Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El mandatario hizo un serio compromiso
para erradicar la corrupción.
El desorden empieza a ser notorio; funcionarios de primer nivel y alcaldes, entre los más severamente cuestionados por la ausencia de resultados, lo que ha provocado llamados de atención, advertencias y requerimientos de urgencia para recomponer lo que está fallando. Según trascendió, en la Secretaría de Salud es donde más anomalías se han detectado. Sobreprecios en las medicinas, faltantes graves en los salarios, contratos bajo sospecha, trabajadores que cobran sueldos sin trabajar, negligencias médicas, desorden administrativo, son algunos de los “detalles” que se han localizado. Le sigue la Secretaría del Campo. De acuerdo a informes procedentes de fuentes confiables, el titular de esa dependencia, Ernesto Gutiérrez, ha desoído todas las recomendaciones que le han sido hechas para alcanzar un orden que evite los efectos de la corrupción, cuyo fantasma ya recorre direcciones y otras áreas donde fluyen los recursos financieros para el campo. En ambas dependencias, el desorden ha sido tal, que los organismos encargadas de vigilar la transparencia, han preferido hacer caso omiso, primero, porque los titulares de dichas instituciones blanden ante los auditores, la bandera del presunto proteccionismo del que gozan y segundo, porque no encuentran ni entrada ni salida al cochinero administrativo.
En las alcaldías no están mejor las cosas; en por lo menos veinte de éstas, se han detectado irregularidades graves, así como acciones extraoficiales que han llamado la atención del gobernador Sabines Guerrero, quien, se supo, hizo un fuerte llamado a todos los ediles para que se apeguen a la normativa y eviten toda forma de corrupción. Entre los ediles bajo sospecha, según se sabe, están los de Palenque, Tonalá, Arriaga, Soyaló, San Cristóbal de las Casas, Cintalapa, Pijijiapan, Villaflores, Pichucalco, Suchiate, Cacahoatán, por mencionar a los que han incurrido en faltas graves tanto en el erario, como a sus responsabilidades de primer autoridad en sus respectivos municipios.
Una fuente oficial de todo crédito, reveló que es interés del Ejecutivo sanear todas las dependencias y municipios donde las inversiones son vitales para el desarrollo de la entidad. En ese sentido, se prevén acciones contundentes para obligar a los involucrados a cumplir con sus responsabilidades, toda vez que –dijo la fuente– “el gobernador no está dispuesto a permitir ni un solo acto de corrupción que manche su administración”.
Siempre hemos dicho que todo buen gobernante debe fincar su buena fama en sus acciones; si es de interés del Ejecutivo acabar con las islas de corrupción que todavía se observan, debemos aplaudir su postura. Muchos funcionarios, de todos los niveles, todavía están asentados en la vieja costumbre de hacer mal uso del erario público y abusar de su jerarquía. En éste espacio, casi diario presentamos una denuncia en ese sentido; la mayoría de las veces, desgraciadamente, no sucede nada. Siguen los acusados en sus puestos o sencillamente, son rotados a otras áreas donde se pueden ocultar con facilidad. Aunque hay sanciones, incluso punitivas, muy rara vez se aplican. Es evidente que uno o más funcionarios de alto rango, engañan al gobernador Juan Sabines Guerrero y hacen como que castigan a los corruptos. No es, pues, culpa del mandatario que muchos sinvergüenzas sigan dentro del esquema de gobierno, sino de quienes, por angas o por mangas, simulan actuar contra éstos.
“No habrá influyentismo”, dijo casi de entrada el gobernador; muchos, sin embargo, defienden sus mañosadas bajo el argumento de ser “amigos” de él. Algunas veces, rayan en la ridiculez. Por ejemplo, Ulises Coello Nuño, del Campus Tres de la Facultad de Derecho de la UNACH, se jacta de no ser molestado (pese a que los resultados oficiales de una auditoria lo dejan mal parado) debido a que él, junto con Juan Gabriel Coutiño, le hicieron la tesis a Sabines Guerrero. Otros juran ser los artífices del triunfo electoral del ahora gobernador y por esa razón, pueden hacer lo que en gana les venga. Pero ahí está que no hay, ni habrá cotos de influyentismo para nadie. Pretextos para encubrir los abusos y la corrupción los hay de sobra; lo que no parece haber, es voluntad floja para permitirles asquerosidades. Eso no está a discusión: Si el mandatario se ha comprometido a no encubrir corruptelas ni abusos y vemos que está en lo dicho, no habrá escapatoria para nadie, ni para los que, aprovechando su rango, sí encubren a los rateros y abusivos.
