Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El exdictador, amenazó a dos
periodistas, ayer, mientras
hacían ejercicios en Caña Hueca.
Sí, el “único error” que Eder Agustín Velasco Ruiz y Laura Guadalupe Sánchez Hernández reconocen en su carta “aclaratoria” respecto a la acusación que enfrentan derivada de una denuncia penal por secuestro, es, dicen textualmente “amar a un menor que una madre desnaturalizada e interesada NOS REGALÓ y después movida por la ambición sin límites pretende mentir a la sociedad queriendo quedar como una mártir”. ¡Tanta ternura!
No es ni ha sido mi intención polemizar sobre un asunto que, efectivamente, ha estado plagado de mentiras, imprecisiones y engaños de parte de los firmantes de la misiva, publicada ayer en el Cuarto Poder. Tampoco es mi intención juzgar ni acusar a éstos. Simplemente, plasmar una versión que se deriva de las indagaciones ministeriales en las que consta que tanto la señora Sánchez Hernández como el señor Velasco Ruiz, han mentido al Ministerio Público y por tanto, han incurrido en el delito de perjurio, toda vez que falsear declaraciones ante esa autoridad, es un delito. Analicemos la carta y comparémosla con los dichos de los mismos ante el fiscal correspondiente, que también lleva gran parte de la culpa en este asunto.
En la carta, la pareja acusada asegura: “… la señora Agustina Díaz Díaz, NOS REGALÓ al menor y posteriormente quiso que los suscritos le diéramos dinero por el menor, situación a la que nos negamos rotundamente”. En la averiguación previa 086/03/2006, Laura Guadalupe Sánchez Hernández declara bajo juramento de ley: “Que es mi hijo, es mi hijo y si quieren les presento el acta de nacimiento”. En esa misma averiguación, Eder Agustín Velasco Ruiz asegura también bajo juramento: “Que efectivamente el bebé es de nosotros, está registrado, mi esposa se alivió el día 21 de enero del presente año, aproximadamente a las seis de la tarde, en Jitotol, Chiapas y fue atendida por la partera Reyna…” Más todavía, en la serie de preguntas que el Fiscal hace a la señora Sánchez Hernández, da detalles del supuesto embarazo que hoy, ella misma reconoce, jamás tuvo. “Pregunta del fiscal: Que diga la compareciente que con que fecha se embarazó de su menor hijo Eder Yahir Velasco Sánchez.- A lo que responde.- En Mayo. A la Cuarta pregunta.- Que diga la compareciente con qué fecha dio a luz y en dónde.- A lo que responde.- El 21 de enero y en Jitotol. (…) A la sexta pregunta.- Que diga la compareciente si está dispuesta a presentar a su menor hijo Eder Yahir Velasco Sánchez para que se le practique una prueba genética de sangre (ADN).- A lo que responde que no”.
Falta de pruebas
En las primeras entregas sobre este asunto, relatamos cómo las dos parteras que los firmantes ponen como las que atendieron en el falso parto de la señora Sánchez Hernández, niegan rotundamente haber participado en los trabajos de nacimiento del menor secuestrado. Perdón por insistir en la mención del delito pero en la averiguación previa así consta; digo para que no digan que acusamos sin sustento. Fue mediante un documento falso que lograron asentar al bebé como hijo suyo. Reynalda Gutiérrez Rojas, a quien en sus declaraciones ministeriales la pareja señala como la partera que atendió a la señora Sánchez Hernández, dice contundentemente: “… me solicitaron una constancia de alumbramiento y que ya la llevaban elaborada y que puse mi huella, pero jamás pensé que la utilizaran de mala fe”.
Lo publicado en Fichero Político ha tenido siempre sustento probatorio. Ellos acusan en su carta a la señora Agustina Díaz Díaz de haber intentado abortar a su menor hijo. Si, como aseguran, ésta tuvo tal idea, ¿Cómo entonces aseguran que lo quiso vender? Si así hubiere sido, ¿por qué no presentan las pruebas? Hasta donde tenemos entendido, tales declaraciones se incrustaron en la averiguación previa hasta después de haber salido publicadas las declaraciones de la señora Díaz Díaz y los documentos ministeriales que obran en nuestro poder. Ante tal situación y con el ánimo de que el asunto quede perfectamente claro, rogaría a los firmantes que presenten los dictámenes médicos donde consta esa cuestión.
