Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El extitular de los servicios
de salud y actual rector de
la UNACH, principal
sospechosos del desvío.
La negativa suele ser el arma de los ladrones cuando han cometido un ilícito. El anuncio de obras, el maquillaje para esconder –mientras pueden– los actos de corrupción; fue la dinámica del pablismo. Ahora se sabe que las sospechas resultaron verdades inocultables; primero se supo del desfalco en el INHE, razón por la que Pablo Muench no abandona las oficinas de su abogado. Luego vino la auditoria a la secretaría de Obras Públicas sabiéndose desde el primer día que los auditores encontraron desvíos de dinero en cantidades importantes. Y el fin de semana, la bomba
oficial que confirmó –primero desde las entrañas del Gobierno Federal y luego, del Órgano de Fiscalización Superior– que en la secretaría de Salud se había detectado un primer robo de nueve millones de pesos, cantidad que, de acuerdo a las investigaciones, ascenderá a los 81 millones, de confirmarse otros datos que indican faltantes en diversos fondos federales e inversiones del gobierno doméstico que fueron anunciados por el mismo exdictador, Pablo Salazar, como obras concluidas y servicios prestados, sin que se hayan encontrado físicamente dichas obras.
Según el fiscal Humberto Blanco Pedrero, una de las líneas de investigación que llevaron a la detección del primer desfalco, fueron los recursos enviados por el Gobierno Federal durante la contingencia del huracán “Stan”. Esto nos obliga a pensar que no solo en la secretaría de Salud pudo haber desvíos; recordemos que para reconstruir la zona devastada por el huracán mencionado, se destinaron ciento once mil millones de pesos, de los cuales, no hemos visto más que unas pocas obras mal hechas que, si se hace un recuento serio y responsable, no habrán costado, por todas, ni 500 millones de pesos. ¿Dónde están los 10 mil 500 millones restantes? ¿Se los robó directamente Pablo? ¿Fueron sus hermanos? ¿Sus funcionarios? Todo eso tenemos derecho a saberlo. Ya es tiempo que los rateros con cargo público, paguen por sus actos. Es lo justo.
Sobre el asunto de la secretaría de Salud, el principal implicado, sin duda, es el actual rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, Ángel René Estrada Arévalo, quien, en un acto de congruencia, debe renunciar cuanto antes al cargo que ostenta para que enfrente las acusaciones sin cargo a los menguados recursos universitarios. En todo caso, que la Junta de Gobierno de la UNACH, se reúna a la brevedad posible para analizar la conveniencia de mantener en el cargo a un hombre que ahora, es el principal sospechoso de un descarado robo al erario. Es lo menos que pueden hacer para enderezar el entuerto cometido al imponer a un sujeto que, tarde o temprano, caería de las redes de corrupción y complicidad que tejieron durante seis años de abuso, intolerancia y perjuicios contra los chiapanecos. Permitir su continuismo dentro de la UNACH, sería manchar a una institución que ya tiene bastante con el saqueo de la que fue objeto durante la anterior rectoría.
Escuchar y obedecer
Llama la atención el último punto del decálogo de promesas presentado por el candidato del PRD a la alcaldía capitalina, Jaime Valls Esponda. Los demás puntos ciertamente tienen su importancia, empero, por ser de contenido puramente electorero los dejaremos en el disfrute de su posición dentro del esquema normal. Si se cumplen, qué bueno; si no pues, ya estamos acostumbrados. Pero veamos el último punto que tiene un contenido serio y llamativo. La frase de “un gobierno que escuche y obedezca”, desechémosla por incomodidad ideológica. (Para el candidato, obviamente) El primer inciso es importante: Creación del Instituto Municipal de Planeación para el Desarrollo Estratégico del Municipio. Uno de los grandes problemas de ciudades como Tuxtla Gutiérrez, es el desorden con que ha crecido. Aparte, fue construida en una especie de cuello de botella, lo que dificulta, para empezar, su urbanización, lo que trae otras consecuencias como la deficiencia de los servicios públicos. Quiero entonces entender que un instituto de la naturaleza que plantea el candidato del PRD, pretende establecer los mecanismos para planear el crecimiento ordenado de la ciudad. Si nos damos cuenta, Tuxtla está creciendo hacia la zona poniente sur. Si no se planea adecuadamente, uno de los problemas a futuro sería, por ejemplo, la vialidad. En ese sentido, Valls Esponda está en lo correcto al anunciar una medida que debió tomarse desde hace muchos años. Habrá qué ver cómo y qué facultades tendría ese Instituto que, insisto, se me hace un buen punto. Porque aunada a esa propuesta va la de mantener un espacio de gestión permanente con otros niveles de gobierno para proyectos municipales. Si los gobiernos Federal y Estatal ven orden, no dudarán en soltar los recursos necesarios para beneficio de la ciudad. Eso que ni qué.
