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Entrevista: Lamentable, enfrentamiento de panistas


Vulnerables por confrontación: MCP

Angel Mario Ksheratto
@ksheratto

Fueron muchas citas fallidas; ya porque ella debía atender su agenda legislativa, ya porque el entrevistador tenía otros compromisos. “Mañana nos vemos después de la sesión”, ofreció un miércoles de tantos. Y sí, ya preparados, ella en su escritorio y yo enfrente, recibió un llamado de la Junta de Coordinación Política: debían presentar la página web del Congreso del Estado, y ella debía estar presente. Cancelada la conversación. Pasaron varios días… Y semanas.
Con su jefa de prensa, acordábamos fechas y horas y al final, nada sucedía. Es una mujer hiperactiva; va para todos lados y se presenta en todos los foros. Mirna Camacho Pedrero, finalmente, se da un espacio. Atiende a mucha gente antes de, por fin sentarse ahora, en un sillón cómodo desde donde pide cacahuates para engañar al hambre. Son casi las cuatro de la tarde.
A vuelo de pájaro, parece rígida, como los panistas tradicionales. Amable, eso sí. Se da tiempo para ofrecer su visión de Chiapas y su actual gobierno. Pero fuera de grabadora. Un privilegio entre ciudadana y periodista.
Solo algunas partes de la conversación autoriza hacerlas públicas; por ejemplo, la urgencia del establecimiento de un gabinete acorde al proyecto del gobernador y alejado del anterior gobierno. En eso concuerdan todos los chiapanecos.
Entrados en la entrevista formal, Camacho Pedrero, habla con claridad. Lamenta la crisis de su partido y los exabruptos del expresidente Vicente Fox. “Sus declaraciones han ido en contra del partido que lo cobijó y le dio la oportunidad de proyectarse”, dice con enfado, pero convencida que lo que el guanajuatense diga, no afecta de manera directa al PAN.

—Hábleme sobre la situación actual de su partido —Acción Nacional— que atraviesa por una serie de problemas, coyunturales por un lado, por otro, circunstanciales y por uno más, de intereses de grupo y personales… ¿Cuál es su postura?

—Mi percepción y opinión muy personal, como militante activa del partido, es que debo lamentar —y lo lamento de verdad— que se esté dando éste desencuentro desafortunado entre los personajes más importantes de un partido con larga historia y tradición democrática. Me refiero al desaguisado entre los presidentes del Comité Directivo Nacional y el de la Mesa Directiva del Senado, quien también fue hasta hace poco, coordinador de los senadores panistas.
Esto, por supuesto que demerita muchísimo lo que durante muchos años de lucha, de dolor y de ideas claras, gente de mucha valía, líderes auténticos, doctrinarios y personas de buena fe, han construido por el bien —no solo de un partido— sino de país.
Lamentamos que el trabajo de quienes estuvieron al frente del partido, y que jamás, han dejado de estar en las filas del PAN, esté siendo desechado sin fundamento y sin más razones políticas que intereses personales. Ese infortunado episodio, demerita el esfuerzo y el amor de panistas verdaderos que construyeron una organización seria, respetable y comprometida —afirma sin dejar de ver, directo, a los ojos del entrevistador.
Se acomoda en el sillón, posa la vista en la lejanía que ofrecen sus amplios ventanales y suelta con voz fuerte:
“Todo el trabajo que se hizo sobre cimientos y pilares sólidos, se pone en riesgo. Aquí bien valdría la pena mencionar el trabajo de Manuel Clouthier, “Maquío”; a don Luis H. Álvarez, Carlos Castillo Peraza y mucha gente que puso empeño y sacrificio para fundar un partido con visión y compromiso, un partido que represente genuinamente las aspiraciones ciudadanas y la credibilidad en la clase política.

—Va el PAN, después de haber estado en la Presidencia de la República, rumbo a la decadencia absoluta?

—No lo veo como un partido en decadencia, pero sí, demeritado y en mucho; creo que debimos haber trabajado para fortalecerlo hacia el interior. Creo que se dio un poco más de importancia a los personajes y a los grupos. En ese sentido, yo sí lamento que se tengan qué ventilar algunos problemas en público, cuando deben tratarse dentro de la casa. Las asperezas debemos limarlas al interior y no de la forma como se está haciendo.

—¿Hay irresponsabilidad por parte de los actuales actores y dirigentes panistas?

