Ir al contenido principal

El lío de los azules

Fichero Político

Angel Mario Ksheratto


En Tuzantán,
el pleito por
la suceción,
incluye amenazas
contra periodistas.

Parece de cuento, como salido de una fábula; pero no. Es la realidad, el punto de encuentro de dos intereses políticos que mantienen a un pueblo sumido en una confrontación que a veces, la gente trata de olvidar para salir de la rutina del enfrentamiento azul, ése que surgió cuando dos notables (que no prestigiados) panistas decidieron medir sus flacas fuerzas en una lucha desigual en la que ellos no pierden nada, solo el pueblo.
El primero, desde luego, el alcalde de Tuzantán, Didier Rojas González, hombre de capacidades menguadas y agrio carácter que, siendo alcalde, no mide las consecuencias de sus actos, ya porque se sienta muy honrado por las sirvientillas que presiden el centro de su dosel andante o ya porque el valor lo obtenga de frutos prohibidos, de esos que, como dijera el comercial, no se aprenden a no ser que se tenga un maestro.
El otro personaje de esa tenebrosa historia es el primer regidor Moisés Dionisio Marroquín, cuya ambición por el poder ha servido para desatar los demonios dormidos de un panismo que hasta hace un par de años, no era otra cosa que un referente divertido al que siempre solía acompañársele con una foto de Diego Fernández de Ceballos o de Vicente Fox con orejas de burro. Así, entre líos y reconciliaciones, Didi y Shesh, de pronto se adueñaron del pequeño poder que les fue conferido e iniciaron un jugo de burdas actitudes que empezó por exasperar a los habitantes de éste lugar. Luego vinieron las apuestas: a ver quién agredía al mayor número de ciudadanos. Así empezó la carrera por sacar pistola a cualquiera que se les pusiera enfrente; luego vinieron los atentados y por último, como recurso de idiotas, la amenaza directa, sin sutilezas, como si de capos cincuentañeros se tratase el asunto.
Mientras ellos le apuestan a desestabilizar a su propio ayuntamiento, los problemas sociales se agudizan. Y lo peor, los dos se han centrado ahora en una pelea absurda por la sucesión municipal, llegando a grados verdaderamente vergonzantes. Shesh quiere imponer como sucesor de Didi a su primo Lemuel Dionisio como candidato del PAN y Didi a Carlos Villanueva, un perredista resentido que no fue capaz de obtener un lugar decoroso en la contienda interna del PRD. En ese pleito, los dos panistas se están llevando entra las apestosas patas a los periodistas locales. A Epifanio López, corresponsal de El Orbe, Dionisio Marroquín lo amenazó tras haber sido atropellado por un auto fantasma que se fugó pero que aquí en Tuzantán, todos creen que fue obra de Didier Rojas, reconocido como un sujeto violento e irracional.

Corrupción sin control

Los señalamientos contra Didier son muchos; algunos lo relacionan con las bandas de traficantes de centroamericanos; otros explican su riqueza con el saqueo en la presidencia. Ranchos, propiedades, gasolineras, autos. ¿De dónde mulas, Pedro? Lo cierto es que éste pueblo no ha avanzado nada. La gente vive con miedo. “El alcalde es muy pendejo, muy loco; a mi hijo le pegó él mismo porque no quiso ayudar a bajar unos costales con arena en su casa”, dice una viejecita cuenta que esa tarde, cuando llegó a los separos para abogar por su hijo, el mismo Didier le gritó que dejara de molestar o ella también sería hecha prisionera.
En el Congreso del Estado, los datos sobre la cuenta pública de éste municipio no son halagüeños. Las dudas son bastantes. Pero nadie se atreve a meter en cintura ni al alcalde ni al regidor. Nadie les pide explicaciones sobre la procedencia de su repentina riqueza; a nadie dicen de dónde salió el dinero para comprar franquicias a PEMEX, de dónde para adquirir terrenos estratégicos ni explican cómo ha podido el edil tuzanteco esconder cuentas municipales dudosas.
Respecto a Moisés Dionisio, las sospechas son mayores. De ahí su miedo, su pavor. Ayer, durante a marcha de periodistas hasta la sede municipal del PAN del que también es dirigente, salió por piernas; se escondió, corrió como lo haría Pablo cuando ve a verdaderos hombres. No dio la cara. El alcalde, mandó a una patrulla para que vigilara discretamente. Les ganó el miedo. Cobardía aparte, debemos insistir en algo: cualquier cosa que pase a Epifanio López, su familia y sus cercanos amigos, es responsabilidad de ese par de truhanes que, en apuestas por el poder, ponen a sus gobernados de por medio. La dirigencia del PAN tiene la palabra: o se sigue desprestigiando con la protección de sujetillos de marra de esa calaña, o los cambia para que siga dentro de esa arena local.

