Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El pseudodirigente del PRD, inmoral
e hipócrita, ignora los estatutos de
ése partido y engaña a la militancia.
Al llamado de unidad que han hecho autoridades y organismos autónomos luego de los atentados de Morelia, el Frente Amplio Progresista condicionó su inserción en ese esquema al retiro de la iniciativa energética del debate, argumentando un probable “enfrentamiento de fuerzas políticas”. La postura del FAP es clara y desnuda un interés más allá del discurso oficial y la demanda ciudadana en el sentido de hacer frente, en unidad, a la delincuencia organizada. Vemos un chantaje descarado mediante el cual se pretende lucrar con la desgracia nacional a favor de un grupúsculo de legisladores malcriados que se regodean tras bambalinas, del fracaso que está resultado la estrategia gubernamental para combatir al hampa. Ya se ha dicho mucho en torno a la apuesta de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador: quieren que Calderón fracase como Presidente de la República, sin importar que en esa debacle, todos los mexicanos caigan derrotados. Esa es su máxima ambición. El país, poco les interesa, nada vale para ellos, más que el poder político al que persiguen a costa del terror que padecemos todos.
La coyuntura del terrorismo aplicado y las consecuencias de una guerra de bandas sin control, no pueden ni deben ser aprovechados por algunos políticos inescrupulosos que incluso, hacen propuestas en contrasentido de lo que la sociedad en general reclama. Vivimos una triste tragedia y de ésta no podemos admitir que se aferren algunos para sostener sus burdas pretensiones. El FAP ha dado muestras de insensibilidad e incivilidad; su postura ha sido siempre la confrontación, el encono, la violencia y el abuso de su condición de opositor. El chantaje nunca ha sido la mejor arma para alcanzar acuerdos políticos. Quienes han recurrido a éste, han tenido que aceptar arreglos bajo la mesa, con limitaciones vergonzantes que los ha relegado a lugares inaccesibles. Eso sí, quienes han padecido las consecuencias de esas malas negociaciones, han sido los mexicanos.
El Frente Amplio Progresista en realidad, no representa más a que un reducido grupo de melindrosos de la política que no comen ni dejan comer. Nadie les ha dado el derecho de todos para que, a nombre de éstos, condicionen a todos los mexicanos. Cierto es que el debate sobre la reforma energética debe ser cuidadoso y profundo, pero no por ello, motivo para presionar al país en momentos en que requiere de todos. Da la impresión que para el FAP, la tragedia es su mejor arma. No se les puede permitir, puesto que no son discusiones bizantinas las que necesita México para sobresalir de su pesadilla, sino ideas inteligentes que produzcan y no que esterilicen. México necesita de un amplio acuerdo entre autoridades y sociedad para combatir a la delincuencia. Ese ejemplo se ha dado en aquí con la firma del Pacto para un Chiapas más Seguro; no es la panacea perfecta, pero es el primer intento serio y responsable que se hace, en unidad, para contrarrestar los efectos de las bandas criminales que se empezaban a posesionar del estado. Cuenta la intención, cuenta la voluntad y cuenta el interés de todos por participar en una cruzada que, si bien es difícil, no resulta imposible cuando cada quién hace lo que le corresponde.
En ese tenor esperamos que el Gobierno del Estado cumpla con su parte que es, en primer lugar, depurar los cuerpos policíacos, principalmente aquellos bajo sospecha de tener ligas con el crimen organizado. Luego, depurar el Poder Judicial, cuya actual presidenta, Sonia Simán, ha perdido la esencia de sus actividades. Ahí, decenas de jueces corruptos deben ser echados a la calle; magistrados ligados a los criminales, también están en la ineludible obligación de retirarse del cargo para que gente honrada y trabajadora, asuma los puestos que ellos han contaminado con raterías y complicidades.
A nosotros, la sociedad, nos corresponde la otra parte: cumplir con el deber civil de respaldar las acciones de gobierno, pero también, vigilar que en éstas, no se violenten los derechos humanos de nadie. También es deber de todos, denunciar aquellos actos delincuenciales que vulneren al Estado y a la Sociedad. Ese primer esfuerzo que surge de Chiapas, debe ser no solo ejercicio de vanguardia, sino ejemplo a seguir. Insisto, debemos ser un buen ejemplo.
