Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Corrupción, ineficiencia, complicidad,
los factores que siguen permitiendo
la deforestación de los bosques.
¿Cuál es el saldo que tenemos pendiente con la tierra? La cifra es sencillamente escalofriante: 13 mil 244 hectáreas, en números oficiales que, como bien sabemos, suelen ser conservadores, lo que irremediablemente, nos lleva a cifras mucho mayores que parecen no preocupar a los encargados de aplicar políticas ambientales adecuadas. La pérdida constante de bosques y selvas, obviamente, no es privativa de Chiapas; si revisamos los números sobre ése mismo fenómeno en Brasil, Colombia y Costa Rica, estamos aparejados de tal manera que los otrora “pulmones” de América Latina, son solo estadísticas que van más allá de las expectativas de recuperación que se tienen. Las Amazonas, las selvas ticas y la Selva Lacandona, son reconocidas como
zonas ecológicas de reserva, empero son las más azotadas por la mano del hombre.
Solo en la Selva Lacandona, la pérdida de bosques es alarmante. Y si hablamos de otras zonas, la cosa es peor pues no existen políticas de prevención y las que hay, son utilizadas a modo o simplemente, no se aplican en beneficio de los talamontes que, como si nada, crecen en número y mañas para deforestar los bosques. A tal grado ha llegado la impunidad de éstos que hasta han tenido representantes en el Congreso del Estado y tienen infiltrados en las dependencias encargadas de aplicar las leyes. Solo en Pueblo Nuevo Solistahuacán, Rayón, Tapilula, Jitotol, El Bosque, Simojovel y Bochil, el saqueo de madera es impresionante, empero ninguna autoridad interviene, precisamente porque si le buscamos un poquito, desde el secretario hasta el delegado municipal, reciben su buena mochada para dejar que los depredadores “trabajen” sin ser molestados en lo mínimo.
Vivo a unos metros del Libramiento Norte de Tuxtla Gutiérrez y en un día común, pasan en cuestión de una hora, hasta 10 trailer’s cargados de madera. Por la zona de la Selva, rumbo a Ocosingo; en la carretera de Ciudad Cuauhtémoc a Comitán; de Palenque hacia Villahermosa; por todas partes vemos tránsito de madera. “Solo el 4 por ciento de esos cargamentos son legales; el resto es contrabando”, me confió un empleado de la SAGARPA hace un par de años cuando abordamos el tema. El grave problema es que la corrupción y la falta de capacidad de los funcionarios, ha dejado que los depredadores de bosques se hayan fortalecido de tal forma, que son una especie de cofradía impenetrable e incluso, hay funcionarios gubernamentales que consideran a estos grupos, más peligrosos que los narcotraficantes. De ése tamaño.
Ineficacia y complicidad
Lo que ha generado el peligroso fortalecimiento de las bandas criminales que deforestan nuestros bosques, es la falta de voluntad y eficacia de algunos funcionarios. A esto agreguemos la inexperiencia y el deseo de buscar la complicidad con esos grupos. Las instituciones como la subsecretaría del Medio Ambiente, la Comisión Forestal Sustentable, el Instituto de Historia Natural y Ecología y la delegación de la SAGARPA, pareciera que solo son dependencias de adorno. Hasta ahora, no han tenido capacidad para presentar proyectos de procuración del medio ambiente y tampoco han buscado el mecanismo adecuado para meter en cintura a los depredadores. Aparte, es bueno señalar que los actuales funcionarios carecen de experiencia en el ramo lo que los convierte en cómplices voluntarios, toda vez que, por el solo hecho de tener una chambita, no han sido capaces de aceptar sus debilidades para permitir que otro con capacidad, ocupe esos cargos.
