sucias a su favor. Sucede que los principales ayudantes del mandatario, incurrieron en acciones nada probas para satisfacer las exigencias de éste, esperanzados en dos cosas: si retenían el poder, gozarían de libertad y olvido los próximos seis años, para luego, disfrutar las migajas que habría de dejarles el jefe y si —como ocurrió— perdían las elecciones, éste conseguiría espacios de impunidad legislativa para los más embarrados. En el segundo escenario, los cercanos a Velasco, esperaban curules que por tres años, obligaran a la indiferencia colectiva en torno a

“Mactumactanza”

Artículo Único Angel Mario Ksheratto ¡Basta de impunidad! (Foto tomadad de RRSS.) L os defensores de los excesos y abusos de un grupo de pseudoestudiantes que torturaron hasta asesinar a uno de nuevo ingreso y dejaron con lesiones severas a otros, argumentan que se está “criminalizando” a quienes, en acción premeditada, extendieron su brutalidad más allá de lo que algunos, pretenden disfrazar de “tradición escolar”. En defensa de la institución (la Escuela Normal Rural Mactumactzá), hay que decir que no todos los alumnos, ni todos los maestros, han desvirtuado la lucha social; ha sido un grupúsculo de violentos jovenzuelos, los que desde hace años, desquician calles y carreteras, azotan a ciudadanos inocentes, asaltan comercios, destruyen propiedad privada y pública y secuestran autobuses. Ese mismo grupo, es el que en la práctica de una supuesta “novatada”, sometió a los de nuevo ingreso a interminables torturas, actos que de ser comprobados, deberían ser configura

“¡Váyanse a la chingada!”

Artículo Único Angel Mario Ksheratto Periodistas, los más vulnerables en Chiapas. A propósito del extraordinario texto del caricaturista y analista político, Enrique Alfaro Santos, referente al terco olvido social e institucional que padecen cotidianamente los periodistas —especialmente los chiapanecos—, debo agregar al epílogo de tan oportuna expresión, un sonoro, determinado y —lo más probable—, impotente grito: ¡Hijos de la gran puta! Los periodistas chiapanecos (me refiero a los verdaderos —los de a pie, los que con recursos propios cubren la nota bajo constantes riesgos y exigencias empresariales burdas, absurdas y violatorias, por lo menos, de los tratados laborales—), han sido víctimas de una circunstancia que ha sido, paralelamente, consecuencia de una realidad mayor: la voracidad de “empresarios” empoderados y aparentemente, domadores de políticos corruptos y hambrientos de halagos fáciles. Sería inútil desconocer que también existen los extorsionadores, los