Todos contra el hambre... |
Angel Mario Ksheratto
Una Cruzada Nacional contra el Hambre… Suena bien; es buena desde el punto de vista social. Necesaria y urgente, desde cualquier perspectiva. De hecho, es una de las prioridades del presidente Enrique Peña Nieto. Pero el análisis sobre los temas de pobreza extrema y alta marginalidad, no debe quedar en una acción plausible sino que debe ir al fondo de la problemática original. Es decir, atacar las fuentes que alimentan los flagelos sociales que son preocupación —sólo preocupación— de muchos gobiernos en América Latina.
A la par de una campaña como la Cruzada Nacional contra el Hambre que hoy, en Las Margaritas, encabezará Peña Nieto, deben aplicarse otros atenuantes pero además, medidas políticas y económicas que contrarresten el impacto que entre la población en condiciones de pobreza simple, se produzca
cuando se presentan fenómenos de inflación en los alimentos básicos. Hasta el año 2005, ningún organismo internacional admitía la posibilidad de una crisis alimentaria en América Latina, pese a que en Haití, Honduras, Nicaragua y Jamaica, la gente tenía severos problemas para solventar su necesidad alimenticia.
No fue sino hasta el 2007 que el Banco Mundial consintió que la duplicación nominal de los alimentos (aumentó hasta en un 82 por ciento en cereales, oleaginosas y lácteos; trigo, 152 por ciento, maíz, 122 por ciento, carnes y bananos 20 y 24 por ciento respectivamente), agilizaba una crisis alimentaria sin precedentes en América Latina.
En México, esa situación profundizó las condiciones de pobreza extrema; gobernaba entonces el PAN, cuya doctrina de extrema derecha, insistía en olvidar a los marginados y marginar —aún más— a los pobres. Esto, contrario al discurso que en los dos últimos sexenios se escuchó: “Se está reduciendo el número de pobres.” Exacto: ahora los pobres estaban en pobreza extrema y los que vivían en esa condición extrema, se morían de hambre. Diremos a su favor que en esencia, no mentían.
EL Banco Interamericano de Desarrollo había advertido en el año 2008 que, de no controlar el alza en los precios de la canasta básica, 26 millones de latinoamericanos y habitantes del Caribe, irían a engrosar las filas que ya ocupaban decenas de millones, en la pobreza extrema. Así fue. Las medidas para frenar la subida de precios, fueron insuficientes. Solo en México, productos como el huevo, la leche, la tortilla, legumbres, el arroz y el frijol, subió hasta en un 53 por ciento, en el último tramo del gobierno de Felipe Calderón y un 64 por ciento en el sexenio de Vicente Fox.
Frente a lo anterior, el valor adquisitivo del salario mínimo, ha perdido totalmente su fuerza. Ello ha generado mayores índices de pobreza.
Pero no solo esos son los factores que se deben analizar no solo para entender el problema, sino para encontrarle salidas prácticas, cómodas y fáciles. Hay un sector que genera pobreza en los dos extremos en los que se mueven: los llamados “coyotes” o intermediarios.
Los campesinos son los que más aportan para la alimentación de la población, pero están entre los más pobres. Sucede que sus productos, son arrebatados por los coyotes, quienes les pagan a dos pesos el kilo de maíz, por ejemplo, y lo venden, al consumidor, a 20. Ahí debe haber una política de control tanto de mercado, como de precios. Con ello, el productor y el consumidor, estarían a salvo de caer en la pobreza extrema.
Por otro lado están los “dirigentes sociales”; de hace años se repite la misma historia: el gobierno federal destina mil pesos para un programa de asistencia técnica, digamos. Entre los funcionarios de las dependencias involucradas y los dirigentes de organizaciones campesinas, se quedan 900 pesos, mientras que el campesino, solamente recibe cien. Se llama corrupción. Si se llegare a erradicar, otra cosa sería.
¿Qué hacer? Insisto en que debe haber políticas más duras para combatir las causas de fondo. Una Cruzada contra el Hambre, es positiva, loable. Qué bueno que se lleve a cabo, pero tendría mayor impacto en la sociedad, si se combatieran a fondo los orígenes de la pobreza extrema. Con eso estaríamos del otro lado.
Tarjetero
*** Llama la atención que sea Chiapas, concretamente, Las Margaritas, el municipio donde se inicie la Cruzada Nacional contra el Hambre. Es un municipio emblemático. En 1994, fue uno de los lugares que el EZLN tomó a sangre y fuego. Por doce años, los zapatistas cerraron el pico; apenas regresó el PRI a Los Pinos, reaparecieron de valentones. La respuesta es la presencia de Peña Nieto en ese municipio, cuyo índice de pobreza es de más del 60 por ciento. Tiene sus lecturas. *** Esta vez, los “políticos” que encabezaron marchas antisabinistas, se cuidaron de no dar la cara. Es que las críticas en su contra, opacaron el primer intento. Ni modos, cría fama y échate a dormir. *** Por cierto, muchos son los funcionarios de la anterior administración los que podrían ir a la cárcel. Se sabe de por lo menos, siete, que están en capilla ardiente. *** Pareciera que no nos interesa pero sí, en cierto modo, es importante que Barak Obama asuma un segundo mandato. El primero fue tibio, flojo, en materia migrante. Ahora, su compromiso fue mayor y se espera que por fin, le entre a una reforma seria y justa. *** Gobierno responsable y gobernabilidad, igualdad de oportunidades, progreso y conservación, son los tres ejes del Plan de Gobierno de Manuel Velasco Coello, el cual camina con pasos seguros a través de un Plan ordenado y con clara visión de desarrollo sostenido. (BP) *** Luego nos leemos.
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