Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
No solo el empresario Felipe Granda enfermó de “gravedad” a unos días de ser nombrado candidato a la alcaldía capitalina; otro aspirante a un cargo de elección popular soltó ayer mismo la versión que le sobrevino un ataque de animálculos, lo que le imposibilita estar activo en los días cruciales de los destapes. Curioso. Pero no extraño si desde ahora advertimos que la moda del sexenio será la hipocondría política, ésa que enferma al más sano entre los sanos.
Siendo así, no tarda en que algunos funcionarios heredados de la dictadura pablista adquieran cualquier enfermedad y bajo tan noble pretexto, salgan por piernas de los cargos que, por honor, debieron rechazar para no seguir manchando al poder público. Pero eso es tema de otra entrega.
En medio de las repentinas como increíbles enfermedades que empezaron a azotar a los precandidatos, desde luego que hay ganadores, oportunistas y caminos despejados. De las dos clases primeras, sobran, especialmente en los partidos chicos y los grandes que han olvidado sus principios rectores para poner las siglas al mejor postor. De los últimos quedan aquellos que, por méritos o preferencias superiores, empiezan a caminar sin sobresaltos la senda hacia el poder público, seguros de ganar cualquier elección. Son las reglas, no lo olviden. Mientras, los hipocondríacos que pescaron enfermedades raras y graves, se van a descansar a hospitales con piso de arena, techo de palmas, enfermeras en diminutos bikinis y remedios servidos con una rajita de limón o una cereza coronando el cristal. Bonita forma de hacer política. Bella manera de estar gravemente enfermo. Es decir, si Usted quiere vacacionar en grande, diga que quiere ser candidato y ya. Listo. Se ha ganado unas hermosas vacaciones, no le hace que se esté muriendo.
Como vemos, la hipocondría política, tiene sus aciertos y ganan aquellos que, aún estando enfermos, caminan sobre la alfombra de lo divinamente previsto por las reglas no escritas de la nueva politiquería. Así se hace política cuando las ideologías han perdido su plusvalía y los partidos son solo reductos de cortesanos desovados que tienen como única premisa, mantener sus bolsillos llenos. ¡Qué pena!
Camino libre
Decíamos líneas arriba que en los deslindes enfermizos, hay ganadores y caminos despejados. Es lo que ahora ocurre a Jaime Valls Esponda, actual Secretario de Planeación y Desarrollo Sustentable, quien se dice, podría ser en las próximas horas, electo candidato del PRD a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Felipe Granda, lo sabíamos todos, era el candidato más fuerte para ese cargo. Y no por méritos propios o porque el señor haya sido un dechado de virtudes, sino porque, con todo y su apatía y malacara, había caído bien donde debía y eso le granjeó la posibilidad de sustituir a doña Chachita Pariente. Algo más allá de su pretendida enfermedad (insisto en ello porque, con todo y su “gravedad”, el empresario anduvo en las redacciones de los periódicos ofreciendo entrevistas, lo cual es incompatible con la recomendación de su galeno de guardar reposo absoluto) ocurrió y eso fue suficiente para darle lata su pobre corazón. Deja pues, libre el camino a Jaime Valls, cuyo único contrincante en el PRD, Carlos Morales Vázquez, tiene pocas posibilidades después de haber traicionado a los perredistas al no pelear su triunfo arrebatado por la terrible Tía Vicki. En ese sentido, Valls no tendría complicaciones más de las que pudiera Morales crear en medio de su empobrecida estrategia política. Camino libre dentro del PRD. De los pablistas y rubenistas, son tan pocos que, se dice, han optado por mantenerse al margen, esperando solo una rendija donde puedan negociar salidas honorables.
Fuera, es decir frente al PAN y el PRI, tampoco habrá mayores complicaciones para el hijo del señor Ministro. La candidata del PRI, dicen, será Alma Rosa Simán, diputada local que, a decir verdad, no tiene trabajo de base y carece de simpatía como para ser electa. Su distanciamiento con las bases priístas es tan notable, que hasta Verónica Rodríguez le ganaría una interna de 100 a cero. Ahí, Valls lleva delantera, aunque tendrá que destrabarse la quijada y ensalivar los labios para mostrar, por lo menos durante la campaña, una sonrisa afable y no esa fría mirada y ese gesto adusto y encabronado que muestra todos los días.