Tarjetero
*** Solo ahora que surgieron los atentados en Morelia, Michoacán, los diputados locales salen con la “talentosísima” idea de “endurecer” las penas contra quienes cometan ese tipo de actos cobardes. Un pueblo no puede construir su normatividad en base a tragedias ni ocurrencias lastimeras. No es una moda el arte de hacer leyes. Éstas, las leyes, se crean en la serenidad, en la sobriedad, no en el pánico o sobre la terca manía de seguir las tendencias. No sabemos quién asesora a Carlos Pedrero Rodríguez, pero lo cierto es que éste pobre hombre, no dice más que torpezas que nos hacen pensar que no está en sus cabales. Cree que hacer leyes es como hacer negocios. No señor. Chiapas se merece leyes de altura, leyes serias, no inventos de barbería. *** Si el espurio presidente del PRD local, Alejandro Gamboa López, ha ordenado el nombramiento de delegados en sustitución de los que fueron desechados por haber sido pillados en un fraude electoral, ¿por qué él sigue tan campante si también salió de ese mismo cochinero? ¿Dónde está la moral de quien no puede ser dirigente perredista porque no cumple con lo establecido en los Estatutos partidistas? Luego afirma que no quiere “planchar a nadie”. ¿Es albur eso de “planchar”? Qué pobre lenguaje tiene quien se cree presidente de un partido en constante pugna. *** Excelente medida del gobernador Sabines de devolver los salarios a los maestros a quienes, inexplicablemente, les habían virtualmente robado lo de un supuesto impuesto. Ojalá que las autoridades educativas cumplan con esa orden. Porque el entenado de Elba Esther es… De lo peor. Ya todos lo saben, no es necesario repetirlo. De hecho, él debe saber por qué les habían hecho un descuento descomunal. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El pseudodirigente del PRD, inmoral
e hipócrita, ignora los estatutos de
ése partido y engaña a la militancia.
Al llamado de unidad que han hecho autoridades y organismos autónomos luego de los atentados de Morelia, el Frente Amplio Progresista condicionó su inserción en ese esquema al retiro de la iniciativa energética del debate, argumentando un probable “enfrentamiento de fuerzas políticas”. La postura del FAP es clara y desnuda un interés más allá del discurso oficial y la demanda ciudadana en el sentido de hacer frente, en unidad, a la delincuencia organizada. Vemos un chantaje descarado mediante el cual se pretende lucrar con la desgracia nacional a favor de un grupúsculo de legisladores malcriados que se regodean tras bambalinas, del fracaso que está resultado la estrategia gubernamental para combatir al hampa. Ya se ha dicho mucho en torno a la apuesta de los seguidores de Andrés Manuel López Obrador: quieren que Calderón fracase como Presidente de la República, sin importar que en esa debacle, todos los mexicanos caigan derrotados. Esa es su máxima ambición. El país, poco les interesa, nada vale para ellos, más que el poder político al que persiguen a costa del terror que padecemos todos.La coyuntura del terrorismo aplicado y las consecuencias de una guerra de bandas sin control, no pueden ni deben ser aprovechados por algunos políticos inescrupulosos que incluso, hacen propuestas en contrasentido de lo que la sociedad en general reclama. Vivimos una triste tragedia y de ésta no podemos admitir que se aferren algunos para sostener sus burdas pretensiones. El FAP ha dado muestras de insensibilidad e incivilidad; su postura ha sido siempre la confrontación, el encono, la violencia y el abuso de su condición de opositor. El chantaje nunca ha sido la mejor arma para alcanzar acuerdos políticos. Quienes han recurrido a éste, han tenido que aceptar arreglos bajo la mesa, con limitaciones vergonzantes que los ha relegado a lugares inaccesibles. Eso sí, quienes han padecido las consecuencias de esas malas negociaciones, han sido los mexicanos.
