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De feminicidios y sospechas

@ksheratto No está dando buenos resultados. (Foto tomada de internet.) A la confusión, más confusión; el boletín de la PGJE donde se da cuenta de la detención del presunto “autor material” de la muerte de una adolescente en Pijijiapan, es escueto e insustancial para efectos informativos. Resalta la dependencia los tecnicismos de campo propios de una investigación criminal (que lo hace hasta en los discursos sentimentalistas), pero olvida pormenorizar, por ejemplo, en los probables motivos que tuvo el sospechoso para terminar con la vida de una joven. Y presenta al presunto implicado como a una bestia, ignorando la presunción de inocencia. No es mi intención defender al sujeto en cuestión. Deploro el procedimiento, las formas y métodos exaltados por la dependencia encargada de procurar justicia, mismos que han sido determinantes a la hora de dictar sentencia: insuficientes para alcanzar condenas adecuadas. Independientemente si el detenido cometió o no el crimen, la celeridad

Degradantes fotografías

ksheratto@gmail.com Debemos proteger los derechos de los niños. L as tragedias, per se, vienen acompañadas de altísimas dosis de dolor; las víctimas de éstas, por lo tanto, merecedoras son de respeto a su dignidad, principalmente si son niños. El lunes reciente, cuatro infantes —de entre dos y siete años de edad— murieron asfixiados dentro del cuarto que sus padres rentaban en una colonia de Tuxtla Gutiérrez. Triste. Lamentable. Doloroso. No había levantado el equipo forense los cuerpos de los menores, cuando ya circulaban en las redes sociales y algunos medios de comunicación, fotos de las cuatro víctimas. Las reacciones no se hicieron esperar; repulsa generalizada por la insensibilidad de quienes lucraban mediáticamente con la malaventura de una familia sumida en la desesperación. ¿Es correcto publicar fotos de las víctimas de una tragedia? ¿Es ético que un medio o periodista haga público material de esa naturaleza con el único objetivo de “tener la primicia” o cubrirse de

La petición de ERA PVEM y los consejeros del IEPC

Asesinato en Comalapa

De cómo DSJ extorsiona a acreedores

ksheratto@gmail.com Exige "comisiones" a proveedores. L as pronunciadas ojeras revelan en ella, una profunda desesperación; mientras habla, fija la mirada en el vaso de refresco que ha pedido y que no tocó durante la conversación. Pareciera no estar en éste mundo. El temblor de sus blancas manos acentúa su desesperanza y solo me ve a los ojos cuando pide, implora, exige —al gobierno del Estado— el justo pago por las proveedurías que dejaron de serlo al descapitalizarse la pequeña empresa que montó con su marido, casi desde que se casaron hace 22 años. —Mi marido se dejó morir; las deudas en que nos metimos para proveer a la secretaría de Salud de insumos, se volvieron cada vez más grandes y eso lo deprimió hasta dejar de consumir sus medicamentos —cuenta a punto de llanto y suelta una frase demoledora: “Si el gobierno nos hubiera pagado lo que nos debe, mi marido viviera… de eso estoy segura.” El Calvario que ha tenido que pasar para lograr que la secretaría de Sa

¿Es en serio, gobernador?

ksheratto@gmail.com Credibilidad rota por la corrupción. H e leído y escuchado con atención el discurso contra la corrupción y la impunidad —y, por supuesto, a favor de la transparencia—, que en días pasados pronunció el gobernador Manuel Velasco Coello. Partes hay que deben considerarse piezas de oratoria, dignas de cualquier ciudadano indignado por la pesada carga de corrupción que está arrastrando a éste país a la debacle definitiva. Me atrajo —y gustó sobremanera— esa parte en la que desglosa los nocivos efectos de la corrupción. Inmejorable. Ha hablado, el señor Velasco Coello, como el más ferviente persecutor de corruptos, lo cual abre una rendija para creer que, por fin, en Chiapas, habrá cárcel para quienes se hacen millonarios de la noche a la mañana. Me atreveré a decir que ni el más avezado luchador social contra los dos gigantescos cánceres que destruyen al otrora magnífico México (corrupción e impunidad), habría parido tan singular y contundente discurso. Dijo

Tila, secuestrado

ksheratto@gmail.com Se vive en ese pueblo, en estado de sitio. E l de Tila, es un conflicto añejo. Ningún gobernante quiso entrarle a una solución apropiada y duradera. Paliativos y promesas que fueron acumulando odios y rencillas que hoy, tienen a los pobladores de esa cabecera municipal, en un una posición de alto riesgo y permanente confrontación. El problema, dicen las autoridades gubernamentales desde la comodidad de las oficinas en la capital, es entre ejidatarios y el Ayuntamiento. En cierto modo, tienen razón en las explicaciones, pero carecen éstas de razón y credibilidad, en virtud de no tener un plan específico para poner fin a una reyerta de decenas de años y que se deriva de malas negociaciones políticas. En medio de ejidatarios y el Ayuntamiento, hay mucha gente que, sin deberla ni temerla, padecen las consecuencias de ese conflicto: los pobladores de la cabecera municipal, que no forman parte ni de los campesinos que reclaman como suyas las tierras donde se as