En cuanto al PAN, ¿a quién pondrán de candidato? Juan Carlos Cal y Mayor, está comiendo con manteca y viajando por todo el mundo enseñando unos jarritos de barro como arsenal de la macroeconomía doméstica. Descartado. Enoch Araujo Sánchez, salió muy golpeado de la alcaldía y, según dicen sus más cercanos colaboradores, no quiere saber nada del municipio. Paco Rojas, está más interesado en sus proyectos cercanos a Felipe Calderón vía SEDESOL, y también, se dice que no le gustaría regresar ni el pacobono, menos a gobernar a los capitalinos. ¿La testaruda Tía Vicki? A menos que no tenga vergüenza. Con esas, Sigue Valls con fortuna, porque no le encuentran toro que lo embista ni vaca que lo quiera amamantar. De tal manera pues que, si la sospecha no nos falla, desde hoy o mañana que los perredistas elijan a su candidato, ya hay alcalde capitalino electo, a menos que el PAN resucite a Ghandi y lo ponga de candidato frente a Jaimito. Y que el PRI, haga lo propio, pero lo vemos difícil, dada la incompetencia que hasta hoy ha mostrado mi buena amiga Arely Madrid Tovilla.
Tarjetero
*** La detención de Ignacio Flores Montiel como presunto autor de la muerte del colega periodista Roberto Mancilla Herrera, es todavía la punta del iceberg sobre el azaroso trabajo policial que en su momento desempeñó en Chiapas. Ahí está el asunto de los homosexuales, el asalto a Pujiltic, en fin, muchos, muchos que deben ser resueltos. *** Doña Arely Madrid se comunicó ayer para desmentir las versiones de algunos precandidatos en el sentido que las candidaturas cuestan un billetito. “Son las calenturas del momento, pero no es cierto que se estén vendiendo las candidaturas”, aclaró la señora que, insisto, la quiero mucho, pero no está dando toda su capacidad en el cargo que le dieron. *** Luego nos leemos.
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ksheratto@yahoo.com
ksheratto@hotmail.com
Angel Mario Ksheratto
No solo el empresario Felipe Granda enfermó de “gravedad” a unos días de ser nombrado candidato a la alcaldía capitalina; otro aspirante a un cargo de elección popular soltó ayer mismo la versión que le sobrevino un ataque de animálculos, lo que le imposibilita estar activo en los días cruciales de los destapes. Curioso. Pero no extraño si desde ahora advertimos que la moda del sexenio será la hipocondría política, ésa que enferma al más sano entre los sanos.Siendo así, no tarda en que algunos funcionarios heredados de la dictadura pablista adquieran cualquier enfermedad y bajo tan noble pretexto, salgan por piernas de los cargos que, por honor, debieron rechazar para no seguir manchando al poder público. Pero eso es tema de otra entrega.
En medio de las repentinas como increíbles enfermedades que empezaron a azotar a los precandidatos, desde luego que hay ganadores, oportunistas y caminos despejados. De las dos clases primeras, sobran, especialmente en los partidos chicos y los grandes que han olvidado sus principios rectores para poner las siglas al mejor postor. De los últimos quedan aquellos que, por méritos o preferencias superiores, empiezan a caminar sin sobresaltos la senda hacia el poder público, seguros de ganar cualquier elección. Son las reglas, no lo olviden. Mientras, los hipocondríacos que pescaron enfermedades raras y graves, se van a descansar a hospitales con piso de arena, techo de palmas, enfermeras en diminutos bikinis y remedios servidos con una rajita de limón o una cereza coronando el cristal. Bonita forma de hacer política. Bella manera de estar gravemente enfermo. Es decir, si Usted quiere vacacionar en grande, diga que quiere ser candidato y ya. Listo. Se ha ganado unas hermosas vacaciones, no le hace que se esté muriendo.
Como vemos, la hipocondría política, tiene sus aciertos y ganan aquellos que, aún estando enfermos, caminan sobre la alfombra de lo divinamente previsto por las reglas no escritas de la nueva politiquería. Así se hace política cuando las ideologías han perdido su plusvalía y los partidos son solo reductos de cortesanos desovados que tienen como única premisa, mantener sus bolsillos llenos. ¡Qué pena!