El Frente Amplio Progresista en realidad, no representa más a que un reducido grupo de melindrosos de la política que no comen ni dejan comer. Nadie les ha dado el derecho de todos para que, a nombre de éstos, condicionen a todos los mexicanos. Cierto es que el debate sobre la reforma energética debe ser cuidadoso y profundo, pero no por ello, motivo para presionar al país en momentos en que requiere de todos. Da la impresión que para el FAP, la tragedia es su mejor arma. No se les puede permitir, puesto que no son discusiones bizantinas las que necesita México para sobresalir de su pesadilla, sino ideas inteligentes que produzcan y no que esterilicen. México necesita de un amplio acuerdo entre autoridades y sociedad para combatir a la delincuencia. Ese ejemplo se ha dado en aquí con la firma del Pacto para un Chiapas más Seguro; no es la panacea perfecta, pero es el primer intento serio y responsable que se hace, en unidad, para contrarrestar los efectos de las bandas criminales que se empezaban a posesionar del estado. Cuenta la intención, cuenta la voluntad y cuenta el interés de todos por participar en una cruzada que, si bien es difícil, no resulta imposible cuando cada quién hace lo que le corresponde.
En ese tenor esperamos que el Gobierno del Estado cumpla con su parte que es, en primer lugar, depurar los cuerpos policíacos, principalmente aquellos bajo sospecha de tener ligas con el crimen organizado. Luego, depurar el Poder Judicial, cuya actual presidenta, Sonia Simán, ha perdido la esencia de sus actividades. Ahí, decenas de jueces corruptos deben ser echados a la calle; magistrados ligados a los criminales, también están en la ineludible obligación de retirarse del cargo para que gente honrada y trabajadora, asuma los puestos que ellos han contaminado con raterías y complicidades.
A nosotros, la sociedad, nos corresponde la otra parte: cumplir con el deber civil de respaldar las acciones de gobierno, pero también, vigilar que en éstas, no se violenten los derechos humanos de nadie. También es deber de todos, denunciar aquellos actos delincuenciales que vulneren al Estado y a la Sociedad. Ese primer esfuerzo que surge de Chiapas, debe ser no solo ejercicio de vanguardia, sino ejemplo a seguir. Insisto, debemos ser un buen ejemplo.
Tarjetero
*** Solo ahora que surgieron los atentados en Morelia, Michoacán, los diputados locales salen con la “talentosísima” idea de “endurecer” las penas contra quienes cometan ese tipo de actos cobardes. Un pueblo no puede construir su normatividad en base a tragedias ni ocurrencias lastimeras. No es una moda el arte de hacer leyes. Éstas, las leyes, se crean en la serenidad, en la sobriedad, no en el pánico o sobre la terca manía de seguir las tendencias. No sabemos quién asesora a Carlos Pedrero Rodríguez, pero lo cierto es que éste pobre hombre, no dice más que torpezas que nos hacen pensar que no está en sus cabales. Cree que hacer leyes es como hacer negocios. No señor. Chiapas se merece leyes de altura, leyes serias, no inventos de barbería. *** Si el espurio presidente del PRD local, Alejandro Gamboa López, ha ordenado el nombramiento de delegados en sustitución de los que fueron desechados por haber sido pillados en un fraude electoral, ¿por qué él sigue tan campante si también salió de ese mismo cochinero? ¿Dónde está la moral de quien no puede ser dirigente perredista porque no cumple con lo establecido en los Estatutos partidistas? Luego afirma que no quiere “planchar a nadie”. ¿Es albur eso de “planchar”? Qué pobre lenguaje tiene quien se cree presidente de un partido en constante pugna. *** Excelente medida del gobernador Sabines de devolver los salarios a los maestros a quienes, inexplicablemente, les habían virtualmente robado lo de un supuesto impuesto. Ojalá que las autoridades educativas cumplan con esa orden. Porque el entenado de Elba Esther es… De lo peor. Ya todos lo saben, no es necesario repetirlo. De hecho, él debe saber por qué les habían hecho un descuento descomunal. *** Luego nos leemos.
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