 | |
| Manuel Sobrino rey del Outsourcing |
Angel Mario Ksheratto
Entre la propaganda ideológica y las mentiras, está el nido de huevos que procrean la debacle moral tanto de la sociedad, como de los regímenes de gobierno que tutelan las normas de convivencia. En Chiapas, por sexenios, hemos escuchado que somos “el primer lugar” en tal o cual asunto. Solo en el sexenio pasado, fuimos el primer lugar en salud, educación, seguridad, avances económicos, democracia, respeto a derechos humanos, desarrollo, producción…
No hubo un solo tema donde no se nos haya dicho que estábamos hasta arriba; fuimos también, los primeros en cualquier cosa que se le ocurriese a los propagandistas. Si revisamos los boletines de prensa de hace 10, 15, 20, 30, 50 años, encontraremos la misma versión. El tiempo y la realidad, sin embargo, nos han devuelto la visión verdadera y nos hemos topado con que, en lo único que seguimos siendo primer lugar, es en rezagos ancestrales.
Uno de los compromisos del actual gobernador fue hablar siempre de cara a la gente y con la verdad en las manos. Le creemos. Es saludable para la sociedad que se tenga una autoridad realista, alejada de los bombazos mediáticos que a la larga, se llega a saber que no fue otra cosa que mentiras.
Por eso llama la atención que, en apenas unos días al frente de la dependencia del Trabajo, su titular nos salga con el mismo cuento chino de sexenios pasados: “Chiapas, primer lugar en ocupación laboral”. Si bien es cierto que el INEGI hace un balance sobre la cuestión del empleo en todo el país, los números que se refieren a Chiapas, son relativamente movibles con relación a años anteriores, pero se mantienen las tendencias al desempleo, derivados de factores diversos que por cierto, no son tomados en cuenta por la Secretaría del Trabajo local, a la hora de ajustar sus programas de acción.
Son pues, cifras engañosas que chocan entre sí, pues por un lado está la ocupación laboral y por otra, la desocupación, que también tiene sus bemoles. Pero los números reales son contundentes. Contra esos, ninguna encuesta, evaluación, o lo que sea, puede ofrecer certeza. Más aún, quizá ni sea necesario asumir el tema como tal, hasta no tener una cifra que se acerque a la realidad absoluta.
Lo que llama la atención y debe ser objeto de análisis, es la premura con que se presentan anuncios poco realistas y que se contraponen a la intención del gobernador de decir siempre la verdad, sin aspavientos, sin inflaciones y sin la menor de las pretensiones personales. Decir que somos el primer lugar en el plano laboral solo porque un numerito se movió, es una irresponsabilidad. Y más, cuando ahí mismo, se promueve el desempleo. Varios funcionarios que venían haciendo bien su trabajo en las delegaciones de esa dependencia, están siendo cesados sin la menor explicación.
Y todo por chismes injustificables, promovidos por los niñatos que acompañan al titular de esa secretaría y que poco, muy poco, saben de la cosa laboral. Antes de dar anuncios aparentemente espectaculares, deberían poner la casa en orden y dar la mejor muestra de que ahí, se promueve el empleo y no el desempleo.
Manuel Velasco Coello, es cauto; responsable en sus anuncios. El de la secretaría del Trabajo, no. Muy al estilo de los priístas de viejo cuño, se ufana de pequeñeces, como si los chiapanecos, no tuviesen memoria.
Es una regresión al ominoso pasado el pretender ubicar al estado como “el primero” en todo. Es un abuso y un exceso que desde ahora, debemos frenar, pues a la larga, va a pasar como en el sexenio pasado: todos engañaron a Sabines, diciéndole que estaba bien el asunto, cuando en realidad, había desorden, descontrol, desvío de recursos, ¡vaya! la corrupción en toda la extensión de la palabra. Eso no debe volver a suceder. Si se avanza, qué bien; si no, también decirlo con todas sus palabras y no tratar de engañar, ni al gobernador y menos, mucho menos al pueblo.
IMAGINARIO.- Diego Gordillo, secretario de la Unión Ganadera Regional, no tiene una sola gallina, ni un puerco, menos una vaca; pero cobra el PROGAN y recursos de otros programas de apoyo a los productores pecuarios. Y todo, porque es protegido de Wenceslao y Adriana Camacho Pimienta, ésta última, presidenta del INAP y esposa de Julián Domínguez López Portillo, director del CONALEP. Toda una red familiar de corrupción.
amksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com