Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
Inoperancia evidente mostrada por los
agentes de la AFI en la persecución y
captura de un inocente.
Siempre lo hemos dicho: los policías, de cualquier corporación, son buenos para atracar inocentes y detener borrachos en las calles. Las imágenes mostradas en la televisión anteanoche, en el noticiero de Joaquín López Dóriga, son más que elocuentes. Un hombre desarmado, descalzo, semidesnudo e inocente de las vergonzantes sospechas de los elementos de la AFI, puso a éstos en jaque por un buen rato. Era para morirse de la risa; la balacera fue tal que al principio creí que los policías estaban enfrentándose a un poderoso y peligrosísimo “Rambo”. Afortunadamente,
los “gloriosos” agentes policiales no atinaron un solo disparo al pobre hombre; primera observación: los policías pertenecientes a la AFI no están capacitados para disparar. ¡Vaya, no tienen puntería! Eso salvó al sujeto que los puso en vilo… Y en evidencia. Era un montón de gendarmes armados hasta los dientes y aún así, se les escapó a pie hasta que por fin, uno de los agentes encontró una pizca de puntería y lo derribó de un balazo en la pierna.
Segunda observación: el perseguido nada tenía qué ver en el homicidio perpetrado poco antes de padecer la peor pesadilla que ciudadano alguno desearía jamás. Es decir, no hay ni ton ni son en la persecución de la delincuencia. Se van sobre el primero que encuentran, lo que ya es muy grave para la seguridad de la ciudadanía, pues cualquiera puede ser, en cualquier momento, víctima de una persecución ilegal. Y la tercer observación es: si los grupos “especializados” de la AFI para combatir a la delincuencia organizada y el narco, son incapaces de detener a un solitario hombre desarmado, ¿cómo es que pretenden terminar con la creciente espiral de violencia? Lo que vimos en la televisión, explica por qué las bandas organizadas viven a sus anchas. Sencillamente, porque no tienen una autoridad firme, capacitada y eficiente que las detenga. Estamos fritos.
Otra extorsión policíaca
A raíz de la denuncia pública sobre la extorsión sufrida por cinco vendedores ambulantes a manos de un comando de la Policía Sectorial, varias personas enviaron correos denunciando a un supuesto comandante de la Agencia Estatal de Investigación, quien, junto con una banda de taxistas, atracan a grupos de indocumentados centroamericanos e incluso, se meten a las casas con acusaciones falsas para poder saquearlas. La única identificación que se tiene de éste supuesto comandante es física. Su peculiaridad es la avanzada calvicie, su carácter prepotente y la fuerza bruta que utiliza para someter a sus víctimas. Algunos de los denunciantes han asegurado que éste sujeto ha sido visto en eventos oficiales portando un chaleco, arma y placa de policía. Presumen que trabaja como guarura de algún funcionario público de primer nivel, aunque en sus ratos libres, se dedica a asaltar a los ciudadanos.
Una de las quejas resalta que el mismo personaje, entró a casa de un vecino con el pretexto que ahí vendían drogas y exigió una fuerte suma de dinero para dejar en libertad a los moradores de dicha vivienda. La víctima, albañil de oficio, no teniendo dinero en efectivo qué dar a los supuestos policías, les ofreció sus aparatos electrodomésticos. No está demás decir que durante el interrogatorio dentro de su propia casa, los ciudadanos afectados sufrieron vejaciones, golpes, amenazas y tortura psicológica. La banda encabezada por el presunto jefe policial, está, dicen los denunciantes, compuesta por varios taxistas, quienes se encargan de dar el “pitazo” sobre qué personas son susceptibles de un atraco ó en qué hoteles se hospedan los inmigrantes ilegales. Uno de los denunciantes ha ofrecido identificar al jefe policial corrupto, siempre y cuando se guarde en secreto su identidad.
