Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El equipo Juaguares de Chiapas, fue adquirido
con dinero público, mientras decenas de niños
morían en un hospital de Comitán.
Cinco años después del asesinato de la señora Esther viuda de Mancilla, su hija, Martha del Pilar Mancilla Hernández, fue llevada a los Tribunales bajo la acusación de ser la autora intelectual del crimen, por el que ya estaban bajo proceso los presuntos asesinos. Plagado de inconsistencias jurídico-legales, el proceso contra los implicados seguía su curso ante el juez de la competencia que, de acuerdo a los abogados defensores, incurrió en aberraciones jurídicas que ni un estudiante de primer año de Derecho podría haber cometido. A doña Martha Mancilla, la implica en el asalto y muerte de su propia madre, uno de los procesados, quien envió una carta manuscrita al procurador de justicia en turno. En ésta señala a la señora Mancilla de haber pagado 8 mil pesos por matar a su madre, acción que se derivaba, según el acusador, de pleitos por herencia “y otras cosas”. Llama la atención que el firmante del documento acusatorio, cuya copia obra en poder de Fichero Político, no señala en la misiva a doña Martha, sino a Esther del Pilar Mancilla. No obstante, de inmediato se ordenó la detención de doña Martha y se le instruyó un largo proceso penal en el que las contradicciones, mentiras, falsedades y otras incongruencias jurídicas, saltan a la vista.
José Oswaldo Delgado Castro, en sus declaraciones ministeriales, admite haber participado en el asalto de la joyería “Azteca”, propiedad de la víctima e incluso, detalla pormenores de la repartición del botín; sin embargo, en la carta al funcionario público, niega los hechos y se declara inocente. El daño era ya, irreversible para doña Martita, una anciana que venía siendo acosada por sus propios hermanos debido a la ambición por la herencia que sus fallecidos padres habían dejado. Debido quizá al remordimiento de conciencia, el mismo Delgado Castro dirigió al Juez Tercero del Ramo Penal, otra carta en la que se desdice de la acusación y pide “una justicia clara y correcta” para doña Martha, argumentando que “se encuentra privada de su libertad injustamente ya que lo que obra en el expediente, son falsos testimonio (sic); en este escrito le hago saber que no ratifico ni una sola palabra en contra de la señora Martha del Pilar Mancilla” y señala a un personaje de nombre Fernando, como quien lo acosa constantemente para que ratifique su acusación, a cambio de una generosa suma de dinero.
Las cosas no paran ahí; el acusador ha buscado la forma de acercarse a la señora Mancilla para “llegar a un acuerdo”, según los familiares de ella. En otra carta enviada a doña Martita, Delgado Castro le dice: “En sus manos está (ilegible) y la determinación que usted se quede o salga (…) mándeme a su abogado para yegar (sic) a un acuerdo si decide hacer algún movimiento por su propias cuentas (sic) sin yo no saber nada siento mucho decirle que no podré hacer nada por usted. De lo contrario si me toma en cuenta las cosas cambiarán”. Esta carta está fechada el 25 de septiembre del 2005. Unos par de meses antes, el 29 de julio, Delgado había escrito otra carta a la señora Mancilla en la que le pone sobre aviso respecto ala cantidad de dinero que había mandado a pedir mediante el abogado de ella a cambio de “desistirse” de lo escrito en la carta enviada al Procurador de Justicia. “Mándeme a decir cuanto valora (ilegible) y cuánto le pone de precio $”, dice e incluso, ofrece llamar a los medios de comunicación para cuando declare la inocencia de doña Martita. Pide también, no “jugar chueco” y amenaza con involucrar a otros miembros de su familia si no acepta sus condiciones. Más aún, en esa misma misiva, el solitario e insólito acusador, se compromete a señalar a la esposa de un tal Fernando, supuestamente cuñada de doña Martita, como quien, utilizó sus influencias para culparla del homicidio de su madre e incluso, afirma que la mujer a quien no identifica, conoció todos los movimientos previos al asalto y a quienes lo perpetraron. “A su abogado le doy 8 días si en 8 días no tengo (ilegible) respuesta después ya no me vayan a buscar porque no voy a poder ayudarla aunque tenga todo el dinero del mundo aprovéchelo sra (sic) la libertad es solo una vez”. Según los resultados de un estudio de grafoscopía realizado por el Perito en Criminalistica General, Fermín Archiva Córdoba tanto la carta enviada a la desaparecida Procuraduría de Justicia como las enviadas a la señora Martha Mancilla Hernández y la recibida por el Juez Tercero del Ramo Penal, fueron escritas por Oswaldo Delgado Castro, lo cual no deja lugar a dudas sobre la injusticia que se está cometiendo y que, desgraciadamente, deriva de la desmedida ambición por una herencia.