Es grave que ello suceda; las cifras ahí están. Las ofreció el propio gobernador Juan Sabines durante la celebración del Día de la Tierra. Si los encargados de esas dependencias fueren concientes y tuvieran una pizca de honor, deberían renunciar pues en sus propias caras les han dicho que no están funcionando. Ahí tenemos la ola de temblores y ahí está el caso de Juan del Grijalva, ahí están los deslaves de la zona sur de la Sierra que ha provocado inundaciones en las Costa. Esos son los resultados de no ejecutar las leyes contra los que están dejando pelona a la tierra. Es necesario que a partir de la espantosa cifra oficial, éstos funcionarios que no han podido hacer bien su trabajo, lo empiecen a hacer. Y si no tienen deseos de hacerlo bien, que se vayan a freír espárragos a su casa, pues no podemos permitir que la tierra padezca sus ineficiencias.
Tarjetero
*** Hace unos días nos comentó el Director de Tránsito Municipal, José Rubén Cruz Aguilera, la posibilidad de crear una especie de vigilantes civiles, ad honorem, encargados de meter en cintura al transporte público. La idea me parece excelente, el asunto es que se cumpla. Con esto, los chafiretes que manejan el transporte público, tal vez entiendan que transportan seres humanos y no animales. Ayer mismo, una combi del servicio colectivo que llevaba como a seis niños de preescolar frente a la Unidad Administrativa, se metió a chaleco entre los carros que circulaban rumbo a Convivencia Infantil. Uno de los niños rebotó dentro de la combi con la maniobra de ese sujeto. No le faltaron mentadas de madre, pero igual, dobló rumbo al Parque 5 de Mayo, en luz roja, haciendo rebotar a los pequeños. Si se pregunta si había alguna patrulla cerca, la respuesta es no. Nunca están cuando se necesitan. Por eso es buena la idea de José Rubén, porque en un caso como esos, el vigilante civil tomaría datos de la unidad infractora para que posteriormente, se le detenga y multe. No sé en qué paró el destino de los niños que transportaba esa bestia. De no ser por la pericia de los demás conductores, habría golpeado como a cinco vehículos. Lamentablemente no pude tomar los datos de la combi porque iba delante otro coche y me obstaculizaba el número de placas y el número efectivo. Ojalá el buen José Rubén ponga en marcha ese proyecto lo más pronto posible. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Corrupción, ineficiencia, complicidad,
los factores que siguen permitiendo
la deforestación de los bosques.
¿Cuál es el saldo que tenemos pendiente con la tierra? La cifra es sencillamente escalofriante: 13 mil 244 hectáreas, en números oficiales que, como bien sabemos, suelen ser conservadores, lo que irremediablemente, nos lleva a cifras mucho mayores que parecen no preocupar a los encargados de aplicar políticas ambientales adecuadas. La pérdida constante de bosques y selvas, obviamente, no es privativa de Chiapas; si revisamos los números sobre ése mismo fenómeno en Brasil, Colombia y Costa Rica, estamos aparejados de tal manera que los otrora “pulmones” de América Latina, son solo estadísticas que van más allá de las expectativas de recuperación que se tienen. Las Amazonas, las selvas ticas y la Selva Lacandona, son reconocidas comozonas ecológicas de reserva, empero son las más azotadas por la mano del hombre.
Solo en la Selva Lacandona, la pérdida de bosques es alarmante. Y si hablamos de otras zonas, la cosa es peor pues no existen políticas de prevención y las que hay, son utilizadas a modo o simplemente, no se aplican en beneficio de los talamontes que, como si nada, crecen en número y mañas para deforestar los bosques. A tal grado ha llegado la impunidad de éstos que hasta han tenido representantes en el Congreso del Estado y tienen infiltrados en las dependencias encargadas de aplicar las leyes. Solo en Pueblo Nuevo Solistahuacán, Rayón, Tapilula, Jitotol, El Bosque, Simojovel y Bochil, el saqueo de madera es impresionante, empero ninguna autoridad interviene, precisamente porque si le buscamos un poquito, desde el secretario hasta el delegado municipal, reciben su buena mochada para dejar que los depredadores “trabajen” sin ser molestados en lo mínimo.