A todo esto nos preguntamos: ¿Dónde están las leyes para castigar a los policías que abusan de su charola? No decimos que denigren al uniforme, porque desgraciadamente, la AEI no suele usar un uniforme. Se ha dicho hasta el cansancio que se tiene a una policía honesta, honrada, eficiente y capaz, pero vemos con pena que no es cierto, que solo es discurso y palabrería hueca. Urge que los altos mandos policiales, hagan una depuración de sus elementos para evitar que los cuerpos de seguridad sigan siendo una banda de delincuentes. Los chiapanecos, no nos merecemos una policía corrupta y ladrona. Se supone que ellos deben garantizar la seguridad ciudadana, pero lamentablemente, son más peligrosos que los mismos ladrones. Es más fácil que un ratero cuide de los ciudadanos que los policías. Y como los dos casos hasta ahora señalados, hay cientos y quizá, miles en Chiapas.
Tarjetero
*** Mujeres de la Casa de la Mujer de Silao, Guanajuato, hicieron recientemente un recorrido por varios municipios de Chiapas, durante un intercambio cultural y artesanal con el Instituto de la Mujer que dirige Candelaria Molina Zepeda. Así, las mujeres de Silao estuvieron en Chiapa de Corzo, San Cristóbal, Comitán, Carranza y Ocosingo. Ahí se realizaron talleres sobre sensibilización de género, salud sexual y reproductiva, así como ocupacionales, prevención de la violencia y, maternidad y paternidad efectivas. *** Sobre el tema de la corporación policíaca de San Cristóbal de las Casas, se lo tendré hasta mañana, debido a que no pudimos constatar un dato relevante que esperamos tenerlo mañana, sin falta. Es un asunto muy grave que vamos a tratar con extrema seriedad. *** Para Francisco Alberto Méndez, cobrador de la caseta sobre la autopista Tuxtla-Veracruz, el agradecimiento por la generosidad de su lectura a éste espacio. *** Las elecciones del PRD en Chiapas, prácticamente han sido declaradas nulas. ¿Eso significa que el exniño verde y fraguador de campañas sucias, se queda sin ninguna de las tortas? Nadie ha dicho nada al respecto, lo que abre el espacio a las dudas y sospechas. Lo que sí tenemos claro es que el salvajismo dentro del PRD, no tiene para cuándo acabar y es muy probable que deban atenerse a un interino, lo que significará la permanencia del lío gordo que se traen. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blosgpot.com
ksheratto@gmail.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
Inoperancia evidente mostrada por los
agentes de la AFI en la persecución y
captura de un inocente.
Siempre lo hemos dicho: los policías, de cualquier corporación, son buenos para atracar inocentes y detener borrachos en las calles. Las imágenes mostradas en la televisión anteanoche, en el noticiero de Joaquín López Dóriga, son más que elocuentes. Un hombre desarmado, descalzo, semidesnudo e inocente de las vergonzantes sospechas de los elementos de la AFI, puso a éstos en jaque por un buen rato. Era para morirse de la risa; la balacera fue tal que al principio creí que los policías estaban enfrentándose a un poderoso y peligrosísimo “Rambo”. Afortunadamente,los “gloriosos” agentes policiales no atinaron un solo disparo al pobre hombre; primera observación: los policías pertenecientes a la AFI no están capacitados para disparar. ¡Vaya, no tienen puntería! Eso salvó al sujeto que los puso en vilo… Y en evidencia. Era un montón de gendarmes armados hasta los dientes y aún así, se les escapó a pie hasta que por fin, uno de los agentes encontró una pizca de puntería y lo derribó de un balazo en la pierna.
Segunda observación: el perseguido nada tenía qué ver en el homicidio perpetrado poco antes de padecer la peor pesadilla que ciudadano alguno desearía jamás. Es decir, no hay ni ton ni son en la persecución de la delincuencia. Se van sobre el primero que encuentran, lo que ya es muy grave para la seguridad de la ciudadanía, pues cualquiera puede ser, en cualquier momento, víctima de una persecución ilegal. Y la tercer observación es: si los grupos “especializados” de la AFI para combatir a la delincuencia organizada y el narco, son incapaces de detener a un solitario hombre desarmado, ¿cómo es que pretenden terminar con la creciente espiral de violencia? Lo que vimos en la televisión, explica por qué las bandas organizadas viven a sus anchas. Sencillamente, porque no tienen una autoridad firme, capacitada y eficiente que las detenga. Estamos fritos.
