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Preparan perredistas represión institucional

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


Ramírez Maza y Morales Messner
le apuestan a la desestabilización
para justificar la represión oficial
que en la dictadura pasada dejó
varios heridos, muertos y presos.

Hace algunos años, Jaime Ramírez Maza era considerado uno de los defensores de los derechos humanos más acosados de la zona norte de la entidad; entonces, el aparato del estado se montaba específicamente para perseguirle y causar a su movimiento el mayor daño posible. Era por ello, respetado y respetable. Pero el tiempo pasa y las ambiciones hacen presa de gente que, como Ramírez Maza, cambia la dignidad por un puñado de monedas y lo peor:
Se vuelve contra los suyos convirtiéndose en el más temible represor apoyado, claro está, por un grupo de inescrupulosos politiqueros que no desean otra cosa que la desestabilización política y social de Chiapas.
Amparado en un cargo público (Jefe de Asesores de la Secretaría de Gobierno) y protegido por un encargado de la política interior tibio y entregado con el grupo que gobernó durante el sexenio pasado, Jaime Ramírez Maza no ha dejado un solo momento de encender a grupos de indígenas y campesinos en la zona norte a quienes azuza con argumentos deleznables para que se inconformen con los candidatos del PRD, independientemente de la forma como hayan sido nombrados. La razón de fondo es que los aspirantes vilipendiados por el funcionario gubernamental no pertenecen al grupo de Rubén Velásquez y tampoco obedecen al complot que desde las oficinas de Pablo Salazar se urde para provocar el desbarajuste social que facilite la ingobernabilidad que persiguen para volver y apoderarse del poder público. Así, Ramírez Maza, como asesor principal de Jorge Morales Messner (quien tiene amplio conocimiento de los atropellos de éste contra los perredistas que no están dispuestos a seguir las directrices pablistas y mucho menos, permitir el retorno de la dictadura que destrozó miles de hogares y despojó a otros miles de sus propiedades) ha utilizado sus influencias y posiblemente, recursos públicos para perseguir a sus oponentes si no aceptan los lineamientos que sus intereses y ambiciones le dictan. Los puentes de comunicación que, se supone, debe tender para alcanzar una paz duradera en esa azotada región chiapaneca, él mismo los derriba, lo que empieza a calentar los ánimos de manera muy peligrosa.

Polvorín institucional

Con esas condiciones, que nadie se espante si en uno de éstos días nos amanecemos con noticias verdaderamente alarmantes. Es inconcebible que por la ambición de un grupúsculo de rateros y sinvergüenzas, toda una región esté asentada sobre un polvorín que no tarda en estallar, especialmente si no se pone orden en la Secretaría de Gobierno que hasta hoy, sólo ha fungido como cómplice de la dictadura pasada y no como ente institucional al servicio de los intereses de los chiapanecos y menos, mucho menos, a las intenciones del gobernador Sabines de alcanzar una paz real y duradera en esa zona que por años, ha sido motivo de violencia extrema, persecución y asesinatos que hasta hoy, están en la impunidad.
Tanto Morales Messner como Ramírez Maza deben empezar a entender que la sociedad rechaza tajantemente a los merolicos de la política que mal gobernaron los pasados seis años y por tanto, no deben tratar de imponer el mismo esquema de intolerancia y persecución por el solo hecho que los aliados del pablismo no obtuvieron candidaturas al interior del PRD. Deben también entender que su función es apagar los fuegos que se levanten en el estado y no encenderlos. Su función es velar por la seguridad de todos, sin distingos de ideología, credo o condición social y no crear focos de violencia que pongan en riesgo a los chiapanecos. Claro, si no lo entienden, hay una sola acción que deben llevar a cabo: renunciar inmediatamente y si quieren seguir incendiando a Chiapas, que lo hagan con recursos propios y no con dinero que bien puede servir para una escuela, un centro de salud o cualquier otro beneficio para la sociedad. Y desde luego, atenerse a las consecuencias de sus perversos actos.
Palenque, Tila, Yajalón y Ocosingo, como base para las perversas ambiciones de Jaime Ramírez Maza; la Secretaría de Gobierno, como tutela y promotora (o cuando menos, cómplice silencioso) de actos inadmisibles. Inadmisibles porque vienen de un presunto –digámoslo con claridad: pseudo defensor de los derechos humanos– luchador social que en 1996, de acuerdo con el expediente externo de Amnistía Internacional AMR 41/21/96/s AU 120/96, fechado el 7 de mayo de ese año y dirigido a Ernesto Zedillo, Emilio Chuayffet Chemor y Julio César Ruiz Ferro, era defendido por ese importantísimo organismo internacional y hoy, paradojas de la vida, es el más grande represor de los que, entonces, defendía con lo que pudiera. Si los Chinchulines fueron cobardes y sanguinarios con los indígenas choles de la zona norte, Ramírez Maza y sus secuaces están siendo mucho peor. Lo grave es que, como hemos dicho, lo hace con el aval de un Secretario de Gobierno complaciente y cómplice al mismo tiempo, incapaz de articular una sola acción para frenar los abusos de su asesor principal. ¿Es parte del plan para derrocar a Juan Sabines, señor Morales Messner? ¿Seguirá manteniendo a Ramírez Maza tras comprobarse que es un desestabilizador profesional? Esperemos que por el bien de los chiapanecos, dejen de lado su complot contra el gobierno del estado y hagan bien las cosas, especialmente porque la zona norte ha sido siempre, foco de violencia y si ésta proviene de la propia Secretaría de Gobierno, las cosas se complican mucho más.

Tarjetero

*** Poco a poco, Jaime Valls empieza a remontar la inercia de los electores que no le veían como un serio prospecto para la alcaldía capitalina. Y es que a decir verdad, el hijo del Señor Ministro contrasta con la soberbia de su principal contrincante (el del PAN, pobrecito, ni su familia votaría por él; imagínese: le ganó una elección doña Flor Coello que ya es mucho decir), el priísta Bayardo Robles que sin embargo, no es hueso fácil de roer. Si no fuera por su soberbia, altanería e hipocresía, otro gallo le cantara. Pero en fin, Valls, con todo y lo que se diga, va bien. *** Que la casa de campaña de Emilio Salazar, es un desastre. Pepe Toledo, dicen que no hace más que estorbar. Ya le daré detalles. *** Luego nos leemos.
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