Vivo a unos metros del Libramiento Norte de Tuxtla Gutiérrez y en un día común, pasan en cuestión de una hora, hasta 10 trailer’s cargados de madera. Por la zona de la Selva, rumbo a Ocosingo; en la carretera de Ciudad Cuauhtémoc a Comitán; de Palenque hacia Villahermosa; por todas partes vemos tránsito de madera. “Solo el 4 por ciento de esos cargamentos son legales; el resto es contrabando”, me confió un empleado de la SAGARPA hace un par de años cuando abordamos el tema. El grave problema es que la corrupción y la falta de capacidad de los funcionarios, ha dejado que los depredadores de bosques se hayan fortalecido de tal forma, que son una especie de cofradía impenetrable e incluso, hay funcionarios gubernamentales que consideran a estos grupos, más peligrosos que los narcotraficantes. De ése tamaño.
Ineficacia y complicidad
Lo que ha generado el peligroso fortalecimiento de las bandas criminales que deforestan nuestros bosques, es la falta de voluntad y eficacia de algunos funcionarios. A esto agreguemos la inexperiencia y el deseo de buscar la complicidad con esos grupos. Las instituciones como la subsecretaría del Medio Ambiente, la Comisión Forestal Sustentable, el Instituto de Historia Natural y Ecología y la delegación de la SAGARPA, pareciera que solo son dependencias de adorno. Hasta ahora, no han tenido capacidad para presentar proyectos de procuración del medio ambiente y tampoco han buscado el mecanismo adecuado para meter en cintura a los depredadores. Aparte, es bueno señalar que los actuales funcionarios carecen de experiencia en el ramo lo que los convierte en cómplices voluntarios, toda vez que, por el solo hecho de tener una chambita, no han sido capaces de aceptar sus debilidades para permitir que otro con capacidad, ocupe esos cargos.
Es grave que ello suceda; las cifras ahí están. Las ofreció el propio gobernador Juan Sabines durante la celebración del Día de la Tierra. Si los encargados de esas dependencias fueren concientes y tuvieran una pizca de honor, deberían renunciar pues en sus propias caras les han dicho que no están funcionando. Ahí tenemos la ola de temblores y ahí está el caso de Juan del Grijalva, ahí están los deslaves de la zona sur de la Sierra que ha provocado inundaciones en las Costa. Esos son los resultados de no ejecutar las leyes contra los que están dejando pelona a la tierra. Es necesario que a partir de la espantosa cifra oficial, éstos funcionarios que no han podido hacer bien su trabajo, lo empiecen a hacer. Y si no tienen deseos de hacerlo bien, que se vayan a freír espárragos a su casa, pues no podemos permitir que la tierra padezca sus ineficiencias.
Tarjetero
*** Hace unos días nos comentó el Director de Tránsito Municipal, José Rubén Cruz Aguilera, la posibilidad de crear una especie de vigilantes civiles, ad honorem, encargados de meter en cintura al transporte público. La idea me parece excelente, el asunto es que se cumpla. Con esto, los chafiretes que manejan el transporte público, tal vez entiendan que transportan seres humanos y no animales. Ayer mismo, una combi del servicio colectivo que llevaba como a seis niños de preescolar frente a la Unidad Administrativa, se metió a chaleco entre los carros que circulaban rumbo a Convivencia Infantil. Uno de los niños rebotó dentro de la combi con la maniobra de ese sujeto. No le faltaron mentadas de madre, pero igual, dobló rumbo al Parque 5 de Mayo, en luz roja, haciendo rebotar a los pequeños. Si se pregunta si había alguna patrulla cerca, la respuesta es no. Nunca están cuando se necesitan. Por eso es buena la idea de José Rubén, porque en un caso como esos, el vigilante civil tomaría datos de la unidad infractora para que posteriormente, se le detenga y multe. No sé en qué paró el destino de los niños que transportaba esa bestia. De no ser por la pericia de los demás conductores, habría golpeado como a cinco vehículos. Lamentablemente no pude tomar los datos de la combi porque iba delante otro coche y me obstaculizaba el número de placas y el número efectivo. Ojalá el buen José Rubén ponga en marcha ese proyecto lo más pronto posible. *** Luego nos leemos.
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