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| "Hay políticos jóvenes muy mañosos" |
La Izquierda revertirá
alternancia fallida: ZRA
Angel Mario Ksheratto
Es, de hecho, candidato plurinominal del PRD al Senado de la República; sin embargo, enarbola una propuesta poco común: proponer la desaparición, si no de todas, por lo menos de un buen número de escaños plurinominales. Esto, dice, como parte de una reforma política de fondo que, considera, sería el primer paso para una serie de reformas estructurales que lograrían el avance del país hacia una consolidación democrática.
Zoé Robledo Aburto, quien se declara “candidato externo” del Partido de la Revolución Democrática, afirma en entrevista que la crisis del sistema partidista vigente en el país, debe pasar, necesariamente, por una profunda regeneración de los cuadros políticos y rechaza que Andrés Manuel López Obrador, tenga intenciones de buscar un reacomodo constitucional para alcanzar la reelección.
En sus oficinas de campaña, el aspirante del sol azteca, responde sin evasiones las preguntas y asegura que la alternancia en México, ha fracasado. “Dejó de gobernar el PRI, pero no hubo transformación”, dice y rechaza que en el Senado, vaya a ser un legislador calienta-bancas. He aquí la entrevista:
—Empecemos por hablar de la crisis legislativa actual, en la que prevalece un estancamiento en materia de reformas estructurales para México. ¿Cuál va a ser la propuesta del PRD y concretamente del candidato Zoé Robledo?
—Es enorme la crisis que existe en los partidos políticos; hay crisis de credibilidad, hay falta de confianza en los partidos, pero muy en particular desconfianza hacia los legisladores. (En tono de broma pero muy en serio, siempre he lamentado mucho la desaparición de la Policía Judicial, porque los miembros de esa corporación eran los que ocupaban el último lugar en términos de confianza por parte de la ciudadanía; sin esos policías, somos los legisladores quienes estamos en ese deshonroso último lugar.)
Creo que la ciudadanía está ávida y espera que los políticos, se pongan de acuerdo; algo que se toma muy poco en cuenta, es la encuesta nacional de valores porque una de las cosas que le pide la ciudadanía a la clase política es, ponerse de acuerdo. Así como antes se hablaba de honestidad y de transparencia —y sigue sucediendo—, hoy se habla de la necesidad de decir: «pongan por encima de sus diferencias ideológicas o partidistas, el bien de la nación, los intereses de los ciudadanos». Creo que las reformas estructurales, tendrán qué entrar a un nuevo ciclo, a partir de la instalación de la nueva legislatura, del nuevo Congreso de la Unión en su conjunto, para plantear nuevas formas de acuerdos.
—¿Es producto de la crisis del sistema de partidos?
—Creo que sí; es producto de una crisis de los partidos y su representación. Los ciudadanos cada vez se sienten menos representados y a la vez, los políticos cada vez se sienten menos comprometidos con la ciudadanía. Tienen, los políticos, menos responsabilidad de cumplir las expectativas de sus electores. Esto tiene qué ver con cuestiones como la reelección legislativa y las candidaturas ciudadanas, mecanismos que asegurarían que los políticos, tengan qué rendir cuentas a la ciudadanía. Ese me parece que es el primer elemento que hace falta; que para el político, su incentivo mayúsculo, sea lo que va a pensar el elector que votó por él en la elección y no la línea que tenga un partido o el interés de un grupo específico al que represente. Me parece que eso es fundamental. Espero que en éste nuevo ciclo legislativo, todas esas reformas lleguen a buen puerto.
—¿Será necesaria la desaparición del sistema de partidos en México para una regeneración de éstos, en virtud que ni las instituciones partidistas ni los políticos que viven de ellas, hacen un trabajo decoros a favor de los mexicanos?
—Más que la desaparición del sistema de partidos, creo que ese sistema es un pilar fundamental de la democracia; lo que tiene qué haber es mejores partidos y mejores políticos. Mi caso es muy particular porque fui candidato en la Sierra Madre de Chiapas, producto de una coalición de partidos, pero siempre manteniendo mi carácter de externo. Nunca me asumo como candidato “ciudadano” porque ciudadanos, somos todos. Como externo, porque nunca he militado en ningún partido político. Esto me permite tener un compromiso con los ciudadanos, más que con los partidos. Hoy que el PRD me hace una nueva invitación a ser su candidato al Senado, lo hago como candidato externo y con muchísimo orgullo. Primordialmente, porque creo en la Izquierda; encuentro enormes coincidencias con los partidos de Izquierda. En el ciclo político de la transición democrática en México, ya hubo alternancia en el año 2000…
—Que por cierto, es una alternancia fallida…
—Es una alternancia fallida. ¿Por qué es una alternancia fallida? Porque cambió el partido en el poder, pero no el régimen. Dejó de gobernar el PRI y en la ciudadanía generó una gran expectación porque en el momento que saliera el PRI de Los Pinos, se creyó que habría una transformación y no fue así. Lo único que hubo fue una alternancia de partidos. Creo que eso es lo que espera la ciudadanía. La llegada de un ciclo completo partidista podría revertir esa alternancia fallida, es decir, la llegada de la Izquierda al poder.
—En México, los políticos suelen hacer exactamente lo contrario de lo que se comprometen en campaña; Andrés Manuel López Obrador, se ha comprometido a no buscar la reelección. El mensaje entonces, se debe entender al revés, es decir, que sí va a buscar la reelección, ¿cuál va a ser el papel de ustedes los legisladores para detener una posible “chavisización”?