Otra extorsión policíaca
A raíz de la denuncia pública sobre la extorsión sufrida por cinco vendedores ambulantes a manos de un comando de la Policía Sectorial, varias personas enviaron correos denunciando a un supuesto comandante de la Agencia Estatal de Investigación, quien, junto con una banda de taxistas, atracan a grupos de indocumentados centroamericanos e incluso, se meten a las casas con acusaciones falsas para poder saquearlas. La única identificación que se tiene de éste supuesto comandante es física. Su peculiaridad es la avanzada calvicie, su carácter prepotente y la fuerza bruta que utiliza para someter a sus víctimas. Algunos de los denunciantes han asegurado que éste sujeto ha sido visto en eventos oficiales portando un chaleco, arma y placa de policía. Presumen que trabaja como guarura de algún funcionario público de primer nivel, aunque en sus ratos libres, se dedica a asaltar a los ciudadanos.
Una de las quejas resalta que el mismo personaje, entró a casa de un vecino con el pretexto que ahí vendían drogas y exigió una fuerte suma de dinero para dejar en libertad a los moradores de dicha vivienda. La víctima, albañil de oficio, no teniendo dinero en efectivo qué dar a los supuestos policías, les ofreció sus aparatos electrodomésticos. No está demás decir que durante el interrogatorio dentro de su propia casa, los ciudadanos afectados sufrieron vejaciones, golpes, amenazas y tortura psicológica. La banda encabezada por el presunto jefe policial, está, dicen los denunciantes, compuesta por varios taxistas, quienes se encargan de dar el “pitazo” sobre qué personas son susceptibles de un atraco ó en qué hoteles se hospedan los inmigrantes ilegales. Uno de los denunciantes ha ofrecido identificar al jefe policial corrupto, siempre y cuando se guarde en secreto su identidad.
A todo esto nos preguntamos: ¿Dónde están las leyes para castigar a los policías que abusan de su charola? No decimos que denigren al uniforme, porque desgraciadamente, la AEI no suele usar un uniforme. Se ha dicho hasta el cansancio que se tiene a una policía honesta, honrada, eficiente y capaz, pero vemos con pena que no es cierto, que solo es discurso y palabrería hueca. Urge que los altos mandos policiales, hagan una depuración de sus elementos para evitar que los cuerpos de seguridad sigan siendo una banda de delincuentes. Los chiapanecos, no nos merecemos una policía corrupta y ladrona. Se supone que ellos deben garantizar la seguridad ciudadana, pero lamentablemente, son más peligrosos que los mismos ladrones. Es más fácil que un ratero cuide de los ciudadanos que los policías. Y como los dos casos hasta ahora señalados, hay cientos y quizá, miles en Chiapas.
Tarjetero
*** Mujeres de la Casa de la Mujer de Silao, Guanajuato, hicieron recientemente un recorrido por varios municipios de Chiapas, durante un intercambio cultural y artesanal con el Instituto de la Mujer que dirige Candelaria Molina Zepeda. Así, las mujeres de Silao estuvieron en Chiapa de Corzo, San Cristóbal, Comitán, Carranza y Ocosingo. Ahí se realizaron talleres sobre sensibilización de género, salud sexual y reproductiva, así como ocupacionales, prevención de la violencia y, maternidad y paternidad efectivas. *** Sobre el tema de la corporación policíaca de San Cristóbal de las Casas, se lo tendré hasta mañana, debido a que no pudimos constatar un dato relevante que esperamos tenerlo mañana, sin falta. Es un asunto muy grave que vamos a tratar con extrema seriedad. *** Para Francisco Alberto Méndez, cobrador de la caseta sobre la autopista Tuxtla-Veracruz, el agradecimiento por la generosidad de su lectura a éste espacio. *** Las elecciones del PRD en Chiapas, prácticamente han sido declaradas nulas. ¿Eso significa que el exniño verde y fraguador de campañas sucias, se queda sin ninguna de las tortas? Nadie ha dicho nada al respecto, lo que abre el espacio a las dudas y sospechas. Lo que sí tenemos claro es que el salvajismo dentro del PRD, no tiene para cuándo acabar y es muy probable que deban atenerse a un interino, lo que significará la permanencia del lío gordo que se traen. *** Luego nos leemos.
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