Ahora bien, parte fundamental de la carta es que ellos aman al menor en disputa. Si lo aman como dicen, ¿por qué lo abandonaron a su suerte? Ahí, como vemos, hay un delito que las autoridades no han querido ver: abandono de menores. A un hijo que se ama, no se le deja tirado en cualquier parte; ni a los animales se les hace tal cosa. En todo caso, si sus intenciones eran limpias y rectas, desde un principio debieron denunciar a la señora Díaz Díaz y proteger la integridad del niño hasta en tanto no se aclarasen las cosas. Si el Fiscal del Ministerio Público hubiese ordenado la retención del bebé, les creeríamos, pero han sido ellos mismos quienes lo abandonaron en esa casa hogar. Pero cometieron varios errores y no solo uno… y noble, según ellos.
Primero, engañan a la madre diciéndole que el bebé había nacido muerto (consta en la averiguación). Segundo, asentaron a un niño con documentos falsos. Tercero, mintieron al Fiscal del MP. Cuarto, abandonan al bebé a su suerte. Quinto, no presentan una sola prueba de sus dichos. Así de fácil. Pero, ¿sabe usted quién es la gran víctima de todo esto? El bebé. Gravemente enfermo de meningitis, los desalmados que lo cuidan en la casa hogar, no permiten ayuda ni de una ni de otra parte. Eso es lo único que salva a la pareja mencionada; han tratado de ayudar al bebé y no los dejan. Igual a la señora Díaz Díaz, la verdadera madre como ya lo han admitido, apenas la dejan que lo vea cuando les viene en gana. Él es la verdadera víctima, víctima de una sarta de engaños, mentiras, suciedades que desafortunadamente, se siguen dando en Chiapas.
Pablo el valiente
Claro, con una docena de fortachones a sus espaldas, cualquiera. Pero aún así, cuando Roberto Domínguez se puso en pose de gladiador, salió como niña corriendo hacia su auto. Eso sucedió ayer cuando, envalentonado, Pablo Salazar llegó a amenazar a los periodistas Roberto Domínguez Cortés y Alberto Ramos García, ahí, por el rumbo de Caña Hueca, a donde llega a exhibirse, como si ningún daño hubiese hecho a los chiapanecos, como si no estuviera bajo sospecha por sus abusos y actos de corrupción. Según me contó Beto Ramos, fue Pablo quien se acercó a retarlos para que lo cachetearán; “no solo te vamos a cachetear, te vamos a partir la madre”, respondió Domínguez Cortés, poniéndose en posición de combate, listo para recetarle una “peat cheague”.
Ya son varios casos de abierta confrontación personal que provoca el tiranito Salazar: Eduardo Montoya Liévano (a quien la Fiscalía, en venganza por ello intenta inventar que no se presenta a firmar. A mi me consta lo contrario puesto que le he visto invariablemente los sábados en El Amate), la hija de Arturo Martínez, una señora no identificada, recientemente y ahora, los periodistas mencionados. La postura del sinvergüenza, es de abierto reto, de falta de respeto y de cinismo. Su intención es clara: provocar para luego declararse perseguido. Y si lo va a ser, pero no perseguido político como los miles que él dejó, sino por sus múltiples delitos. Ya basta que ese sujeto sin decencia ni honor de hombre, siga en Chiapas molestando a los ciudadanos. Por lo pronto, los periodistas agraviados, levantarán una demanda ante la PGR, puesto que el señor, intentó sacar una pistola o por lo menos, eso quiso dar a entender cuando se llevó la mano a la cintura. Es un peligro para la sociedad.
Tarjetero
*** Siguiendo con el tema del menor en disputa que dio motivo a la carta “aclaratoria”, debemos preguntar a la pareja Velasco Ruiz-Sánchez Hernández: ¿Abandonaron al bebé cuando se dieron cuenta que tenía meningitis? *** Eduardo Montoya Liévano ha solicitado una audiencia con el gobernador Sabines para exponer la persecución de la que sigue siendo objeto por parte de la Fiscalía, obvio, por órdenes de Pablo Salazar. En ese sentido, un grupo de despojados y perseguidos injustamente durante la dictadura salazarista han iniciado una serie de reuniones para defenderse de los ataques injustificados y la persecución judicial que aún persiste. Buscarán en breve, una reunión con el mandatario para exponer sus quejas y de ser necesario, acudirán ante el presidente Calderón e instancias internacionales. *** El asesinato del comandante de la PEP, no debe ser tomado a la ligera ni declararlo “caso aislado”, como lo hizo Jorge Morales Messner, quien, como buen pablista, pretende tapar el sol con un dedo. Sucede que la política interna está fallando. Por ahí se debe empezar. *** Luego nos leemos.
http://ksheratto.blogspot.com
ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
El exdictador, amenazó a dos
periodistas, ayer, mientras
hacían ejercicios en Caña Hueca.