Tarjetero
*** José Luís Gayosso González, director de la Clínica “Morelos” del ISSTECH, se declara “difamado” por la denuncia pública que, efectivamente, se hizo en éste mismo espacio el miércoles, 13 de éste mes. No hay tal; ahí están los testimonios de las victimas y las quejas de los pacientes que se han sentido invadidos en su intimidad al tener qué realizar sus consultas ante personal no adscrito a ese centro asistencial. Que no hay quejas, dice él; claro que no las han interpuesto por temor a las represalias, puesto que el señor doctor, es sumamente irritable e irracional. Y para poner las cosas en orden, debo informar al galeno que la denuncia en mención, sólo se hizo una vez y no dos (el 16 de agosto), como alega en su triste carta aclaratoria. *** Más de quinientas gentes han sido involucradas en el robo del siglo o fraude a los damnificados por el huracán “Stan”. ¿Aparecerán en esa lista Pablo Abner Salazar y su pandilla de ladrones? Parece ser que no, que sólo los capturistas de datos y albañiles que trabajaron en las obras ficticias, serán responsables. Ya intervino la PGR; eso es plausible porque queda una esperanza (no la de Pablo “Alí” Salazar) que los verdaderos responsables sean llevados a los Tribunales. Por cierto, el COCOES, está en la lista de dependencias donde el saqueo fue de grandes proporciones. Ya le tendré otros datos relevantes de cómo en esa dependencia, el robo fue descarado. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El mandatario hizo un serio compromiso
para erradicar la corrupción.
El desorden empieza a ser notorio; funcionarios de primer nivel y alcaldes, entre los más severamente cuestionados por la ausencia de resultados, lo que ha provocado llamados de atención, advertencias y requerimientos de urgencia para recomponer lo que está fallando. Según trascendió, en la Secretaría de Salud es donde más anomalías se han detectado. Sobreprecios en las medicinas, faltantes graves en los salarios, contratos bajo sospecha, trabajadores que cobran sueldos sin trabajar, negligencias médicas, desorden administrativo, son algunos de los “detalles” que se han localizado. Le sigue la Secretaría del Campo. De acuerdo a informes procedentes de fuentes confiables, el titular de esa dependencia, Ernesto Gutiérrez, ha desoído todas las recomendaciones que le han sido hechas para alcanzar un orden que evite los efectos de la corrupción, cuyo fantasma ya recorre direcciones y otras áreas donde fluyen los recursos financieros para el campo. En ambas dependencias, el desorden ha sido tal, que los organismos encargadas de vigilar la transparencia, han preferido hacer caso omiso, primero, porque los titulares de dichas instituciones blanden ante los auditores, la bandera del presunto proteccionismo del que gozan y segundo, porque no encuentran ni entrada ni salida al cochinero administrativo.En las alcaldías no están mejor las cosas; en por lo menos veinte de éstas, se han detectado irregularidades graves, así como acciones extraoficiales que han llamado la atención del gobernador Sabines Guerrero, quien, se supo, hizo un fuerte llamado a todos los ediles para que se apeguen a la normativa y eviten toda forma de corrupción. Entre los ediles bajo sospecha, según se sabe, están los de Palenque, Tonalá, Arriaga, Soyaló, San Cristóbal de las Casas, Cintalapa, Pijijiapan, Villaflores, Pichucalco, Suchiate, Cacahoatán, por mencionar a los que han incurrido en faltas graves tanto en el erario, como a sus responsabilidades de primer autoridad en sus respectivos municipios.