La Procuraduría de entonces, actuó con falta de profesionalismo y quizá hasta con dolo, puesto que a pesar que la ahora indiciada no respondía al nombre que señala Delgado, fue detenida, aún cuando en todas las supuestas indagatorias que presuntamente hizo el agente del Ministerio Público, el nombre de doña Martha nunca apareció. Ojalá y la Comisión del Congreso del Estado encargada de revisar los expedientes de los presos, investigue a fondo éste caso. Solo leer las actuaciones del Ministerio Público y del Juez de la competencia, será suficiente para determinar que ahí, hay una grave injusticia. Encontrarán violaciones a los derechos humanos, a la Carta Magna y a los Códigos Penal y de Procedimientos Penales. Es realmente, una soberana barbaridad que, esperemos, sea reparada.
Tarjetero
*** Pulula en Chiapas una pandilla de junior’s dedicada a asaltar, golpear y asesinar a muchachos que asisten a los llamados antros. No hay fin de semana en que esa temible agrupación no cometa un ataque contra los jóvenes, escogidos al azar. Se dice que un alto funcionario de la Fiscalía Metropolitana tiene pleno conocimiento del asunto, pero se niega a actuar contra éstos, debido a su afinidad con los padres de éstos chamacos a quienes por cierto, algunos achacan el asesinato de un empleado de la Secretaría de Turismo en Piñas And Charles. Nos ha dicho el Ministro de Justicia que “el que la hace la paga”. Creemos que cumplirá con su palabra empeñada. No se vale que los jóvenes estén siendo acechados impunemente. *** El sábado arribó a su Primer Aniversario el semanario “Sin Fronteras” que circula en el norte de la entidad. Para Luís Torres, su director, nuestros mejores deseos. *** La vida es una ruleta; los Jaguares fueron traídos a Chiapas con dinero que se desvió mientras más de tres decenas de niños morían de una misteriosa epidemia en el hospital de Comitán. ¡Vaya!, es una franquicia manchada de sangre. Sirvió de pretexto para castigar a los presos políticos cuando perdían un partido, durante la dictadura de Pablo Abner Salazar. En éste torneo llevan tres derrotas. No es culpa de los muchachos ni del entrenador. La vida misma está haciendo justicia. Nunca admitimos que a Chiapas se trajera un equipo de fútbol profesional cuando miles padecían hambre y frío. Nunca aceptamos que dinero público que debió servir para salvar al vida de 32 niños inocentes, se utilizase para ofrecer circo, no al pueblo, sino a la pandilla de rateros que acompañó a Pablo Abner en su alocada carrera por saquear a la entidad. Hoy no sabemos bien a bien de quién es el equipo perdedor. De lo que sí estamos seguros es que éstos pobres muchachos, pueden estar siendo el instrumento de Dios (así lo debe creer el hermano Pablo Abner) para imponer justicia, una justicia que se le negó a todos los chiapanecos. Por dignidad y en un acto de solidaridad con el golpeado pueblo chiapaneco durante la dictadura, los muchachos del Jaguares, deberían renunciar y buscar mejores derroteros, equipos donde la maldición de decenas de madres angustiadas por la muerte de sus hijos, no los persiga. No tenemos nada contra el talento y capacidad de los chavos que juegan en el Jaguares; son muchachos prometedores que no se merecen la miseria de pertenecer a un equipo que no se fundó en el espíritu deportivo pleno, sino en el regodeo de un sujeto vil e infame que con fútbol, quiso tapar su espantosa corrupción y de paso, se manchó las manos de sangre. ¿Hasta cuándo se castigará al ahora rector de la UNACH por las muertes de Comitán? ¿Hasta cuándo se pedirá cuentas a Pablo por haber desviado dinero del pueblo para satisfacer su morbo futbolero? *** El sábado contrajeron nupcias Arit León Rodríguez y Rommel Jiménez Castellanos; a ellos, el más grande deseo de felicidad y eterno amor. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El equipo Juaguares de Chiapas, fue adquirido
con dinero público, mientras decenas de niños
morían en un hospital de Comitán.