Sí, el “único error” que Eder Agustín Velasco Ruiz y Laura Guadalupe Sánchez Hernández reconocen en su carta “aclaratoria” respecto a la acusación que enfrentan derivada de una denuncia penal por secuestro, es, dicen textualmente “amar a un menor que una madre desnaturalizada e interesada NOS REGALÓ y después movida por la ambición sin límites pretende mentir a la sociedad queriendo quedar como una mártir”. ¡Tanta ternura!No es ni ha sido mi intención polemizar sobre un asunto que, efectivamente, ha estado plagado de mentiras, imprecisiones y engaños de parte de los firmantes de la misiva, publicada ayer en el Cuarto Poder. Tampoco es mi intención juzgar ni acusar a éstos. Simplemente, plasmar una versión que se deriva de las indagaciones ministeriales en las que consta que tanto la señora Sánchez Hernández como el señor Velasco Ruiz, han mentido al Ministerio Público y por tanto, han incurrido en el delito de perjurio, toda vez que falsear declaraciones ante esa autoridad, es un delito. Analicemos la carta y comparémosla con los dichos de los mismos ante el fiscal correspondiente, que también lleva gran parte de la culpa en este asunto.
En la carta, la pareja acusada asegura: “… la señora Agustina Díaz Díaz, NOS REGALÓ al menor y posteriormente quiso que los suscritos le diéramos dinero por el menor, situación a la que nos negamos rotundamente”. En la averiguación previa 086/03/2006, Laura Guadalupe Sánchez Hernández declara bajo juramento de ley: “Que es mi hijo, es mi hijo y si quieren les presento el acta de nacimiento”. En esa misma averiguación, Eder Agustín Velasco Ruiz asegura también bajo juramento: “Que efectivamente el bebé es de nosotros, está registrado, mi esposa se alivió el día 21 de enero del presente año, aproximadamente a las seis de la tarde, en Jitotol, Chiapas y fue atendida por la partera Reyna…” Más todavía, en la serie de preguntas que el Fiscal hace a la señora Sánchez Hernández, da detalles del supuesto embarazo que hoy, ella misma reconoce, jamás tuvo. “Pregunta del fiscal: Que diga la compareciente que con que fecha se embarazó de su menor hijo Eder Yahir Velasco Sánchez.- A lo que responde.- En Mayo. A la Cuarta pregunta.- Que diga la compareciente con qué fecha dio a luz y en dónde.- A lo que responde.- El 21 de enero y en Jitotol. (…) A la sexta pregunta.- Que diga la compareciente si está dispuesta a presentar a su menor hijo Eder Yahir Velasco Sánchez para que se le practique una prueba genética de sangre (ADN).- A lo que responde que no”.
Falta de pruebas
En las primeras entregas sobre este asunto, relatamos cómo las dos parteras que los firmantes ponen como las que atendieron en el falso parto de la señora Sánchez Hernández, niegan rotundamente haber participado en los trabajos de nacimiento del menor secuestrado. Perdón por insistir en la mención del delito pero en la averiguación previa así consta; digo para que no digan que acusamos sin sustento. Fue mediante un documento falso que lograron asentar al bebé como hijo suyo. Reynalda Gutiérrez Rojas, a quien en sus declaraciones ministeriales la pareja señala como la partera que atendió a la señora Sánchez Hernández, dice contundentemente: “… me solicitaron una constancia de alumbramiento y que ya la llevaban elaborada y que puse mi huella, pero jamás pensé que la utilizaran de mala fe”.
Lo publicado en Fichero Político ha tenido siempre sustento probatorio. Ellos acusan en su carta a la señora Agustina Díaz Díaz de haber intentado abortar a su menor hijo. Si, como aseguran, ésta tuvo tal idea, ¿Cómo entonces aseguran que lo quiso vender? Si así hubiere sido, ¿por qué no presentan las pruebas? Hasta donde tenemos entendido, tales declaraciones se incrustaron en la averiguación previa hasta después de haber salido publicadas las declaraciones de la señora Díaz Díaz y los documentos ministeriales que obran en nuestro poder. Ante tal situación y con el ánimo de que el asunto quede perfectamente claro, rogaría a los firmantes que presenten los dictámenes médicos donde consta esa cuestión.
