Ir al contenido principal

Alcalde viajero

Artículo Único

Angel Mario Ksheratto
Al alcalde, le hace falta madurez política y emocional.
Ante el escándalo, la defensa pueril y anodina que refleja la falta de autoridad moral de quien, ciertamente ha hecho uso de un derecho humano, pero ha incurrido en necedades, indiscreciones y explicaciones carentes de sentido y objetividad. Se trata del polémico viaje vacacional del alcalde de Tuxtla Gutiérrez, Fernando Castellanos Cal y Mayor, a Canadá, desde donde él mismo, presumió las fotos que en redes sociales, se volvieron virales y desataron severas críticas en su contra.
El argumento del jefe edil ante la condena generalizada a su imprudencia, es que sus adversarios políticos son quienes están detrás de las críticas y reclamos, dándose con ello, una importancia que no ha ganado con resultados positivos al frente de la Comuna.
Insinúa que éstos y no otros, son quienes pagan a quienes le confrontan por su infantil actitud, lo cual desencaja con la realidad, pues quien dio pie para el reclamo generalizado ha sido él mismo, al difundir gráficas de su estancia en Canadá, admitirlo públicamente y burlarse de muchos empleados del Ayuntamiento a quienes no se les ha cumplido la obligación salarial y otras prerrogativas, asunto que niega, pero que le desmienten a través de plantones, comunicados y marchas.
Califica de “trivial” la molestia de miles de capitalinos y al mismo tiempo, exige “elevar” el nivel del debate. ¡Vaya contrariedad! La estatura de la discusión la debe definir él, con acciones que pongan a reflexionar a la ciudadanía, no con frivolidades que desencantan y enervan a una sociedad cansada de juegos en la administración pública municipal.
No es ilegal que el señor alcalde se tome el tiempo necesario para convivir con su familia; tampoco es ilícito que lo haga fuera del país. Lo que ha desatado la inconformidad popular, es la irresponsabilidad de haberlo hecho en plena crisis económica y cuando no se han transparentado las actividades hacendarias del municipio.
Indigna la burla; actividades privadas de esa naturaleza —para un funcionario bajo la constante mira de la sociedad—, deben ser pulcras, discretas, sobrias. En ese sentido, debemos decir que miente el edil al acusar a sus imaginarios oponentes de la “campaña de ataques”, puesto que ha sido él quien, queriendo congraciarse con los suyos, cometió una imprudencia que se convirtió en agravio a los capitalinos.
Falta ver que Fernando Castellanos Cal y Mayor, demuestre que, efectivamente, se fue a vacacionar con su propio peculio y no con dinero público. Sería lamentable que en ese tema, prive la opacidad, puesto que alimentará la sospecha que fueron los impuestos ciudadanos, los utilizados para tal propósito.
¿Cómo puede un alcalde privilegiar su vanidad ante una ciudad prácticamente devastada? Las obras que supone el presidente municipal, son de menor trascendencia, frente a los grandes retos de una ciudad con carencias, olvidos y abandono absoluto. He ahí el tema de la seguridad pública.
A diario, la ola de asaltos se incrementa ostensiblemente; las calles en la mayor parte de Tuxtla, están destruidas. El sistema de agua potable está colapsado. No se entiende cómo, en esas circunstancias, un funcionario se toma vacaciones y provoca con ello, más molestias de las que la gente ya tiene en su contra.
En cuanto al nivel del debate que pide, obligado está Fernando Castellanos, a predicar con el ejemplo. No se puede debatir con mentiras o verdades a medias; tampoco puede haber una discusión de altura, cuando no se esclarecen hechos que dejan muchas dudas.
Tiene todo el derecho de gastarse su dinero en lo que quiera, pero no tiene derecho a burlarse de los tuxtlecos; tiene derecho a viajar a donde se le pegue la gana, pero no tiene derecho a hacerlo cuando no ha cumplido con sus promesas de campaña. Tampoco tiene derecho a mentir, ni a enojarse por la consecuencia de sus actos.
Si el alcalde tuviese un poco de sentido común, debería disculparse con los tuxtlecos y empezar a hacer bien las cosas. Ser alcalde, no es cosa de niños caprichudos, sino de responsabilidades y seriedad. Lo que hasta ahora ha hecho, ha cimentado una mala fama que solo él debe cargar. No los tuxtlecos, que tienen derecho a reclamarle, exigirle y demandarle.

Las más leídas

Elba Esther Gordillo, sinónimo de corrupción y arbitrariedad

Fichero Político Angel Mario Ksheratto Cínica, la pseudodirigente magisterial no deja lugar a las dudas respecto a su debilidad por el dinero ajeno. Cuando hace unos días Elba Esther Gordillo Morales, dijo que vivía de su “modesto” sueldo como dirigente sempiterna de un grupo de maestros conocidos como “charros”, nadie le creyó; su larga historia de corrupción, mentiras, simulación y sometimiento, dijo rotundamente lo contrario. Ella misma se encargó de confirmar la incredulidad de los mexicanos, regalando doce camionetas de súper lujo a igual número de dirigentes estatales. Sin duda, un acto de inmoralidad espantosa que obliga a exigir a ésta señora, alejarse definitivamente de la espuria dirigencia que dice tener en sus manos. Vergonzosamente, en ese mismo evento la supuesta dirigente magisterial exigió al Gobierno Federal más presupuesto, según ella, para mejorar las paupérrimas condiciones de la educación en México. Imposible creer que ése dinero vaya a las escuelas de cartón que

Apunte sobre la entrevista Scherer-Zambada

Fichero Político Angel Mario Ksheratto "El narcotráfico está en toda la sociedad", dijo el capo de la droga al periodista Julio Scherer García, fundador de "Proceso". A juicio de uno de los capos más buscado y perseguido por los gobiernos de México y Estados Unidos, toda acción legal contra el narcotráfico, no modificaría el posicionamiento que han logrado y que, deja entrever, se ha alcanzado gracias a una de las enfermedades crónicas que padece el país: la corrupción. Frente al emblemático periodista mexicano, Julio Scherer García, uno de los referentes periodísticos de mayor trascendencia en América Latina, el capo suelta una verdad estremecedora, abrumadora, perturbadora: “el narco está en la sociedad”. Para los persecutores de éstos, la frase debería ser un reto; para los mexicanos, es desalentador. El flagelo ha permeado por todas partes, en todos los estratos sociales, en todos los rincones de la región. Es, quieran o no reconocerlo las autoridades de todos l

Las rabietas de MVC

Artículo Único Angel Mario Ksheratto D e manera imprevista, el senador golpea con fuerza el lujoso e impecable escritorio; suelta imprecaciones, enreda sus dedos en el cabello y, con los puños cerrados, vuelve a castigar al mueble en el que no hay un solo papel. —¡Es un malagradecido!, —explota y se queja—: ahora, ni la llamada me toma… Ni él ni sus funcionarios, ¡carajo! La urgencia de hablar con su sucesor —y no obtener respuesta—, tiene fundados motivos para enfurecerlo: seis de sus ex colaboradores, están siendo seriamente investigados y de al menos cuatro, se tienen evidencias claras de desvíos de recursos y uno, ya tiene orden de aprehensión, misma que, inexplicablemente, no se ha ejecutado. Aunque por lo pronto, las indagaciones de millones de pesos desviados no lo alcanzan a él, sí a sus funcionarios, lo que mediáticamente podría afectarle en sus aspiraciones para saltar del Senado al Gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde donde pretende construir una