Ir al contenido principal

El clero, ¿en las boletas electorales?

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto



Pablo Gómez, dee quemasantos, a captador
de votos dentro de la Iglesia Católica.

En enero del 2009, el senador Pablo Gómez publicó en su sitio de internet un sesudo y muy bien documentado artículo a propósito de una declaración del Secretario de Estado del Vaticano, Tarcisio Bertone, en la que declaró a Querétaro, “el santuario del estado laico mexicano”. Gómez, que es uno de los más brillantes ideólogos de la ahora decadente izquierda mexicana, atiza la hoguera contra el clero y lo acusa de estar siempre de espaldas del pueblo, y a los curas reaccionarios, de utilizar su único recurso: el fanatismo religioso. Y remata con un reclamo al Estado a quien señala de proteger al alto clero que jamás ha tenido compromiso con la Nación y el pueblo. “Es ya mucho que se encuentre indebidamente exento del pago de impuestos”, cierra.
Algunos meses después, desde la Tribuna del Senado, sorprende con una exigencia que derrumba su tradicional postura frente a los varios como frustrados intentos de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León y Vicente Fox Quesada para otorgar a la Iglesia, facultades que van más allá de su función pastoral. Eliminar el inciso “e” del artículo 130 de la Constitución, supondría conferir al clero potestades supremas que no solo pondrían en riesgo la tarea de evangelización a que se han comprometido en voto sagrado, sino que violentaría mandatos bíblicos que ellos conocen –ó deberían conocer– a fondo. Aparte, ya con los pies sobre la tierra, tal iniciativa abriría la puerta para que los procesos electorales deban pasar por un filtro confesional que dejaría de lado la pretensión de pluralizar la intención del voto ciudadano. En vez de misas tendríamos arengas ideológicas; en lugar de sermones piadosos, discursos políticos; en lugar de prácticas sacramentales, exhortos partidistas y en lugar de hostias, boletas electorales, por decir lo menos monstruoso que nos esperaría en caso de prosperar la iniciativa del senador Gómez.
Habrá quienes divisen fantasmas de intolerancia en éste asunto, pero hay que retroceder en la historia y admitir que las muchas facultades al clero ó a cualquier otra expresión religiosa, ha tenido como resultados, fanatismos lacerantes que incluso, ha bañado de sangre a muchas partes del planeta. Las teocracias no han tenido ninguna representatividad divina; por el contrario, han sido tan sanguinarias como el más de los gobiernos totalitarios que haya existido en el mundo. Ese es el riesgo. Y es un riesgo que busca implantar un sector de la podrida izquierda mexicana, basado en dos hipótesis espantosas: la declaratoria de “enemigos de la Iglesia” hecha recientemente por el alto clero del país contra el PRD, partido al que pertenece Pablo Gómez; la alianza política entre el PRD y el PAN, partido confesional de ultraderecha en el poder que se ve urgido de la congratulación de la izquierda que aunque es su aliada, no ha reconocido públicamente a Felipe Calderón como Presidente Constitucional de México. Una más: la urgencia del PRD de captar votos. ¡Vaya, una iniciativa electorera, pues!
En sí, la propuesta de Gómez no extraña por la conveniencia política que encierra, sino porque proviene de, quizá, uno de los pocos sobrevivientes de aquella izquierda contestataria, inteligente y respetable. Extraña además porque deja de lado la intención de incluir en su propuesta, la exigencia de un amplísimo sector del país que espera que la Iglesia, pague impuestos, solicitud que durante años ha encabezado el mismo Pablo Gómez y ahora, deliberada ó torpemente, olvida.
Por lo demás, es falso que la Iglesia sea víctima de prohibiciones constitucionales, vetos legales ó restricciones en sus derechos; el artículo 130 constitucional dice a la letra: “Los ministros no podrán asociarse con fines políticos ni realizar proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna; tampoco podrán en reunión pública, en actos del culto o de propaganda religiosa ni en publicaciones de carácter religioso, oponerse a las leyes del país o a sus instituciones ni agraviar de cualquier forma los símbolos patrios”. Sería absurdo eliminar dicho inciso. Porque daría pie a que desde el púlpito, se agravie a la bandera, por ejemplo. Más que una prohibición, es una reglamentación como cualquier otra que existe para otros sectores de la sociedad. La Iglesia misma tiene sus propios cánones y no por ello se declaran agraviados en sus derechos. Son normas de convivencia que además, son ampliamente recomendadas por el apóstol Pablo de Tarso en su epístola a los Romanos. “Toda persona esté sujeta a las potestades superiores. Porque no hay potestad que no provenga de Dios y Dios ha establecido las que hay en el mundo. Por lo cual quien desobedece a las potestades, a la ordenación ó voluntad de Dios desobedece.” (Rom. 13:1. Versión Félix Torres Amat) En la versión de Eloíno Nácar Fuster y Alberto Colunga Cueto, las potestades son interpretadas como las autoridades terrenales, al igual que en la versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de Valera. ¿Desobedecerá entonces el clero la Palabra de Dios?

