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Hipocresía y torpeza de la dirigencia panista

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


Intentan engañar, pero los
hechos los desmienten
tajantemente.

Hace unos días, tras haber escrito que el dirigente del Partido Acción Nacional pecaba de hipócrita al acusar a otros candidatos de adelantarse al proceso electoral en materia de propaganda, varios panistas de renombre se comunicaron conmigo para decirme que me había quedado corto con el calificativo. Y surgieron datos que explican la falta de capacidad de Víctor Méndez para afrontar con inteligencia los arrebatos naturales de una elección como la que estamos viviendo.
Hubo quienes de plano, soltaron la lengua y las iras y le calificaron con los epítetos más indecibles que jamás se habían dicho de un dirigente partidista. Creímos que en cierto modo, se trataba de excesos cargados de odio, pero no; en realidad, Víctor Méndez es, por muchísimo, más de lo que dijeron de él sus correligionarios de tal manera que las altisonancias y barbaridades dichas en detrimento de su menguado honor de caballero, se quedan muy cortas con lo que el señor demuestra ser cada vez que abre tamaña bocota.
Ayer, algunos periódicos reprodujeron sus declaraciones en las que vemos a un dirigente panista tonto hasta el hartazgo y torpe sin medida. Empieza por decir que en el PAN no reciben escoria y que en los asuntos de las alianzas, han preferido quedarse con el partidito de la guapérrima Elba Esther Gordillo Morales que con los demás, según él, para no hacer una mezcla de ideologías. Para empezar, deberá saber el señor Méndez Sarmiento que el PANAL, partido de reciente creación es en sí, el último chisguete del Partido Revolucionario Institucional, cuyos genes más que ideología, llevan un montón de intereses perversos que ilustran la decadencia de los partidos como entes de interés público.
Por otro lado y en referencia a la escoria, niega que los personajes que han sido atraídos por las siglas de su partido, sean escoria, como lo han calificado los mismos panistas a quienes Méndez Sarmiento ha cerrado sistemáticamente la puerta. “Se trata de personas que están a favor de la transparencia y rendición de cuentas”, dice sin empacho. Cabe preguntarnos si Carlos Cruz Coutiño, ex funcionario pablista bajo sospecha de corrupción en la pasada dictadura estaría dispuesto a transparentar las millonarias cantidades de dinero que le fueron entregadas para la construcción de escuelas y que hasta hoy, siguen sin ser clarificadas. O si éste mismo personaje estaría dispuesto a explicar a dónde fueron a parar las sumas exorbitantes que fueron aparentemente etiquetadas para la reconstrucción de las escuelas en la zona de desastre por el huracán “Stan” y que siguen entre escombros.

Fosa séptica del pablismo

La realidad es pesada para Víctor Méndez Sarmiento: Su engañosa negativa a recibir la escoria de otros partidos o agrupaciones de politiqueros, se le devuelve con facilidad, como si cada vez que escupiera, las excreciones le llegasen directamente a la cara. En una reciente reunión con militantes de bajo perfil del Partido Acción Nacional, César Serrano, candidato a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez, reveló la paternidad de su aspiración, lo que llamó la atención de los asistentes a tan empobrecida reunión. Pablo Salazar y Rubén Velásquez, como “padrinos” de dicha candidatura, junto con la de otros exfuncionarios echados del gabinete de Juan Sabines. ¿No es ésa la escoria que en público desecha Méndez y en privado la llena de privilegios al punto de haber convertido al PAN en la cueva de los ladrones del sexenio pasado?
Todo esto nos es indicativo que el dirigente panista miente descaradamente, pues la escoria que ha abrigado en calidad de “transparentes”, no son otra cosa que traidores a sí mismos. El caso de Serrano es la mejor prueba pues en realidad, éste ha abrazado las mañas de una pandilla de prevaricadores que han convertido al PAN en la fosa séptica donde se revuelven los cómplices de la dictadura pasada.
Pero más allá de las chapucerías de Víctor Méndez Sarmiento, lo que llama la atención de todo el desgarriate y los autoengaños, es la traición de Rubén Velásquez, quien en público dice defender los colores del PRD y en privado, le da la espalda a los pocos electores que fingieron confiar en él. Ahora, apoya abiertamente a un candidato panista, lo que entre otras cosas, derrumba la pretensión de Méndez, quien ha dicho que no quiere mezclar “ideologías”, pero recibe con los brazos abiertos a los pablistas que buscan curules para alcanzar la impunidad tanto para ellos, como para Pablo Salazar. En síntesis, el dirigente panista (que por cierto, dicen que apenas estudió la secundaria y se ostenta con una profesión que no cursó) miente y lo hace descaradamente. Tienen, entonces, razón sus correligionarios de tildarlo de las peores maneras. Mucha razón.

Tarjetero

*** Un diputado que habló a nombre del Congreso del Estado, ha dicho que los maestros en huelga no tienen derecho a cobrar sus sueldos; el legislador argumenta que quien no trabaja, que no coma. ¿Acaso los diputados tienen autoridad moral para atosigar a los maestros de esa forma? Los legisladores no trabajan (hay qué ver los días de sesiones, apenas si llegan 21 de los cuarenta) son haraganes, soberbios, ignorantes y aún así, cobran jugosos sueldos. Nadie les dice nada. Mejor deberían cerrar el pico. *** Mi amigo y colega Miguel González Alonso, se reincorpora a partir de mañana a sus actividades normales de columnista, luego del ajetreo del Sexto Congreso Nacional de la FAPERMEX (y Quinta Asamblea Anual Ordinaria) en el que tuvo una destacada participación en la organización de dicho evento. Por cierto, la Asamblea le designó Secretario de Protección a Periodistas, en reconocimiento a su trayectoria como defensor de la libertad de expresión. Doña Tinita Rodríguez Sosa, también fue honrada con la cartera de Relaciones Públicas de la FAPERMEX. Enhorabuena a los dos. *** Doña Arely Madrid, como el chucho del hortelano: ni como diputada ni como lideresa ha podido hacer bien las cosas. ¡Qué pena y qué vergüenza! Los datos reveladores publicados ayer en el Cuarto Poder, nos dan una idea clara que sus ambiciones personales están por encima de las necesidades y exigencias del PRI. Pobrecita. *** Luego nos leemos.
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