El otro inciso que llama la atención es que instalará módulos de transparencia para que los ciudadanos acudan a informarse de cómo y en qué se han gastado sus impuestos; dónde se ha invertido el dinero federal y otros fondos. Eso habla del interés del perredista de desnudar su administración y no encriptar aquella información que a la larga, es motivo de sospechas. Eso habla de honradez, de transparencia, de compromiso real con la honestidad. Ante ello, lo que falta es saber quiénes acompañarían a Jaime Valls en su gabinete en caso de ganar las elecciones; por su propuesta, esperemos que sean gentes sanas, honradas, honestas.
Tarjetero
*** Así van las encuestas en el blog de éste servidor (http://ksheratto.blogspot.com): A la pregunta “Si hoy fueran las elecciones para alcalde de Tuxtla, por quién votaría?”, los resultados van así: Bayardo Robles: 9.60; César Serrano: 36.75; Jaime Valls: 50.66; Rubén Cruz: 0.33 y 2.65 por ciento para ninguno. A la pregunta “¿Considera Usted que los candidatos a diputados son los adecuados?”, En esto van: Sí 24; No: 70 y No me interesa: 5 por ciento. A la pregunta, “¿En qué partido confía más?”, Aquí los porcentajes: PRI: 13.83; PRD: 39.72; PAN: 40.43; PVEM: 2.84; Convergencia: 2.13; PT: 1.06 por ciento. Hoy habrá nuevas preguntas. Entre y vote. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El extitular de los servicios
de salud y actual rector de
la UNACH, principal
sospechosos del desvío.
La negativa suele ser el arma de los ladrones cuando han cometido un ilícito. El anuncio de obras, el maquillaje para esconder –mientras pueden– los actos de corrupción; fue la dinámica del pablismo. Ahora se sabe que las sospechas resultaron verdades inocultables; primero se supo del desfalco en el INHE, razón por la que Pablo Muench no abandona las oficinas de su abogado. Luego vino la auditoria a la secretaría de Obras Públicas sabiéndose desde el primer día que los auditores encontraron desvíos de dinero en cantidades importantes. Y el fin de semana, la bombaoficial que confirmó –primero desde las entrañas del Gobierno Federal y luego, del Órgano de Fiscalización Superior– que en la secretaría de Salud se había detectado un primer robo de nueve millones de pesos, cantidad que, de acuerdo a las investigaciones, ascenderá a los 81 millones, de confirmarse otros datos que indican faltantes en diversos fondos federales e inversiones del gobierno doméstico que fueron anunciados por el mismo exdictador, Pablo Salazar, como obras concluidas y servicios prestados, sin que se hayan encontrado físicamente dichas obras.
Según el fiscal Humberto Blanco Pedrero, una de las líneas de investigación que llevaron a la detección del primer desfalco, fueron los recursos enviados por el Gobierno Federal durante la contingencia del huracán “Stan”. Esto nos obliga a pensar que no solo en la secretaría de Salud pudo haber desvíos; recordemos que para reconstruir la zona devastada por el huracán mencionado, se destinaron ciento once mil millones de pesos, de los cuales, no hemos visto más que unas pocas obras mal hechas que, si se hace un recuento serio y responsable, no habrán costado, por todas, ni 500 millones de pesos. ¿Dónde están los 10 mil 500 millones restantes? ¿Se los robó directamente Pablo? ¿Fueron sus hermanos? ¿Sus funcionarios? Todo eso tenemos derecho a saberlo. Ya es tiempo que los rateros con cargo público, paguen por sus actos. Es lo justo.