Una fuente oficial de todo crédito, reveló que es interés del Ejecutivo sanear todas las dependencias y municipios donde las inversiones son vitales para el desarrollo de la entidad. En ese sentido, se prevén acciones contundentes para obligar a los involucrados a cumplir con sus responsabilidades, toda vez que –dijo la fuente– “el gobernador no está dispuesto a permitir ni un solo acto de corrupción que manche su administración”.
Siempre hemos dicho que todo buen gobernante debe fincar su buena fama en sus acciones; si es de interés del Ejecutivo acabar con las islas de corrupción que todavía se observan, debemos aplaudir su postura. Muchos funcionarios, de todos los niveles, todavía están asentados en la vieja costumbre de hacer mal uso del erario público y abusar de su jerarquía. En éste espacio, casi diario presentamos una denuncia en ese sentido; la mayoría de las veces, desgraciadamente, no sucede nada. Siguen los acusados en sus puestos o sencillamente, son rotados a otras áreas donde se pueden ocultar con facilidad. Aunque hay sanciones, incluso punitivas, muy rara vez se aplican. Es evidente que uno o más funcionarios de alto rango, engañan al gobernador Juan Sabines Guerrero y hacen como que castigan a los corruptos. No es, pues, culpa del mandatario que muchos sinvergüenzas sigan dentro del esquema de gobierno, sino de quienes, por angas o por mangas, simulan actuar contra éstos.
“No habrá influyentismo”, dijo casi de entrada el gobernador; muchos, sin embargo, defienden sus mañosadas bajo el argumento de ser “amigos” de él. Algunas veces, rayan en la ridiculez. Por ejemplo, Ulises Coello Nuño, del Campus Tres de la Facultad de Derecho de la UNACH, se jacta de no ser molestado (pese a que los resultados oficiales de una auditoria lo dejan mal parado) debido a que él, junto con Juan Gabriel Coutiño, le hicieron la tesis a Sabines Guerrero. Otros juran ser los artífices del triunfo electoral del ahora gobernador y por esa razón, pueden hacer lo que en gana les venga. Pero ahí está que no hay, ni habrá cotos de influyentismo para nadie. Pretextos para encubrir los abusos y la corrupción los hay de sobra; lo que no parece haber, es voluntad floja para permitirles asquerosidades. Eso no está a discusión: Si el mandatario se ha comprometido a no encubrir corruptelas ni abusos y vemos que está en lo dicho, no habrá escapatoria para nadie, ni para los que, aprovechando su rango, sí encubren a los rateros y abusivos.
Tarjetero
*** José Luís Gayosso González, director de la Clínica “Morelos” del ISSTECH, se declara “difamado” por la denuncia pública que, efectivamente, se hizo en éste mismo espacio el miércoles, 13 de éste mes. No hay tal; ahí están los testimonios de las victimas y las quejas de los pacientes que se han sentido invadidos en su intimidad al tener qué realizar sus consultas ante personal no adscrito a ese centro asistencial. Que no hay quejas, dice él; claro que no las han interpuesto por temor a las represalias, puesto que el señor doctor, es sumamente irritable e irracional. Y para poner las cosas en orden, debo informar al galeno que la denuncia en mención, sólo se hizo una vez y no dos (el 16 de agosto), como alega en su triste carta aclaratoria. *** Más de quinientas gentes han sido involucradas en el robo del siglo o fraude a los damnificados por el huracán “Stan”. ¿Aparecerán en esa lista Pablo Abner Salazar y su pandilla de ladrones? Parece ser que no, que sólo los capturistas de datos y albañiles que trabajaron en las obras ficticias, serán responsables. Ya intervino la PGR; eso es plausible porque queda una esperanza (no la de Pablo “Alí” Salazar) que los verdaderos responsables sean llevados a los Tribunales. Por cierto, el COCOES, está en la lista de dependencias donde el saqueo fue de grandes proporciones. Ya le tendré otros datos relevantes de cómo en esa dependencia, el robo fue descarado. *** Luego nos leemos.
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