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Agresiones a periodistas, historia sin fin

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


Las agresiones a periodistas en México
y Chiapas, son cada vez más
constantes.

Mientras en todo el territorio nacional los periodistas unen sus voces (a regañadientes, si se quiere, dado nuestro natural —e irracional— instinto de superioridad profesional, maldición que nos puede arrastrar a la horca) para exigir al gobierno cumpla con su obligación moral y constitucional de proteger la vida y derechos de quienes nos dedicamos a la tarea de informar, en Chiapas, dos reporteros fueron víctimas de un acto que vulnera no solo los principios fundamentales del hombre, sino la voluntad expresa del gobierno doméstico que ha procurado una relación sana con la mayoría de los comunicadores, pese a las complicaciones y posibles malos entendidos que ésta traiga consigo.
La movilización periodística del sábado, no obstante nuestras diferencias, tenía un motivo doble; uno explícito y el otro, implícito. Por un lado recordar al Gobierno Federal su compromiso ineludible de proteger con todo el peso del Estado la Libertad de Expresión y por otro, enviar un claro mensaje al crimen organizado en el sentido que los periodistas honrados y honestos, nada tenemos qué ver con sus negocios y por tanto, deben dejarnos al margen de sus actividades, respetando en todo momento, nuestra condición de informadores.
En lo personal no dudo que haya uno que otro “periodista” que haya sucumbido ante la tentación del dinero y haya alquilado su conciencia a favor de uno u otro bando, pero eso es asunto suyo, no del gremio en general.
Los Medios y los periodistas no podemos ser rehenes de nadie, ni debemos ser utilizados para arrebatar espacios mediáticos.
Ese es el mensaje central de la movilización; sin embargo, aquí, la agresión surgió de otro entorno: de policías incivilizados, carentes de la menor educación como para entender que Abenamar López y Ángel Hernández, solo cumplían con su tarea de informar. Según versiones de otros colegas, policías ministeriales y de Seguridad Pública, atacaron con lujo de violencia a los dos reporteros, llegando al extremo de intentar asesinar a Abenamar López, aplicando una llave al cuello de éste.
No contentos con la agresión física, les robaron su equipo de trabajo y otras pertenencias, por lo que los sujetos, si se cumple la ley, deben ser llevados a los tribunales por intento de homicidio, despojo, abuso de autoridad, robo, lesiones, amenazas y otros delitos que la autoridad competente considere pertinente.
La exigencia es que se aplique el correctivo de rigor. En éste caso, el Fiscal especializado para la defensa de los periodistas, Ignacio Soberano debe cumplir con su función y no caer en lo de siempre: un “acuerdo armonioso entre las partes”, lo cual es una burla inaceptable al Estado de Derecho y a los derechos de los periodistas.
Hasta ahora, no ha habido una sola sentencia en casos como el que ahora nos toca, por desgracia, volver a tocar. Todo ha quedado en simples arreglos de bacinica. Soberano Velasco ya debe dejar de lado ese tipo de concesiones a los agresores de la Libertad de Expresión.
Mientras no haya castigos ejemplares, seguirá habiendo quién transgreda los derechos de los periodistas, pues tendrá seguro un “acuerdo armonioso” que le permitirá quedar impune. En esto, hemos tenido mucha culpa los periodistas porque aceptamos esos arreglos ignominiosos.
De ahí que la exigencia es que se castigue por los delitos arriba mencionados a los policías agresores. Y que desde luego, devuelvan lo robado a los colegas agredidos. Y debemos tener presente que fueron policías sueltos los agresores.

Tarjetero

*** Finalmente, el Senado metió las manos para proteger a la población de la larga cadena de productos “mágicos” que se hacen presentes incluso, en canales de televisión que antes eran respetados por su contenido. Esos anuncios de hongos que curan desde un barro hasta el SIDA, remedios que bajan quinientos kilos en 15 segundos, aparatos que lo mismo sirven para barrer que para viajar en el espacio, según se supo oficialmente, podrían ser retirados. Y no solo eso, sino que se pretende crea una ley específica que regule, pero sobre todo, que verifique la autenticidad y efectividad de éstos. La iniciativa es buena; en primer lugar, porque terminará con el abuso de los medios electrónicos que se prestan al engaño masivo. En segundo y esto más importante, porque protegerá la salud de los consumidores. Ojalá no se quede en el intento. *** Autor de “El reloj” y “La barca”, “El triste”, “Al final” Roberto Cantoral, enorme compositor mexicano, murió ayer a los 75 años de edad, víctima de un infarto. Descanse en paz. *** Para la familia de Mauricio Espinosa, joven reportero y conductor de televisión, el abrazo solidario tras el sensible fallecimiento del colega y amigo. *** Otro gran mexicano que se nos adelantó, fue el cronista Fidel Samaniego, colaborador de El Universal. Samaniego fue, sin duda, un hombre sensible con la pluma. *** Rumores y conjeturas en torno al alcalde capitalino, Jaime Vals Esponda. Algunos dicen que, por su terquedad y otras cosas, se ha quedado solo y su cúmulo de baches citadinos. La soledad, dicen, lo tiene entre la espada y la pared. *** La Iglesia sigue duro y dale con el tema de las bodas gay. Pero se olvidan las aberraciones de muchos curas contra niños indefensos. Ya, ¡basta de hipocresías! *** El periódico Sin Fronteras que dirige con buen tino mi amigo Luís Torres Lascano, cumplió un año más de informar en la zona norte de Chiapas. Para Luís, un abrazo fraternal y el deseo porque siga cosechando muchos éxitos. *** Luego nos leemos.
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