—Definitivamente, hay irresponsabilidad de parte de cada uno de los personajes involucrados en ésta faceta que Acción Nacional. Yo espero que los líderes y quienes están en pugna, busquen primero la solución a sus diferencias y luego, la unidad del partido. Ellos están obligados a fomentar la unidad y hacer que las ideas converjan y no que tensen los criterios que han hecho del PAN, un partido serio y con propuestas idóneas. Yo creo que se pueden construir muchas cosas mejores, ajenas al divisionismo y a la carencia de valores que podrían ser factores determinantes para lo que estamos viviendo…

—¿Las figuras de Fox, Martha Sahagún, Felipe Calderón pudieron influir para que el PAN entrase en una crisis como la que actualmente atraviesa?

—No creo. O por lo menos, no necesariamente como tal. Pero hay que reconocer que de los tres que menciona, Vicente Fox es un personaje fuerte que representó a la estructura y las acciones reales de Acción Nacional. La posición personalista, individualista como lo ha tomado desde su trinchera actualmente —con la colaboración de Martha Sahagún—, ha perjudicado al partido. Inclusive, sus declaraciones han ido en contra del partido que lo cobijó y le dio la oportunidad de proyectarse.
En cuanto a Felipe Calderón, es un líder nato, un personaje fuerte; tiene credibilidad tanto al interior como al exterior del partido. Su esposa, Margarita Zavala, es una mujer extraordinaria que tiene mucho qué dar todavía al partido. Son personajes que desde mi perspectiva, fueron buenos en su momento, pero por cuestiones de lógica y coyuntura, ni Felipe ni Margarita están involucrados en éste tenso proceso y eso es muy sano.
Pero no así Vicente (Fox) que ha estado opinando y que ha denostado las acciones del partido. Esto, evidentemente, afecta a todos, porque el ventilar nuestros asuntos en el exterior, nos vulnera.
Yo estoy a favor que las diferencias, las asperezas, se diriman en la intimidad; dentro de todo esto, se debe llegar a acuerdos que nos fortalezcan, no a desacuerdos que nos debiliten. Nos toca a cada quien de los que nos quedamos en el padrón, fortalecer la unidad, la doctrina y los criterios que siempre ha impulsado nuestro partido y seguir trabajando por y para México.

—Madero firmó el Pacto por México, ¿pudo, de alguna forma influir esa decisión para que se disparasen las inconformidades dentro de su partido?

—Asumo que para ese tipo de temas, se deben acordar las acciones de manera previa. Hay que tomar en cuenta que son asuntos que no se pueden tomar a la ligera y mucho menos, de forma aislada o personal. Somos un grupo de legisladores estatales y federales que tomamos decisiones conjuntas, consensuadas; nos complementamos todos y estoy segura que para firmar ese Pacto, se tomó la opinión de todos o por lo menos, de la mayoría.
Si hubo alguna discrepancia en función de ciertos temas o acciones y estrategias derivadas del Pacto, se debió haber discutido cada tema con mucho cuidado para alcanzar acuerdos en favor o en contra. Al parecer, cada personaje actuó de manera independiente y esto nos llevó a un resultado poco reconfortante para la unidad interna. Es una percepción muy personal, acorde a lo que se escucha afuera y desde afuera y lo que, como militante activa, veo por dentro.


—Oiga, pero el PAN, a nivel estatal, está prácticamente desaparecido...

—Aquí el PAN no ha dado muestras de compromiso y una manifestación real de su presencia. Hay una total falta de coordinación, inclusive a nivel de regidores y presidentes municipales, ya no digamos los diputados locales y federales. No hay un posicionamiento real, claro y clave ante ninguna instancia.
Quiero suponer que el Comité Directivo Estatal, para no enredar más la situación que se vive en el Estado —y a nivel nacional—, está considerando prudente mantener un lapso de silencio y prudencia para coadyuvar y posteriormente, focalizar de alguna forma un poco más objetiva, las acciones que se deban tomar desde nuestra perspectiva para que Chiapas salga adelante con sus problemas.
Tenemos la obligación de aportar ideas en función de la problemática de Chiapas en todas sus vertientes, especialmente en el tema económico, que nos parece un asunto no solo de importancia, sino de urgente y vital resolución. Sí, creo que debemos ser cautos y prudentes, pero al mismo tiempo, debemos estar al tanto de lo que pasa para hacer las propuestas y sugerencias que nos correspondan. No quedarnos al margen, ni estáticos. Eso nos dejaría fuera de la solución.

—Físicamente, ¿cuál es su diagnóstico del PAN?