Camino libre
Decíamos líneas arriba que en los deslindes enfermizos, hay ganadores y caminos despejados. Es lo que ahora ocurre a Jaime Valls Esponda, actual Secretario de Planeación y Desarrollo Sustentable, quien se dice, podría ser en las próximas horas, electo candidato del PRD a la alcaldía de Tuxtla Gutiérrez. Felipe Granda, lo sabíamos todos, era el candidato más fuerte para ese cargo. Y no por méritos propios o porque el señor haya sido un dechado de virtudes, sino porque, con todo y su apatía y malacara, había caído bien donde debía y eso le granjeó la posibilidad de sustituir a doña Chachita Pariente. Algo más allá de su pretendida enfermedad (insisto en ello porque, con todo y su “gravedad”, el empresario anduvo en las redacciones de los periódicos ofreciendo entrevistas, lo cual es incompatible con la recomendación de su galeno de guardar reposo absoluto) ocurrió y eso fue suficiente para darle lata su pobre corazón. Deja pues, libre el camino a Jaime Valls, cuyo único contrincante en el PRD, Carlos Morales Vázquez, tiene pocas posibilidades después de haber traicionado a los perredistas al no pelear su triunfo arrebatado por la terrible Tía Vicki. En ese sentido, Valls no tendría complicaciones más de las que pudiera Morales crear en medio de su empobrecida estrategia política. Camino libre dentro del PRD. De los pablistas y rubenistas, son tan pocos que, se dice, han optado por mantenerse al margen, esperando solo una rendija donde puedan negociar salidas honorables.
Fuera, es decir frente al PAN y el PRI, tampoco habrá mayores complicaciones para el hijo del señor Ministro. La candidata del PRI, dicen, será Alma Rosa Simán, diputada local que, a decir verdad, no tiene trabajo de base y carece de simpatía como para ser electa. Su distanciamiento con las bases priístas es tan notable, que hasta Verónica Rodríguez le ganaría una interna de 100 a cero. Ahí, Valls lleva delantera, aunque tendrá que destrabarse la quijada y ensalivar los labios para mostrar, por lo menos durante la campaña, una sonrisa afable y no esa fría mirada y ese gesto adusto y encabronado que muestra todos los días.
En cuanto al PAN, ¿a quién pondrán de candidato? Juan Carlos Cal y Mayor, está comiendo con manteca y viajando por todo el mundo enseñando unos jarritos de barro como arsenal de la macroeconomía doméstica. Descartado. Enoch Araujo Sánchez, salió muy golpeado de la alcaldía y, según dicen sus más cercanos colaboradores, no quiere saber nada del municipio. Paco Rojas, está más interesado en sus proyectos cercanos a Felipe Calderón vía SEDESOL, y también, se dice que no le gustaría regresar ni el pacobono, menos a gobernar a los capitalinos. ¿La testaruda Tía Vicki? A menos que no tenga vergüenza. Con esas, Sigue Valls con fortuna, porque no le encuentran toro que lo embista ni vaca que lo quiera amamantar. De tal manera pues que, si la sospecha no nos falla, desde hoy o mañana que los perredistas elijan a su candidato, ya hay alcalde capitalino electo, a menos que el PAN resucite a Ghandi y lo ponga de candidato frente a Jaimito. Y que el PRI, haga lo propio, pero lo vemos difícil, dada la incompetencia que hasta hoy ha mostrado mi buena amiga Arely Madrid Tovilla.
Tarjetero
*** La detención de Ignacio Flores Montiel como presunto autor de la muerte del colega periodista Roberto Mancilla Herrera, es todavía la punta del iceberg sobre el azaroso trabajo policial que en su momento desempeñó en Chiapas. Ahí está el asunto de los homosexuales, el asalto a Pujiltic, en fin, muchos, muchos que deben ser resueltos. *** Doña Arely Madrid se comunicó ayer para desmentir las versiones de algunos precandidatos en el sentido que las candidaturas cuestan un billetito. “Son las calenturas del momento, pero no es cierto que se estén vendiendo las candidaturas”, aclaró la señora que, insisto, la quiero mucho, pero no está dando toda su capacidad en el cargo que le dieron. *** Luego nos leemos.
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