Fichero Político
Angel Mario Ksheratto
El llamado fue firme: sin unidad, cualquier paso al frente podría ser un retroceso. De ahí que la abierta admisión oficial de la cortedad en la reforma penal referente a los delitos de difamación y calumnia, resultara ser el signo de entendimiento que se esperaba y que a la vez, nos alerta sobre la imperante necesidad de mantener extendidos los lazos de unidad para avanzar –aunque sea lentamente– en todo aquello que nos atañe como periodistas y que habrá de servirnos para sentar las bases para un periodismo acorde a la dichosa democratización que no acaba de llegar. Hasta ahora, en lo primero, los periodistas han hecho el primer esfuerzo. Durante dos días, a pesar de las diferencias, pudimos alcanzar acuerdos sustanciales que nos indican que ése es el camino correcto y por tanto, debemos mantener el ritmo del paso. Sabemos que no a todos se puede convencer de lo mismo; lo vimos durante las enriquecedoras discusiones del día 16 de febrero y quizá sigamos teniendo profundas diferencias, pero lo importante es que no perdamos la visión de lo que pretendemos y a dónde queremos llegar. Sería absurdo intentar la uniformidad de pensamiento en una era en la que la pluralidad es fundamental para el avance real de la sociedad. En lo personal, me declaro profundamente satisfecho por el éxito del Primer Congreso de Periodistas, al que acudieron gentes pensantes e inquietas, gentes que saben que los frentes de lucha hay qué atenderlos todos.
Nos queda ahora la responsabilidad de analizar los aspectos legales de la reforma penal que quedaron pendientes, pues, como bien admitió el gobernador Juan Sabines en su discurso del día 17, hay todavía puntos que deben ser reformados. Nuestra lucha ha sido porque se despenalice en su totalidad la calumnia y difamación y se lleve al Código Civil. Excluir a los periodistas de la aplicación de la ley en esos casos, es un pequeño paso que nos toca ahora hacer más firme mediante una consulta seria y responsable. Más aún, el párrafo donde se establece que los periodistas son exonerados de incurrir en tales delitos, no solo debe ser observado, sino que tiene que ser reglamentado, en virtud de contener lagunas jurídicas que pueden servir para que nuestros “procuradores de justicia” encuentren pretextos para perseguirnos. En fin, el primer paso está dado. La unidad está ahí, a prueba de cualquier atentado, lo que tampoco nos debe exceder la confianza. Es nuestra responsabilidad mantenerla y continuar con la lucha hasta conseguir el propósito deseado. Un paso, no nos lleva al fin de la caminata; eso es más que claro.
¿Perdón?
Hace unos días ocurrió un hecho insólito. Autoridades menores de
Tarjetero
*** Si las intenciones del Presidente Calderón para solventar la pesada crisis del área rural mexicana son buenas, tendremos en breve un repunte en esas marginales áreas, siempre y cuando, los recursos se apliquen correctamente y no como en el pasado, cuando los delegados ligados al pabliato, hacían lo que querían y ahora, hasta se ofrecen como “damas de la caridad” para traer recursos, como si su pasado pablista no contara y como si no se supiera que en ese entonces, pudieron desviar cuanto recurso se les puso enfrente. De ahí que llamó la atención la presencia del actual delegado de SEDESOL en Chiapas, Paco Rojas, quien escuchó de boca de Calderón, las estrategias para lograr el desarrollo de la zona rural mexicana. Si, como se sabe, Rojas y Calderón tienen una buena relación, para Chiapas puede haber un repunte muy interesante que habremos de seguir puntualmente. Porque en el pasado, hay que decirlo, los delegados solo sirvieron a los intereses del pabliato, llenándose las bolsas, como si de ellos fueran los recursos. Ahí está Luís Manuel García Moreno, que no tuvo empacho en entregar a Pablo los recursos de SEDESOL para fines no claros aún y sin embargo, sigue metido en el gabinete, lo cual es una burla para los chiapanecos. Ojalá y la relación de Paco con Calderón sirva no solo para dar fin a esa etapa de robo y saqueo, sino que además, traiga un ápice de justicia para los miles que se constituyeron en las víctimas de aquellos. *** Donde se dice que hay un nepotismo desvergonzado, es en el Órgano de Fiscalización, donde el encargado de esa triste y lamentable dependencia, ha sucumbido ante la tentación de hacer mal las cosas. Le tendremos al pendiente de algunas cosillas raras que ahí suceden. *** Habando de anomalías de ese Órgano de Fiscalización, en Tuxtla Chico, presionó lo suficiente para evitar que se descubrieran las pillerías del alcalde Edy Morales Castellanos, quien tiene al municipio en condiciones deplorables. *** Luego nos leemos.