Cinco años después del asesinato de la señora Esther viuda de Mancilla, su hija, Martha del Pilar Mancilla Hernández, fue llevada a los Tribunales bajo la acusación de ser la autora intelectual del crimen, por el que ya estaban bajo proceso los presuntos asesinos. Plagado de inconsistencias jurídico-legales, el proceso contra los implicados seguía su curso ante el juez de la competencia que, de acuerdo a los abogados defensores, incurrió en aberraciones jurídicas que ni un estudiante de primer año de Derecho podría haber cometido. A doña Martha Mancilla, la implica en el asalto y muerte de su propia madre, uno de los procesados, quien envió una carta manuscrita al procurador de justicia en turno. En ésta señala a la señora Mancilla de haber pagado 8 mil pesos por matar a su madre, acción que se derivaba, según el acusador, de pleitos por herencia “y otras cosas”. Llama la atención que el firmante del documento acusatorio, cuya copia obra en poder de Fichero Político, no señala en la misiva a doña Martha, sino a Esther del Pilar Mancilla. No obstante, de inmediato se ordenó la detención de doña Martha y se le instruyó un largo proceso penal en el que las contradicciones, mentiras, falsedades y otras incongruencias jurídicas, saltan a la vista.José Oswaldo Delgado Castro, en sus declaraciones ministeriales, admite haber participado en el asalto de la joyería “Azteca”, propiedad de la víctima e incluso, detalla pormenores de la repartición del botín; sin embargo, en la carta al funcionario público, niega los hechos y se declara inocente. El daño era ya, irreversible para doña Martita, una anciana que venía siendo acosada por sus propios hermanos debido a la ambición por la herencia que sus fallecidos padres habían dejado. Debido quizá al remordimiento de conciencia, el mismo Delgado Castro dirigió al Juez Tercero del Ramo Penal, otra carta en la que se desdice de la acusación y pide “una justicia clara y correcta” para doña Martha, argumentando que “se encuentra privada de su libertad injustamente ya que lo que obra en el expediente, son falsos testimonio (sic); en este escrito le hago saber que no ratifico ni una sola palabra en contra de la señora Martha del Pilar Mancilla” y señala a un personaje de nombre Fernando, como quien lo acosa constantemente para que ratifique su acusación, a cambio de una generosa suma de dinero.
Las cosas no paran ahí; el acusador ha buscado la forma de acercarse a la señora Mancilla para “llegar a un acuerdo”, según los familiares de ella. En otra carta enviada a doña Martita, Delgado Castro le dice: “En sus manos está (ilegible) y la determinación que usted se quede o salga (…) mándeme a su abogado para yegar (sic) a un acuerdo si decide hacer algún movimiento por su propias cuentas (sic) sin yo no saber nada siento mucho decirle que no podré hacer nada por usted. De lo contrario si me toma en cuenta las cosas cambiarán”. Esta carta está fechada el 25 de septiembre del 2005. Unos par de meses antes, el 29 de julio, Delgado había escrito otra carta a la señora Mancilla en la que le pone sobre aviso respecto ala cantidad de dinero que había mandado a pedir mediante el abogado de ella a cambio de “desistirse” de lo escrito en la carta enviada al Procurador de Justicia. “Mándeme a decir cuanto valora (ilegible) y cuánto le pone de precio $”, dice e incluso, ofrece llamar a los medios de comunicación para cuando declare la inocencia de doña Martita. Pide también, no “jugar chueco” y amenaza con involucrar a otros miembros de su familia si no acepta sus condiciones. Más aún, en esa misma misiva, el solitario e insólito acusador, se compromete a señalar a la esposa de un tal Fernando, supuestamente cuñada de doña Martita, como quien, utilizó sus influencias para culparla del homicidio de su madre e incluso, afirma que la mujer a quien no identifica, conoció todos los movimientos previos al asalto y a quienes lo perpetraron. “A su abogado le doy 8 días si en 8 días no tengo (ilegible) respuesta después ya no me vayan a buscar porque no voy a poder ayudarla aunque tenga todo el dinero del mundo aprovéchelo sra (sic) la libertad es solo una vez”. Según los resultados de un estudio de grafoscopía realizado por el Perito en Criminalistica General, Fermín Archiva Córdoba tanto la carta enviada a la desaparecida Procuraduría de Justicia como las enviadas a la señora Martha Mancilla Hernández y la recibida por el Juez Tercero del Ramo Penal, fueron escritas por Oswaldo Delgado Castro, lo cual no deja lugar a dudas sobre la injusticia que se está cometiendo y que, desgraciadamente, deriva de la desmedida ambición por una herencia.