Sobre el asunto de la secretaría de Salud, el principal implicado, sin duda, es el actual rector de la Universidad Autónoma de Chiapas, Ángel René Estrada Arévalo, quien, en un acto de congruencia, debe renunciar cuanto antes al cargo que ostenta para que enfrente las acusaciones sin cargo a los menguados recursos universitarios. En todo caso, que la Junta de Gobierno de la UNACH, se reúna a la brevedad posible para analizar la conveniencia de mantener en el cargo a un hombre que ahora, es el principal sospechoso de un descarado robo al erario. Es lo menos que pueden hacer para enderezar el entuerto cometido al imponer a un sujeto que, tarde o temprano, caería de las redes de corrupción y complicidad que tejieron durante seis años de abuso, intolerancia y perjuicios contra los chiapanecos. Permitir su continuismo dentro de la UNACH, sería manchar a una institución que ya tiene bastante con el saqueo de la que fue objeto durante la anterior rectoría.
Escuchar y obedecer
Llama la atención el último punto del decálogo de promesas presentado por el candidato del PRD a la alcaldía capitalina, Jaime Valls Esponda. Los demás puntos ciertamente tienen su importancia, empero, por ser de contenido puramente electorero los dejaremos en el disfrute de su posición dentro del esquema normal. Si se cumplen, qué bueno; si no pues, ya estamos acostumbrados. Pero veamos el último punto que tiene un contenido serio y llamativo. La frase de “un gobierno que escuche y obedezca”, desechémosla por incomodidad ideológica. (Para el candidato, obviamente) El primer inciso es importante: Creación del Instituto Municipal de Planeación para el Desarrollo Estratégico del Municipio. Uno de los grandes problemas de ciudades como Tuxtla Gutiérrez, es el desorden con que ha crecido. Aparte, fue construida en una especie de cuello de botella, lo que dificulta, para empezar, su urbanización, lo que trae otras consecuencias como la deficiencia de los servicios públicos. Quiero entonces entender que un instituto de la naturaleza que plantea el candidato del PRD, pretende establecer los mecanismos para planear el crecimiento ordenado de la ciudad. Si nos damos cuenta, Tuxtla está creciendo hacia la zona poniente sur. Si no se planea adecuadamente, uno de los problemas a futuro sería, por ejemplo, la vialidad. En ese sentido, Valls Esponda está en lo correcto al anunciar una medida que debió tomarse desde hace muchos años. Habrá qué ver cómo y qué facultades tendría ese Instituto que, insisto, se me hace un buen punto. Porque aunada a esa propuesta va la de mantener un espacio de gestión permanente con otros niveles de gobierno para proyectos municipales. Si los gobiernos Federal y Estatal ven orden, no dudarán en soltar los recursos necesarios para beneficio de la ciudad. Eso que ni qué.
El otro inciso que llama la atención es que instalará módulos de transparencia para que los ciudadanos acudan a informarse de cómo y en qué se han gastado sus impuestos; dónde se ha invertido el dinero federal y otros fondos. Eso habla del interés del perredista de desnudar su administración y no encriptar aquella información que a la larga, es motivo de sospechas. Eso habla de honradez, de transparencia, de compromiso real con la honestidad. Ante ello, lo que falta es saber quiénes acompañarían a Jaime Valls en su gabinete en caso de ganar las elecciones; por su propuesta, esperemos que sean gentes sanas, honradas, honestas.
Tarjetero
*** Así van las encuestas en el blog de éste servidor (http://ksheratto.blogspot.com): A la pregunta “Si hoy fueran las elecciones para alcalde de Tuxtla, por quién votaría?”, los resultados van así: Bayardo Robles: 9.60; César Serrano: 36.75; Jaime Valls: 50.66; Rubén Cruz: 0.33 y 2.65 por ciento para ninguno. A la pregunta “¿Considera Usted que los candidatos a diputados son los adecuados?”, En esto van: Sí 24; No: 70 y No me interesa: 5 por ciento. A la pregunta, “¿En qué partido confía más?”, Aquí los porcentajes: PRI: 13.83; PRD: 39.72; PAN: 40.43; PVEM: 2.84; Convergencia: 2.13; PT: 1.06 por ciento. Hoy habrá nuevas preguntas. Entre y vote. *** Luego nos leemos.
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