La SMAHN, protege a defraudadora

@ksheratto

Ciento nueve mil pesos, le depositó a Juana García Palomares.

Don Riquelmer Pérez Ovando, solo tiene una petición: Que se haga justicia y se castigue a quien, abusando de su confianza, le engañó y utilizó su nombre para defraudar al Estado Mexicano. Pero las autoridades, parecen no estar del lado de la ley y por el contrario, protegen y premian a quienes, sin el menor pudor, estafan a ciudadanos trabajadores, cobijados por funcionarios igualmente de corruptos y sinvergüenzas.
En el rostro de don Riquelmer, resalta la impotencia pero también, la tristeza y el dolor. En el año 2011, decidió utilizar una parte de su terreno para instalar una UMA (Unidad de Manejo de Vida Silvestre); como por arte de magia, se apareció en su predio Juana García Palomares, quien se ofreció a asesorarlo incluso, con la obtención de créditos y apoyos financieros. Aceptó la propuesta y se sometió a todas las exigencias de la Secretaría de Medio Ambiente y Recurso Naturales, dependencia que autorizó la cantidad requerida para criar venados de cola blanca.
García Palomares le exigió depositar a la cuenta 14223, a nombre del Centro de Investigación y Experimentación de Alternativas Agroecológicas, determinada cantidad de dinero; esto, según, para adquirir venados cola blanca para que don Riquelmer los criarse y posteriormente, comercializara.
Hasta hoy, Juana García Palomares, quien se ostenta como “bióloga”, “maestra normalista” y “abogada litigante”, se ha negado a entregar los venados o al menos, a devolver el dinero arrebatado a una de sus víctimas. Sí, una de tantas, puesto que hasta hoy, tres denuncias penales pesan en contra de ella, así como decenas de quejas debidamente documentadas ante la SEMARNAT y otras dependencias federales.
El señor Pérez Ovando, interpuso una demanda ante la PGR. Esto, porque, como lo estipulan las normas para la operación de las UMAS, cumplido el tiempo, debe devolver los recursos obtenidos a la SEMARNAT, producto de la venta de los animales criados en su terreno.

—Le entregué —a Juana García Palomares—, cuenta don Riquelmer, un total de 109 mil pesos en una cuenta de BANAMEX; el primer depósito fue de 87 mil y el segundo, de 22 mil pesos. Ella me dijo que apenas hiciera el último depósito, me entregarían diez venados cola blanca… Un macho y 9 hembras.

—¿Le ha dado ésta señora alguna explicación de por qué, a cinco años de haberle hecho los depósitos, no ha cumplido con lo pactado?

—No. Nunca. Siempre me decía que estaba en Estados Unidos, o en México. Me decía que regresando, me los enviaba, pero mire que hasta hoy, ni los venados, ni el dinero.

—¿Solo para venados le dio dinero?

—Supuestamente, me iban a mandar material adecuado para los encierros, como maya especial, comederos y todo eso. Pero a la hora, nos dijo que los construyera como pudiera. Me mandó unos rollos de maya, pero era para gallinero, no para venado.

A la estafadora, la protege ahora, la SMAHN.

A don Riquelme, se le quiebra la voz cuando hace un recuento de sus pérdidas financieras. Las deudas lo agobian y para el colmo, su esposa, como consecuencia del fraude del que fueron víctimas, enfermó y hoy, su condición es crítica. De no tener un solo problema económico, ahora depende de lo poco que produce su tierra y pide a las autoridades, actuar para que la estafadora, por lo menos, devuelva lo hurtado a un hombre trabajador y honrado que tuvo la mala suerte de caer en sus manos.
En la PGR, le han dicho que el delito “ya prescribió”, lo cual es falso, de acuerdo a la ley. En virtud de la continuidad del delito (existen 27 expedientes que relacionan a García Palomares en los mismos delitos y dos denuncias penales más), éste no prescribe, lo que deja la sensación de que tratan de protegerla. Nunca, hasta donde ha sido enterado don Riquelmer, consignaron la averiguación, pese a que presentó todas las pruebas contra la defraudadora.
Por si eso fuera poco, Carlos Morales Vázquez, titular de la Secretaría de Medio Ambiente e Historia Natural, nombró a la multicitada defraudadora, miembro del Consejo Consultivo Ambiental Estatal, con lo que la esperanza de llevar a los tribunales a quienes cometen delitos, se diluye, muere.
¿Sabrá el gobernador que sus colaboradores protegen a quienes roban impunemente a ciudadanos honrados? ¿Actuó, Carlos Morales Vázquez, deliberadamente para salvar de la cárcel a García Palomares? Mientras se siga protegiendo a estafadores, la justicia estará lejos de los ciudadanos. Ninguna lucha contra la corrupción y la impunidad será efectiva, ni ningún discurso será creíble, mientras persista esa red de complicidades.
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