Angel Mario Ksheratto
Convertido en uno de los lastres indeseables heredados del pablismo y conocido como el enemigo número uno de la libertad de expresión (junto con el “defensor” de los derechos humanos Juan Carlos Moreno Guillén y otros perniciosos del pasado reciente), Amador Rodríguez Lozano, según trascendió extraoficialmente, pudo sortear las acusaciones de acoso sexual que le fueron imputadas públicamente por el marido de una antigua empleada del Senado de
Sin embargo, ello no exime a Rodríguez Lozano de los abusos que en contra de los chiapaneco cometió durante la dictadura de Pablo Salazar; el mismo exgobernante se regodeó en público y privado de las fuertes sumas de dinero que el Estado erogó para pagar al “bufete de hacedores de leyes” encabezado por el tijuanense, quien entre otras cosas, elaboró la “Ley Mordaza” que el gobernador Sabines se vio precisado a derogar por considerarla lesiva contra los derechos de los ciudadanos chiapanecos. Tampoco lo exime de los intentos de coartar la libertad de expresión al presionar a algunos editores para que corran a los periodistas incómodos. Y menos que se le excuse por otras arbitrariedades que al amparo del dictador Salazar cometió y que, por decencia y moral pública, deben ser investigadas para que nunca más en Chiapas vuelva a haber comendadores y capataces a sueldo, dispuestos a vulnerar los derechos de todos. Es de elemental cortesía política que a personajes de esa talla que sirvieron de cómplices del tirano que mal gobernó a la entidad el sexenio pasado, se les lleve a los tribunales. Así de sencillo.
Tribunal en guerra
Hace un par de años, Julio Fernández Hernández era un empleadito sin muchas oportunidades dentro del Supremo Tribunal de Justicia. De pronto, la perturbadora gracia de Pablo Salazar lo elevó al rango de “presidente” del Tribunal Electoral, donde se ha limitado a servir de abogado inútil de los pablistas, elaborando demandas contra los opositores de aquel nefasto régimen cuando no, perdiendo el tiempo ante la falta de actividad en ese sospechoso lugar.
Desde la creación del Tribunal Electoral, no se ha llevado un solo juicio creíble pero eso sí, ha dado lugar a negocios extras que obligan a pensar que en realidad, ese colegiado no es otra cosa que la caja chica de perversos aprendices de la política local, cuyas ambiciones rebasan los límites de lo imaginable. Vayamos por partes:
Una vez posesionado de un podercillo que no es suyo, Fernández Hernández inició una feroz campaña (asesorado por Rubén Velásquez, Chávez y Alfredo Palacios) para hacerse de la titularidad del Supremo Tribunal, donde despacha el malencarado e inútil Milton Escobar Castillejos. Según fuentes dignas de crédito, Fernández no ha escatimado esfuerzos para denostar en contra de su anterior jefe y padrino, lo que le ha granjeado una muy mala reputación. En la lucha por dejar en manos del pablismo el STJ, surge otro nombre, antagónico a Fernández, pero de la misma línea del dictador: Roberto Bodegas Pérez-lamar, actual empleado del Tribunal, aunque combina sus actividades con una chamba extra en
La intestina guerra por alcanzar la silla desde donde Pablo Salazar se vengó de sus opositores y críticos, ha llegado a extremos que rebasan la delgada línea entre lo público y lo privado y deja al desnudo las ambiciones de un grupo que se niega al cambio y que piensan que las dictaduras deben ser eternas. Lo cierto es que luego de seis años de tener un Tribunal asqueroso, los chiapanecos se merecen una institución verdaderamente apegada a derecho y los principios rectores de una democracia. Es lamentable que dos sujetillos sin escrúpulos nacidos durante la peor de las dictaduras que haya padecido Chiapas, pretendan tan digno y alto cargo. Ya ha sido suficiente la vergüenza de tener ahí a un “don Nadie” que solo sirvió de títere para que ahora, vuelva a caer en manos de los aprendices del que obedece órdenes actualmente. No pueden llegar a ese cargo personajes bajo sospecha. En el caso de Fernández Hernández, que primero explique cómo es que, de no tener nada, hoy sea un próspero “constructor” e incluso, tenga los recursos suficientes para abrir un kínder… Con prestanombres, pero lo está haciendo y lo peor, presionando al Seguro Social para que le envíen ahí a los hijos de los derechohabientes. ¿O no? Del otro, su sola procedencia lo recomienda muy mal y es suficiente para criticar su ambición. Hay cientos, miles de chiapanecos inteligentes, cultos, capaces, educados, útiles que pueden llegar a ese cargo y hacer un buen papel. Ojalá lo entiendan quienes tengan qué entenderlo.
Tarjetero
*** Para Paty Montero que ayer volvió a cumplir 28 años, un abrazo y el mejor deseo de felicidad. *** La petición de enjuiciar a Pablo Salazar ha sido bien vista por los chiapanecos. El asunto ahora queda en manos de quienes hacen el planteamiento puesto que tienen la responsabilidad moral de denunciarlo ante los tribunales. De hecho, tengo entendido que hay cientos de personas que le demandarán por abuso de autoridad. Al tiempo, como dice mi buen amigo Alberto Ramos. *** Para Jorge García Farrera y su familia, un abrazo solidario por el lamentable deceso del señor Jorge García Yánez. Descanse en paz. *** Luego nos leemos.