La Procuraduría de entonces, actuó con falta de profesionalismo y quizá hasta con dolo, puesto que a pesar que la ahora indiciada no respondía al nombre que señala Delgado, fue detenida, aún cuando en todas las supuestas indagatorias que presuntamente hizo el agente del Ministerio Público, el nombre de doña Martha nunca apareció. Ojalá y la Comisión del Congreso del Estado encargada de revisar los expedientes de los presos, investigue a fondo éste caso. Solo leer las actuaciones del Ministerio Público y del Juez de la competencia, será suficiente para determinar que ahí, hay una grave injusticia. Encontrarán violaciones a los derechos humanos, a la Carta Magna y a los Códigos Penal y de Procedimientos Penales. Es realmente, una soberana barbaridad que, esperemos, sea reparada.
Tarjetero
*** Pulula en Chiapas una pandilla de junior’s dedicada a asaltar, golpear y asesinar a muchachos que asisten a los llamados antros. No hay fin de semana en que esa temible agrupación no cometa un ataque contra los jóvenes, escogidos al azar. Se dice que un alto funcionario de la Fiscalía Metropolitana tiene pleno conocimiento del asunto, pero se niega a actuar contra éstos, debido a su afinidad con los padres de éstos chamacos a quienes por cierto, algunos achacan el asesinato de un empleado de la Secretaría de Turismo en Piñas And Charles. Nos ha dicho el Ministro de Justicia que “el que la hace la paga”. Creemos que cumplirá con su palabra empeñada. No se vale que los jóvenes estén siendo acechados impunemente. *** El sábado arribó a su Primer Aniversario el semanario “Sin Fronteras” que circula en el norte de la entidad. Para Luís Torres, su director, nuestros mejores deseos. *** La vida es una ruleta; los Jaguares fueron traídos a Chiapas con dinero que se desvió mientras más de tres decenas de niños morían de una misteriosa epidemia en el hospital de Comitán. ¡Vaya!, es una franquicia manchada de sangre. Sirvió de pretexto para castigar a los presos políticos cuando perdían un partido, durante la dictadura de Pablo Abner Salazar. En éste torneo llevan tres derrotas. No es culpa de los muchachos ni del entrenador. La vida misma está haciendo justicia. Nunca admitimos que a Chiapas se trajera un equipo de fútbol profesional cuando miles padecían hambre y frío. Nunca aceptamos que dinero público que debió servir para salvar al vida de 32 niños inocentes, se utilizase para ofrecer circo, no al pueblo, sino a la pandilla de rateros que acompañó a Pablo Abner en su alocada carrera por saquear a la entidad. Hoy no sabemos bien a bien de quién es el equipo perdedor. De lo que sí estamos seguros es que éstos pobres muchachos, pueden estar siendo el instrumento de Dios (así lo debe creer el hermano Pablo Abner) para imponer justicia, una justicia que se le negó a todos los chiapanecos. Por dignidad y en un acto de solidaridad con el golpeado pueblo chiapaneco durante la dictadura, los muchachos del Jaguares, deberían renunciar y buscar mejores derroteros, equipos donde la maldición de decenas de madres angustiadas por la muerte de sus hijos, no los persiga. No tenemos nada contra el talento y capacidad de los chavos que juegan en el Jaguares; son muchachos prometedores que no se merecen la miseria de pertenecer a un equipo que no se fundó en el espíritu deportivo pleno, sino en el regodeo de un sujeto vil e infame que con fútbol, quiso tapar su espantosa corrupción y de paso, se manchó las manos de sangre. ¿Hasta cuándo se castigará al ahora rector de la UNACH por las muertes de Comitán? ¿Hasta cuándo se pedirá cuentas a Pablo por haber desviado dinero del pueblo para satisfacer su morbo futbolero? *** El sábado contrajeron nupcias Arit León Rodríguez y Rommel Jiménez Castellanos; a ellos, el más grande deseo de felicidad y eterno amor. *** Luego nos leemos.
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