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| Llora lo que no supo defender en el pasado. |
Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Los errores del pasado, se pagan caros; Carlos Morales Vásquez, fue inobjetable ganador de las elecciones cuyo resultado se apropió Victoria Rincón Carrillo. La gente estaba indignada. Hasta los panistas admitían que solo mediante fraude, la ahora exalcaldesa, había alcanzado la silla más grande de Tuxtla. Muchos, entonces, ofrecieron a Morales Vásquez todo su apoyo para recuperar el Ayuntamiento. Al principio, aceptó el reto de demostrar sus dichos.
Y llevaba las de ganar. Se tenía la certeza que la impugnación anularía las elecciones. No hubo un solo ciudadano que no hubiera estado dispuesto a luchar al lado de Morales Vásquez. Pero salió con su batea de babas.
De un momento a otro, decidió que no seguiría con la lucha que el pueblo impulsaba y, ¿se acuerdan? ¡Aceptó una regiduría plurinominal! De inmediato, las buenas y malas lenguas empezaron a soltar versiones de todo calibre: Que aparte de la regiduría, habría aceptado una jugosa cantidad de dinero; que había negociado otras prebendas para sus hermanos. En fin, la gente desde entonces, le dio la espalda.
Samuel Córdoba Toledo, es un burócrata administrador que está muy lejos de tener la capacidad para gobernar a una ciudad con tantas complicaciones administrativas como Tuxtla Gutiérrez. En la presente administración, fue de todo; solo le faltó ser secretario general del sindicato de paseadores del parque. ¡Pero ganó!
La gente no votó tanto por Córdoba Toledo, sino en contra de la falta de dignidad y la falta de respeto al pueblo que Morales Vásquez demostró la primera vez que quiso gobernar a la ciudad.
Los argumentos en el sentido que le robaron la votación, que hubo boletas de más, no han sido debidamente probados ni comprobados. Si lo hubo, no ha tenido la capacidad para poner las pruebas sobre la mesa. No ha hecho otra cosa que berrear y berrear sin siquiera darse cuenta que el pasado suyo, es una tremenda losa que no lo deja avanzar. Ni lo dejará, a menos que admita que ya falló una vez y pida disculpas por ello.
El oportunismo, es cosa que se paga caro. En su momento, el derrotado candidato no supo qué hacer con el respaldo popular. Pero además, hay algo que todavía le sirve de lastre: el complot que urdió contra Julio César García Cáceres (el famoso Chimbo, QEPD), uno de los alcaldes más queridos de la ciudad. Habrá quienes no estén de acuerdo conmigo, pero el Chimbo, le dio rumbo a una Tuxtla descarriada, desorganizada y con servicies elementales nulos.
La gente no le perdona que, siendo ambos del mismo partido, haya fraguado una celada contra el entonces alcalde y todo, para complacer a un grupo de priístas corruptos, al que el mismo Carlos pertenecía. Hoy es tarde para lamentaciones. Córdoba Toledo, tengo la impresión, no será un alcalde que deje huella; pero, insisto: ganó. Nos guste o no. Queramos o no. Ojalá, Carlitos lo entienda. Una vueltecita a su propio pasado, podría devolverle la cordura y aceptar que en democracia, se gana y se pierde. Y aceptar además que con lo sucio de nuestros procesos electorales, gana el que más dinero le mete a su campaña.
¿Acaso negaría que, en mi colonia, gente del PRD pasó ofreciendo dinero para ir a votar por él? Entre perros, no se muerden la cola.
Tarjetero
*** Ni media palabra; una sonrisa sardónica, media vuelta y se esfumó dentro del Pleno de Sesiones del Congreso del Estado, donde se sesionaba en secreto… Un secreto que todos sabíamos: el desafuero del ahora exalcalde de Pueblo Nuevo Solistahuacán, a quien acusan de los hechos violentos en Rincón Chamula, donde hubo un saldo mortal. Enoch Hernández, diputado del PT con cargo en la estructura del PVEM (ya nada nos espanta con tanto político sinvergüenza) no quiso pronunciar palabra en torno a un correo que hizo circular mediante el cual, hace serias y graves acusaciones al Ejecutivo. A algunos colegas, dijo que le habían hackeado su cuenta de correo electrónico. A otros aseguró no saber nada del asunto. Pero se negó a hablar del tema. A media tarde, nos informaron que andaba buscando foros para ofrecer una explicación. Nadie, al parecer, le tomó declaración. Las llamadas eran insistentes. No desmentía ni confirmaba. Era como si hubiese querido jugar al tonto y al malo. Hace unas semanas, se rasgaba las vestiduras para defender al Ejecutivo. Hoy, lo ataca rabiosamente; ha lanzado la piedra y escondido la mano. ¿Qué lo hizo enojar? ¡Sabrá Dios! Independientemente de sus argumentos, Enoch solo demuestra una cosa: se ha vuelto mercenario de la poca información a que como legislador, tiene acceso. Chantaje, es el nombre preciso. Hacerle eco, sería tanto como convertirse en su cómplice o lo que es peor, en el instrumento para que él alcance sus propósitos perversos. Y tiene, como legislador, la obligación de probar sus acusaciones. ¿O no? *** ¿Recuerdan cuando MALO llamaba a los electores a recibir todo lo que les dieran pero que a la hora de votar, lo hicieran libremente? Pues ello lo descalifica para exigir cosas raras en la elección pues, quiera o no admitirlo, él fue promotor de la compra-venta de votos. *** Preocupa el discurso valemadrista del dirigente nacional del PRI, Pedro Joaquín Codwel. Como que no quiere aprender que los tiempos de los viejos dinosaurios, ya pasó a mejor vida. De seguir así, estaremos de vuelta al pasado, lo que no se quería. Pepe Albores Trujillo, ya es diputado plurinominal. Bien por el buen “Pollo”, cuyo trabajo de día y de noche en las vetustas oficinas del moribundo PRI, le está redituando. *** Luego nos leemos.
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