Tarjetero

*** El PRI por fin se decidió por una consulta a la base. Era lo mejor; de otra forma acabaría en el basurero. Si ahora ocurre que de todas formas la gante lo manda por un tubo, por lo menos se iría con tantita dignidad. Vale la pena ver sus candados. El que de plano ya no queda ni como tapón entre los candidatos priístas es Jorge Constantino Kánter. Los candados se lo impedirán. Primero, tiene qué comprobar su cuenta pública, completa. Ahí está la primer traba. Constantino no anda bien con sus números ante los órganos de fiscalización; segundo, tiene qué jurar que nunca ha apoyado a un candidato de otro partido. Ni para dónde salir corriendo. No pudo ser discreto. Su hocicote no dejaba de abrirlo durante la campaña y ahora, ni porque jure por los sobacos de la diosa Matraquera, ni él mismo se creerá. Bien dicen que el pez y el tontejo, por la boca mueren. Y Jorgito, hasta las venas infla cuando, emperrado, abre tamaña bocota para tragarse cualquier cantidad de anzuelos. Bien por Sabines que tendrá un dolor de cabeza menos. Con el “Cara de Hacha” tendrá suficiente su llegare a ganar. Dos locos juntos, sería un riesgo. *** Héctor Escobar Escobar, es el nombre de un maestro de la escuela Preparatoria de Mazatán, acusado de acosar sexualmente a las menores y lo peor, intentar violar a más de una. Su protector, Carlos Chíu Villareal, se hace de la vista gorda. Ya tendré más de éste asqueroso sujeto que ha sido denunciado infinidad de veces pero nadie hace nada. *** Quedó conformada la última mesa directiva del Congreso: Juan Antonio Castillejos, presidente; Fabián Camacho y Alfredo Lugardo (el ojitos pispiretos) como vicepresidentes; los demás, tan irrelevantes como sus botas. *** Luego nos leemos.
http://www.cuartopoder.com.mx
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com

Las más leídas

Elba Esther Gordillo, sinónimo de corrupción y arbitrariedad

Fichero Político Angel Mario Ksheratto Cínica, la pseudodirigente magisterial no deja lugar a las dudas respecto a su debilidad por el dinero ajeno. Cuando hace unos días Elba Esther Gordillo Morales, dijo que vivía de su “modesto” sueldo como dirigente sempiterna de un grupo de maestros conocidos como “charros”, nadie le creyó; su larga historia de corrupción, mentiras, simulación y sometimiento, dijo rotundamente lo contrario. Ella misma se encargó de confirmar la incredulidad de los mexicanos, regalando doce camionetas de súper lujo a igual número de dirigentes estatales. Sin duda, un acto de inmoralidad espantosa que obliga a exigir a ésta señora, alejarse definitivamente de la espuria dirigencia que dice tener en sus manos. Vergonzosamente, en ese mismo evento la supuesta dirigente magisterial exigió al Gobierno Federal más presupuesto, según ella, para mejorar las paupérrimas condiciones de la educación en México. Imposible creer que ése dinero vaya a las escuelas de cartón que

Apunte sobre la entrevista Scherer-Zambada

Fichero Político Angel Mario Ksheratto "El narcotráfico está en toda la sociedad", dijo el capo de la droga al periodista Julio Scherer García, fundador de "Proceso". A juicio de uno de los capos más buscado y perseguido por los gobiernos de México y Estados Unidos, toda acción legal contra el narcotráfico, no modificaría el posicionamiento que han logrado y que, deja entrever, se ha alcanzado gracias a una de las enfermedades crónicas que padece el país: la corrupción. Frente al emblemático periodista mexicano, Julio Scherer García, uno de los referentes periodísticos de mayor trascendencia en América Latina, el capo suelta una verdad estremecedora, abrumadora, perturbadora: “el narco está en la sociedad”. Para los persecutores de éstos, la frase debería ser un reto; para los mexicanos, es desalentador. El flagelo ha permeado por todas partes, en todos los estratos sociales, en todos los rincones de la región. Es, quieran o no reconocerlo las autoridades de todos l

Las rabietas de MVC

Artículo Único Angel Mario Ksheratto D e manera imprevista, el senador golpea con fuerza el lujoso e impecable escritorio; suelta imprecaciones, enreda sus dedos en el cabello y, con los puños cerrados, vuelve a castigar al mueble en el que no hay un solo papel. —¡Es un malagradecido!, —explota y se queja—: ahora, ni la llamada me toma… Ni él ni sus funcionarios, ¡carajo! La urgencia de hablar con su sucesor —y no obtener respuesta—, tiene fundados motivos para enfurecerlo: seis de sus ex colaboradores, están siendo seriamente investigados y de al menos cuatro, se tienen evidencias claras de desvíos de recursos y uno, ya tiene orden de aprehensión, misma que, inexplicablemente, no se ha ejecutado. Aunque por lo pronto, las indagaciones de millones de pesos desviados no lo alcanzan a él, sí a sus funcionarios, lo que mediáticamente podría afectarle en sus aspiraciones para saltar del Senado al Gabinete del presidente Andrés Manuel López Obrador, desde donde pretende construir una