—Que está como todo partido: creciendo, fortaleciéndose, nutriéndose de su militancia, pese a los errores naturales que como seres humanos, solemos cometer. Al partido político que volteemos a ver, encontraremos avances, retrocesos, logros, fracasos. Si vemos, por ejemplo al Partido Verde Ecologista de México, lo vemos ganando alcaldías, regidurías, diputados locales, no obstante que hasta hace algunos años, no tenía una presencia sólida en el estado.
La gente ha empezado a tener una percepción distinta de la política; tiene más capacidad de análisis con respecto a los partidos políticos y ha aprendido a distinguir hacia dónde va la fuerza, la ideología de un partido o un político y hacía ahí se inclina.

—Evidentemente, hay una constante migración de políticos…

Debemos estar conscientes y alertas respecto a que no necesariamente lo que los partidos tienen, es real. Eso, dentro del PAN, ya lo vivimos. A pesar que teníamos una trascendencia y una trayectoria fuerte, con gubernaturas, presidencias municipales, senadurías, diputaciones e incluso, la Presidencia de la República, perdimos la capacidad de mantenernos dentro de la expectativa general.
Cuando el PRI empezó su decadencia, el PAN se levantó, trascendió y alcanzó la máxima magistratura del país; vino la elección del 2006 y empezó la incertidumbre que a mi parecer, ya no pudo ser superada. Eso se reflejó cuando se actualizó el padrón panista. Muchos de los que se afiliaron al PAN cuando recién ganó Vicente Fox, se desafiliaron cuando vieron que el partido no tenía posibilidades reales de ganar en el 2012. Incluso, los simpatizantes y adherentes, desaparecieron del partido…

—¿Es un consejo al PVEM en Chiapas?

—No todos los que se registran o afilian al partido de moda en el poder, van con buenas intenciones. Ni siquiera los “militantes activos”, permanecen en las filas de los partidos. Muchos se van por donde el viento sopla.
En el momento de hacer el refrendo, se hace un análisis y retrocedemos hasta hace doce años y quedamos, exactamente, los mismos panistas que veníamos desde antes, luchando por la democratización del país. Los que estuvieron de paso en éstos doce o seis años, ahora están de regreso en el PRI o en el PRD o en cualquier otra trinchera que les sirva de trampolín.

—Sucede en Chiapas, también… Muchos de los actuales diputados, fueron priístas, perredistas, madracistas, panistas, foxistas, cardenistas, labastidistas, lopezobradoristas, sabinistas y hoy, por conveniencia, son verdistas o manuelistas…


—Bueno, hemos visto cómo han brincado muchos, de un partido a otro; se declaran filiales de uno pero leales a otros; son “políticos” que más que interesados en servir, están preocupados por su propio bienestar y no por el bien de la gente que dicen “representar”.

—¿Es válido, políticamente hablando, o se trata de un juego de espejos?


—Son coyunturas que se aprovechan —y se aprovechan de éstas— para ocupar espacios; generalmente, son los que no tienen la convicción necesaria para trabajar con dedicación por la gente.

—Usted lo acaba de decir: muchos oportunistas se aprovecharon del PAN como hoy se aprovechan del PVEM —y se aprovecharon del PRD en los tiempos de Juan Sabines— para alcanzar cargos, ¿hay en puerta alguna modificación de los estatutos de su partido para evitar que algunos parásitos de la política lo utilicen? Se lo digo, porque en la presente legislatura local, hay por lo menos, una diputada del PAN que no niega que su curul fue generosamente adquirida…

—No podemos, por desgracia, saber si una persona que ingresa a un partido político es un oportunista o no. Los que ingresan, efectivamente, cubren los requisitos. Esto, al menos en el PAN, que es más estricto en la requisición para afiliarse. No podemos descubrir esa parte, hasta en tanto no llega la hora de demostrar el amor por la camiseta.

—Pero sí activar, digamos, el sexto sentido político…

—No se puede valorar. Más que nada, son cuestiones de moralidad política y ética personal. Evidentemente, el que refleja intereses y perversiones, es el aludido; es decir, el que va brincando de partido en partido, de sigla en sigla.

—Es un riesgo para los ciudadanos con principios morales y éticos bien definidos.

—No se le puede cerrar la puerta a los ciudadanos; los partidos políticos se componen de ciudadanos y por lo tanto, deben tener siempre, partidos dispuestos a recibir sus críticas, sugerencias y aportaciones. En el PAN tenemos abiertas las puertas a los verdaderos ciudadanos, los que aportan, los que ofrecen ideas.

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