Ahora bien, parte fundamental de la carta es que ellos aman al menor en disputa. Si lo aman como dicen, ¿por qué lo abandonaron a su suerte? Ahí, como vemos, hay un delito que las autoridades no han querido ver: abandono de menores. A un hijo que se ama, no se le deja tirado en cualquier parte; ni a los animales se les hace tal cosa. En todo caso, si sus intenciones eran limpias y rectas, desde un principio debieron denunciar a la señora Díaz Díaz y proteger la integridad del niño hasta en tanto no se aclarasen las cosas. Si el Fiscal del Ministerio Público hubiese ordenado la retención del bebé, les creeríamos, pero han sido ellos mismos quienes lo abandonaron en esa casa hogar. Pero cometieron varios errores y no solo uno… y noble, según ellos.
Primero, engañan a la madre diciéndole que el bebé había nacido muerto (consta en la averiguación). Segundo, asentaron a un niño con documentos falsos. Tercero, mintieron al Fiscal del MP. Cuarto, abandonan al bebé a su suerte. Quinto, no presentan una sola prueba de sus dichos. Así de fácil. Pero, ¿sabe usted quién es la gran víctima de todo esto? El bebé. Gravemente enfermo de meningitis, los desalmados que lo cuidan en la casa hogar, no permiten ayuda ni de una ni de otra parte. Eso es lo único que salva a la pareja mencionada; han tratado de ayudar al bebé y no los dejan. Igual a la señora Díaz Díaz, la verdadera madre como ya lo han admitido, apenas la dejan que lo vea cuando les viene en gana. Él es la verdadera víctima, víctima de una sarta de engaños, mentiras, suciedades que desafortunadamente, se siguen dando en Chiapas.
Pablo el valiente
Claro, con una docena de fortachones a sus espaldas, cualquiera. Pero aún así, cuando Roberto Domínguez se puso en pose de gladiador, salió como niña corriendo hacia su auto. Eso sucedió ayer cuando, envalentonado, Pablo Salazar llegó a amenazar a los periodistas Roberto Domínguez Cortés y Alberto Ramos García, ahí, por el rumbo de Caña Hueca, a donde llega a exhibirse, como si ningún daño hubiese hecho a los chiapanecos, como si no estuviera bajo sospecha por sus abusos y actos de corrupción. Según me contó Beto Ramos, fue Pablo quien se acercó a retarlos para que lo cachetearán; “no solo te vamos a cachetear, te vamos a partir la madre”, respondió Domínguez Cortés, poniéndose en posición de combate, listo para recetarle una “peat cheague”.
Ya son varios casos de abierta confrontación personal que provoca el tiranito Salazar: Eduardo Montoya Liévano (a quien la Fiscalía, en venganza por ello intenta inventar que no se presenta a firmar. A mi me consta lo contrario puesto que le he visto invariablemente los sábados en El Amate), la hija de Arturo Martínez, una señora no identificada, recientemente y ahora, los periodistas mencionados. La postura del sinvergüenza, es de abierto reto, de falta de respeto y de cinismo. Su intención es clara: provocar para luego declararse perseguido. Y si lo va a ser, pero no perseguido político como los miles que él dejó, sino por sus múltiples delitos. Ya basta que ese sujeto sin decencia ni honor de hombre, siga en Chiapas molestando a los ciudadanos. Por lo pronto, los periodistas agraviados, levantarán una demanda ante la PGR, puesto que el señor, intentó sacar una pistola o por lo menos, eso quiso dar a entender cuando se llevó la mano a la cintura. Es un peligro para la sociedad.
Tarjetero
*** Siguiendo con el tema del menor en disputa que dio motivo a la carta “aclaratoria”, debemos preguntar a la pareja Velasco Ruiz-Sánchez Hernández: ¿Abandonaron al bebé cuando se dieron cuenta que tenía meningitis? *** Eduardo Montoya Liévano ha solicitado una audiencia con el gobernador Sabines para exponer la persecución de la que sigue siendo objeto por parte de la Fiscalía, obvio, por órdenes de Pablo Salazar. En ese sentido, un grupo de despojados y perseguidos injustamente durante la dictadura salazarista han iniciado una serie de reuniones para defenderse de los ataques injustificados y la persecución judicial que aún persiste. Buscarán en breve, una reunión con el mandatario para exponer sus quejas y de ser necesario, acudirán ante el presidente Calderón e instancias internacionales. *** El asesinato del comandante de la PEP, no debe ser tomado a la ligera ni declararlo “caso aislado”, como lo hizo Jorge Morales Messner, quien, como buen pablista, pretende tapar el sol con un dedo. Sucede que la política interna está fallando. Por ahí se debe empezar. *** Luego nos leemos.
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