Tarjetero

*** Servicio social: Urge localizar al señor David Ponce Armendáriz, aparentemente, habitante del municipio de Ocozocoautla; se ha tratado de localizarle ahí, pero hasta ahora los esfuerzos han sido vanos. Su hijo Juan A. Ponce Olivares, por desgracia quedó invidente y su señora madre, Lourdes Olivares, recién falleció en el estado de Jalisco. Si alguien conoce al señor Ponce Armendáriz, agradeceríamos se comunique al teléfono 9616936132. Gracias por su colaboración. *** En la UNICAH, se avecinan tormentas por asuntos graves en la facultad de odontología; ya le tendré mayores datos. *** Luego nos leemos.
ksheratto@hotmail.com
ksheratto@gmail.com
http://ksheratto.blogspot.com

Las más leídas

Elba Esther Gordillo, sinónimo de corrupción y arbitrariedad

Fichero Político Angel Mario Ksheratto Cínica, la pseudodirigente magisterial no deja lugar a las dudas respecto a su debilidad por el dinero ajeno. Cuando hace unos días Elba Esther Gordillo Morales, dijo que vivía de su “modesto” sueldo como dirigente sempiterna de un grupo de maestros conocidos como “charros”, nadie le creyó; su larga historia de corrupción, mentiras, simulación y sometimiento, dijo rotundamente lo contrario. Ella misma se encargó de confirmar la incredulidad de los mexicanos, regalando doce camionetas de súper lujo a igual número de dirigentes estatales. Sin duda, un acto de inmoralidad espantosa que obliga a exigir a ésta señora, alejarse definitivamente de la espuria dirigencia que dice tener en sus manos. Vergonzosamente, en ese mismo evento la supuesta dirigente magisterial exigió al Gobierno Federal más presupuesto, según ella, para mejorar las paupérrimas condiciones de la educación en México. Imposible creer que ése dinero vaya a las escuelas de cartón que

Apunte sobre la entrevista Scherer-Zambada

Fichero Político Angel Mario Ksheratto "El narcotráfico está en toda la sociedad", dijo el capo de la droga al periodista Julio Scherer García, fundador de "Proceso". A juicio de uno de los capos más buscado y perseguido por los gobiernos de México y Estados Unidos, toda acción legal contra el narcotráfico, no modificaría el posicionamiento que han logrado y que, deja entrever, se ha alcanzado gracias a una de las enfermedades crónicas que padece el país: la corrupción. Frente al emblemático periodista mexicano, Julio Scherer García, uno de los referentes periodísticos de mayor trascendencia en América Latina, el capo suelta una verdad estremecedora, abrumadora, perturbadora: “el narco está en la sociedad”. Para los persecutores de éstos, la frase debería ser un reto; para los mexicanos, es desalentador. El flagelo ha permeado por todas partes, en todos los estratos sociales, en todos los rincones de la región. Es, quieran o no reconocerlo las autoridades de todos l

Las rabietas de MVC

Artículo Único Angel Mario Ksheratto D e manera imprevista, el senador golpea con fuerza el lujoso e impecable escritorio; suelta imprecaciones, enreda sus dedos en el cabello y, con los puños cerrados, vuelve a castigar al mueble en el que no hay un solo papel. —¡Es un malagradecido!, —explota y se queja—: ahora, ni la llamada me toma… Ni él ni sus funcionarios, ¡carajo! La urgencia de hablar con su sucesor —y no obtener respuesta—, tiene fundados motivos para enfurecerlo: seis de sus ex colaboradores, están siendo seriamente investigados y de al menos cuatro, se tienen evidencias claras de desvíos de recursos y uno, ya tiene orden de aprehensión, misma que, inexplicablemente, no se ha ejecutado. Aunque por lo pronto, las indagaciones de millones de pesos desviados no lo alcanzan a él, sí a sus funcionarios, lo que mediáticamente podría afectarle en sus aspiraciones para saltar del Senado al Gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde donde pretende construir una