—Creo fervientemente en Andrés Manuel López Obrador, es el político más congruente que tiene la nación. Lo es porque lo ha demostrado en su forma de ser, en su estilo de vida e incluso, en su congruencia e integridad ante todos avatares que han ido en contra de él durante muchos años y creo que es un hombre que respeta a las instituciones. Lo creo, porque las conoce muy bien. López Obrador es un hombre que conoce muy bien al sistema político mexicano, hasta académicamente. Tiene publicados un par de libros desde la etapa de los liberales; respeta mucho esas figuras. Estoy convencido que en el momento en que llegue al poder, será respetuoso de instituciones como la división de poderes, respetuoso de la autonomía del legislativo y primero que nada, de la Constitución que tiene un mandato de no reelección muy claro. Estoy cierto que será presidente de México y en ese mismo tenor, estoy seguro que lo será durante seis años.
—¿Cuál cree que es la reforma más urgente?
—La que destrabaría todas las demás reformas, es la reforma del sistema político. No podemos seguir pensando que con el sistema político actual, podríamos caminar hacia cambios estructurales. Deben desaparecer un buen número de diputaciones y senadurías plurinominales; los escaños plurinominales ya cumplieron un ciclo; a partir de la reforma de Jesús Reyes Heroles en 1977, tenían un sentido de ser: abrir la Cámara a la pluralidad partidista, ante la imposibilidad de los partidos de oposición de estar representados y ante la fuerza de un partido hegemónico. Ya cumplieron esa función. Por otro lado debe abrirse la posibilidad de que candidatos ciudadanos asuman el poder y en ese contexto, abrir la puerta a la posibilidad de la revocación del mandato.
Esto podría hacer posible las demás reformas como la de los gobiernos de coalición que me parecen muy interesantes; es decir, que las alianzas políticas no sean solamente electorales, sino que sean además, legislativas y que podamos todos, conocer la agenda a la que se comprometen los partidos coaligados. Cambiando el sistema político será más fácil atender las necesarias reformas como la laboral, la energética, la fiscal. La fiscal, por cierto, me parece que es la segunda en importancia.
—Un cambio de fondo, sugiere un cambio de políticos, de personas; esto porque si vemos con detenimiento la crisis que atraviesa el país, encontramos que los viejos políticos, los tradicionales, son los que han llevado al país a la ruina. ¿Favorece a México el cambio generacional que estamos viviendo?
—El tema de la juventud tiene qué ver con la edad. Tengo 33 años, soy uno de los candidatos al senado más joven, por lo menos en ésta elección, pero creo que no tiene qué ver nada más con la edad; tiene qué ver con la capacidad renovadora y regeneradora de ideas. Conozco a políticos muy jóvenes de edad, pero muy viejos en lo político…
—¡Muy mañosos!
—Muy mañosos y que tienen una estructura mental muy conservadora. Y conozco gente con muchos años dentro de la política, pero que siguen teniendo ideas muy frescas. La clave está en políticos jóvenes que planteen nuevas ideas, pero que sobre todo tengan un espíritu reformador. El que aspira a ser legislador, no puede ser conservador. El legislador es reformador por naturaleza.
—En caso de ganar la elección, ¿cuál sería su prioridad para Chiapas para llevar ante el Senado?
—Chiapas camina por el rumbo del desarrollo; hay avances importantes en el principal enemigo que tiene y que es la pobreza. Frente a la pobreza, creo que debe haber un acuerdo entre los partidos para determinar la forma de afrontarla y la ruta que debemos continuar. Sin embargo, también creo que el tema toral, fundamental, tiene qué ver con el trato con la Federación. Si bien vemos que el presupuesto para Chiapas ha crecido, no es suficiente. La Federación tiene qué hacer un esfuerzo significativo, un esfuerzo extraordinario para sacar a Chiapas adelante. Esto, porque Chiapas hace enormes aportaciones a la República.
Aporta energía eléctrica, petróleo, gas, minerales y biodiversidad, que es importante en la nueva economía mundial; genera agua y aire limpio. Aporta además, cultura, historia, identidad, en fin. Nos atienden, sí, pero como a un estado más. Debe haber más aportaciones de la Federación a Chiapas, deben ser extraordinarias; nosotros planteamos ese tema como “federalismo restitutivo”; es decir, si nosotros aportamos todo eso, se nos regrese más para beneficio de los chiapanecos.
—En ese sentido, ¿propondrá en el Senado que, por ejemplo, las ganancias del petróleo se vengan hacia Chiapas y no a Tabasco como sucede desde que PEMEX empezó a explotar pozos en municipios del norte de la entidad?
—Chiapas es el estado con mayor aportación de recursos naturales y sin embargo, no veo ningún esfuerzo por parte de la Federación, para que las familias que viven en esas zonas, tengan recursos y elementos de protección. Todo se tiene qué replantear en función de un nuevo federalismo. No estamos proponiendo expropiar los pozos petroleros o las presas, sino que parte de sus ganancias, queden en manos de los chiapanecos, que empiecen a ser patrimonio de los chiapanecos, principalmente, porque somos los únicos mexicanos por elección propia.
—¿Va a ser Zoé Robledo Aburto, en el Senado, protagonista o solo calienta-bancas?
—En el Congreso local fui protagonista de los trabajos legislativos, en todos los sentidos. Yo no quiero ser senador solo por tener una chamba; no quiero llegar a votar iniciativas de manera automática. Me interesa ser senador para defender los intereses más urgentes del estado. Estoy listo y preparado para ser un senador activo, propositivo, que realmente pueda transitar en los diversos espectros ideológicos y políticos, para lograr acuerdos. En mi condición de externo, al incorporarme a la fracción del PRD, tendré la posibilidad de ser un puente con otras fuerzas políticas, especialmente, si es para el bien de Chiapas.